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Nacional se consagra campeón del Intermedio tras emocionante tanda de penales

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Nacional se consagra campeón del Intermedio tras emocionante tanda de penales
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En una noche colmada de emociones y tensiones en el Estadio Centenario, Nacional se coronó campeón del Torneo Intermedio tras vencer a Peñarol en una dramática tanda de penales que culminó 8-7, luego de que ambos equipos terminaran empatados 1-1 en el tiempo reglamentario. La figura destacada del encuentro fue Diego Polenta, quien convirtió el penal decisivo, asegurando así un nuevo título para el club tricolor.

Desde el inicio del partido, el desarrollo táctico se mostró equilibrado, con ambos equipos intentando dominar la posesión, aunque sin generar demasiadas ocasiones claras. Nacional, conocido por su tradicional estilo ofensivo, optó por mantener una estrategia más conservadora durante los primeros minutos, preocupándose más por proteger su arco que por atacar con contundencia.

Peñarol, enfocándose en el flanco derecho, encontró en Gabriel Báez y Javier Cabrera una fuente de juego, mientras que Nacional buscaba a Federico Santander mediante balones largos. No obstante, los errores de precisión fueron una constante en ambos lados, y las aproximaciones al arco rival se contaron más en intención que en efectividad.

El primer susto del partido llegó a los 15 minutos con un pase largo de Coelho para Cabrera, quien desbordó a Báez y asistió a Lucas Hernández, cuyo remate se marchó desviado. Sin embargo, a medida que el cronómetro avanzaba, Peñarol comenzó a hacerse con el control del balón, empujando a Nacional hacia su propio campo.

El torneo se tornó intenso y el dominio aurinegro se tradujo en la primera jugada de peligro real, que llegó a los 32 minutos. En una rápida transición, Leonardo Fernández fue derribado a las afueras del área por Juan Izquierdo, lo que derivó en un tiro libre ejecutado magistralmente por el propio Fernández, que puso el balón en el ángulo para marcar el 1-0 en favor del club carbonero.

Nacional intentó reaccionar con un disparo cruzado de Alexis Castro que se fue por poco. No obstante, la primera parte concluyó con Peñarol dominando las acciones y con un resultado que parecía merecido, habiendo generado las ocasiones más claras de gol.

El segundo tiempo comenzó con la ambición del equipo tricolor de revertir el marcador. A los 47 minutos, Báez tuvo una clara oportunidad que se fue por encima del travesaño. A lo largo de la segunda mitad, la presión de Nacional se intensificó, creando diversas oportunidades para igualar el encuentro. Individuos como Sebastián Coates y el propio Castro generaron jugadas peligrosas contra el arco de Washington Aguerre, pero las intervenciones del arquero lo mantenían a salvo.

Fue en el minuto 80 cuando Nacional logró igualar el marcador. Gonzalo Petit, quien había ingresado como sustituto, se convirtió en el artífice del empate al recibir un pase de Mauricio Pereyra y con un potente remate desde fuera del área, poniendo el 1-1 en el marcador y desatando la euforia de los aficionados tricolores.

Los instantes finales del partido estuvieron marcados por una intensa fricción que llevó a dos expulsiones, una por cada lado, tras un tumulto en el que estuvieron involucrados Leonardo Fernández y Facundo Batista. Con el tiempo agotándose, ambos equipos tuvieron la oportunidad de definir el encuentro, pero los remates se fueron desviados, llevando el clásico a la definición desde el punto penal.

La tanda de penales comenzó con una notable presión. Leonardo Fernández falló el primer remate de Peñarol, enviando el balón por encima del travesaño. Polenta, en cambio, vio como su primer tiro fue detenido por Aguerre, generando nerviosismo entre los aficionados del club tricolor. Sin embargo, a medida que avanzaba la serie, Nacional mostró mayor serenidad.

Cuando la tanda llegó al decisivo momento final, Polenta tomó la responsabilidad de ejecutar el penal que sellaría la victoria. Al convertirlo, desató la alegría de los seguidores de Nacional; el récord de cinco títulos en la historia del Torneo Intermedio estaba asegurado.

En un partido que encarnó todo lo que significa un clásico del fútbol uruguayo, Nacional no solo mostró su carácter y determinación, sino que también reafirmó su condición de gigante en el balompié local, dejando a Peñarol con la necesidad de replantearse sus estrategias para futuros enfrentamientos.

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