World News

Maialen Chourraut: «Me agarro a la carrera que he hecho para salir de este agujero»

Abc.es 

Sin «un gramo de energía» y sintiéndose «en la máxima miseria», Maialen Chourraut ha dado por concluida su participación en los Juegos de París. La vasca cayó eliminada en los cuartos de final del kayak cross y perdió su última opción de medalla después de terminar duodécima en el slalom. La triple medallista olímpica se vio perjudicada al salir por la calle número 4, «la peor de todas», en su opinión, y no pudo remontar la desventaja que cogieron las dos clasificadas para semifinales, la australiana Noemie Fox y la neozelandesa Luuka Jones. Por si fuera poco, en el último tramo del descenso se enganchó con la alemana Ricarda Funk, que luego sería sancionada. Tampoco entró en semifinales Manu Ochoa, eliminado pese a ganar su serie de cuartos al considerar los jueces que se había saltado la última puerta del recorrido. «Por la calle 4 es casi imposible sacar la carrera adelante», decía después de su descenso Maialen, agotada después del esfuerzo. «Lo hice ayer, pero hoy salía junto a las mejores y sabía que no me iban a dejar fácil la salida». La donostiarra comenzó a entrenar esta prueba al entrar en el programa olímpico como complemento a su especialidad, y se había convertido en una pequeña ventana de esperanza después de su mala final en el slalom, de la que todavía no se ha recuperado. «Lo he peleado, lo he dado todo y no me puedo achacar lo que sí me pude achacar en el slalom. Ahí me fui pegando con la misma pared una y otra vez. No os podéis imaginar lo duro que es vivirlo. Te hace sentirte en la máxima miseria. Lo intentas relativizar, te dices que hay cosas mucho peores en la vida… Pero vivir este momento, con esta presión… Son emociones totalmente extremas. Es lo que nos hace engancharnos tanto, pero es durísimo. La carrera que he hecho es increíble, me tengo que agarrar a eso para salir de este agujero». Maialen, visiblemente emocionada, se mostró su desempeño en una modalidad que ha tenido que entrenar desde cero, pero no tanto con la valoración global de sus Juegos: «No he hecho los Juegos soñados y solo me lo puedo achacar a mí. Lo siento por todos. Y gracias por dejarme vivir todo esto, es un privilegio». La vasca se derrumbó al preguntarle por lo que había hablado con su hija antes de esta competición, que podría ser la última para ella en una cita olímpica. A sus 41 años, Maialen abre un periodo de reflexión para decidir qué hará con su futuro: Mi hija me anima. Siempre. Tiene once años, pero una madurez impresionante. Todo lo que ha hecho para que yo esté aquí es exagerado«, decía antes de romper a llorar. »Esto queda entre nosotras. Todos saben lo que me ha ayudado«. Sobre su futuro, solo quiso decir que lo meditará bien. «Esa decisión repercutirá en mi vida y en la de los que están a mi alrededor. A todos nos gusta el morbillo de qué haré, pero esa decisión cambia mi vida No se pueden tomar esas decisiones en caliente. Necesito descansar. No me queda un gramo de energía. Eso no se me puede echar en cara. Y el ahora qué ya se dejará para más adelante». Misma suerte que Maialen corrió Manu Ochoa. El palista gallego quedó fuera en cuartos pese a ganar con suficiencia su serie. Salió el primero, se evitó líos y cruzó la meta con aire de superioridad. Su sorpresa fue saber que los jueces le pusieron una penalización por saltarse la última puerta del recorrido, una decisión que automáticamente lo dejaba fuera de las semifinales: «»No me arrepiento de nada, no he cometido ningún error ni ninguna mala decisión desde que puse mi culo en la piragua el primer día«, dijo con cierta indignación. »Eso hace que duela más. Sentí esa última puerta como una entrada perfecta. Sabía que estaba en el sitio, y cuando vi la penalización… No estaba enfadado, pensaba que me lo iban a quitar. Pero hay que tener confianza en la decisión de los jueces«. El COI ha descubierto una mina de oro en el kayak cross. La nueva disciplina del piragüismo en aguas bravas lo tiene todo para cautivar al espectador. Es dinámica, imprevisible y espectacular. Un caos divertido de ver. Un videojuego en vivo. El éxito de su debut en los Juegos es fácilmente comprobable con solo echar un vistazo por las redes sociales, enamoradas de un descenso vertiginoso en el que cuatro kayakistas compiten no solo por ganar, sino también por evitar ahogarse o empotrados contra el muro. «Es verdad que estamos inventando sobre la marcha», reconocía entre risas la andorrana Mónica Doria, también eliminada en cuartos. «Pero cada vez hay más entrenamiento específico porque requiere de una técnica específica, de mucha táctica, hay que aprender a adelantar a defenderse...». Lo más espectacular, sin duda, es el esquimotaje, un giro obligatorio de 360 grados en el que los kayakistas sumergen la cabeza en el agua. La competición femenina acabó coronando a la australiana Noemie Fox, hermana de Jessica Fox, doble campeona en París en slalom. La francesa Angela Hug se llevó la plata, y el bronce recayó en la británica Kimberley Woods. En la masculina triunfó el neozelandés Finn Butcher, seguido del británico Joseph Clarke y el alemán Noah Hegge.

Читайте на 123ru.net