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La chispa de una radial, posible espita del incendio en El Molar

Abc.es 

La mano del hombre, esta vez también de manera fortuita, podría ser la causa del último incendio forestal registrado en la Comunidad de Madrid, el quinto en apenas una semana. En esta ocasión, la chispa de una radial se investiga como hipótesis principal del inicio de un fuego que lleva arrasadas 200 hectáreas, principalmente de pasto y vegetación. Las llamas se iniciaron en el término municipal de El Molar pero realmente alcanzó más a Pedrezuela, localidad vecina, en la margen de la carretera de Burgos (A-1). Los agentes forestales y el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil se encuentran investigando el suceso, cuyo origen quedará certificado, explican fuentes del caso a ABC, tras las primeras 48 horas posteriores a la extinción. El fuego se comenzó en una parte de monte bajo, a unos 200 metros al oeste del cementerio de El Molar, de un punto limpio y de la última línea de viviendas agrupadas. Vecinos del pueblo narran a este diario que, sin embargo, por el sentido del viento que soplaba, la columna de humo y las llamas avanzaron en el sentido contrario al casco urbano; por eso, por ejemplo, se libraron los animales de una escuela de equitación e hípica también cercana al camposanto y los vecinos de la Peña la Pala, viviendas unifamiliares y exentas que pespuntean el límite con Pedrezuela. Aunque el aire cambió en distintos momentos y algunas pavesas sí cayeron en fincas cercanas al paseo del Camino de Francia, añadían los vecinos. En principio, fuentes del caso apuntaban este martes por la tarde a un solo foco de ignición, que es donde los agentes forestales fueron colocando la señalética con la que trabajan en estos casos. En torno a ese lugar están las 200 hectáreas de perímetro asoladas. Los servicios de emergencias solicitaron el confinamiento de esas áreas más cercanas y se cerró la carretera que une ambas localidades, conocida allí como la de las tres cuestas, porque tiene unas curvas muy pronunciadas. Cuatro dotaciones de Bomberos de la Comunidad continúan de retén en el punto, aunque el peligro de que se reactiven las llamas es prácticamente mínimo. El fuego se ha dado por controlado en torno a las 10.45 de la mañana de este martes, unas 21 horas después de su inicio, informan fuentes de Emergencias 112 Comunidad de Madrid. Durante la madrugada del martes, nueve dotaciones de Bomberos, junto con brigadas y agentes forestales, trabajaron en el remate de los puntos calientes del interior del perímetro afectado. También colaboraron maquinaria pesada y el Grupo Especial de Drones del Cuerpo de extinción regional, así como un vehículo de vigilancia. En un principio se declaró la situación 1 del Plan Especial de Protección Civil de Emergencia por Incendios Forestales en la Comunidad de Madrid (Infoma) por previsión de fuegos y riesgo para viviendas. Sin embargo, a las 19.15 horas se pasó a la situación operativa 0; y, alrededor de las once de la noche, ya se encontraba estabilizado y en fase de control. El consejero de Presidencia, Justicia y Administración Local, Miguel Ángel García Martín, ha visitado esta mañana el paraje y ha agradecido a los más de 200 profesionales que han trabajado en la extinción de un incendio que ha calificado de «peligroso», por su cercanía a las viviendas y que ha afectado parcialmente a algunas explotaciones ganaderas, acabando con la vida de animales. «La verdad es que el comportamiento [de los vecinos confinados] fue ejemplar, siguiendo todas las recomendaciones que les daban los profesionales, tanto de la Guardia Civil como los profesionales del 112 de la Comunidad de Madrid, para prestar ese servicio público tan fundamental, para preservar nuestros montes; pero también, como vimos el lunes, para poder preservar nuestras propiedades, nuestras casas, nuestras viviendas y también entender que muchísimos vecinos estaban con el alma en vilo porque veían como las llamas se podían acercar hasta sus propiedades», añadió el también portavoz del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso. La región continúa en riesgo máximo de incendios, por lo que toda precaución es importantísima. Con este son ya cinco los incendios forestales en una semana, con el de Loeches como el más grave. En ese municipio del sureste se quemaron 720 hectáreas , tras lo que presuntamente fue otra imprudencia: una chispa, en esta ocasión por una cosechadora en funcionamiento, se llevó también olivar, pinar y, sobre todo, pasto, sin lamentar daños humanos. Hay cuatro agricultores investigados por estos hechos. El Molar, pero en su vertiente más oriental, sufrió los estragos de otro incendio originado en un camión que circulaba por la A-1 y que destruyó 20 hectáreas.

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