La joven de Pasco que ingresó a la UNMSM, Stanford y 3 más en EE. UU.: "El inglés no iba a detener mis sueños"
Valentina Borja Ricapa es una joven originaria de Pasco que, a sus 20 años, ha logrado ser admitida en cinco universidades de prestigio, una en Perú y cuatro en Estados Unidos. El proceso no fue fácil, pero sí satisfactorio. En agosto de 2024, comenzó sus estudios en la Universidad de Stanford con una beca completa para las carreras de Sistemas de la Tierra y Relaciones Internacionales. En una entrevista con La República, la estudiante contó su historia.
¿Quién es Valentina Borja?
Valentina creció en Huallay, un pequeño distrito de la región de Cerro de Pasco, conocido por sus desafíos socioeconómicos, pero también por su riqueza cultural y natural. Desde pequeña, asistió a escuelas públicas donde, a pesar de las limitaciones de recursos, su interés y dedicación al aprendizaje nunca desistieron. Por ello, en busca de una mejor educación, decidió completar la secundaria en Huancayo, una región a cinco horas de su hogar.
"Cuando terminé el colegio, mi meta siempre fue entrar a una universidad, preferentemente una de las mejores. En ese momento no sabía nada sobre el proceso de admisión en Estados Unidos ni que existían becas. Además, acceder a una universidad en Estados Unidos es muy caro. Por eso, mi primera opción fue postular a una de las mejores universidades del Perú. Postulé a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos e ingresé a la carrera de Economía," recordó.
¿A qué universidades ingresó en EE. UU.?
Al mudarse a Lima para estudiar en la UNMSM, descubrió la posibilidad de estudiar en el extranjero gracias a programas de becas completas. Decidida a expandir sus horizontes, aplicó a varias universidades de prestigio internacional y fue aceptada en cuatro instituciones de renombre en Estados Unidos, todas ofreciéndole becas completas que cubrían todos los costos de su educación.
"Postulé a cinco universidades en Estados Unidos y fui aceptada en cuatro, todas con beca completa. (...). Me admitieron en Williams College, Swarthmore College, Haverford y Stanford University, y de entre todas, elegí Stanford", manifestó.
"Tengo la fortuna de que las cuatro universidades me han ofrecido beca completa. Muchas universidades ofrecen becas, pero muchos estudiantes en Perú, como yo, no lo saben. Yo quería ir a una universidad así, pero no tenía dinero, y eso frenó mis sueños por un tiempo. Creía que algún día trabajaría duro y conseguiría un préstamo, pero mi sueño siempre fue estudiar en el extranjero. (...). Luego descubrí que había becas disponibles; solo necesitaba buscarlas", añadió.
¿Por qué eligió estudiar en Stanford?
Según la estudiante, Stanford no solo le ofrecía una educación de primer nivel, sino también un entorno diverso y dinámico donde podría explorar libremente sus intereses multidisciplinarios, por ello optó por estudiar dos carreras: Sistemas de la Tierra y Relaciones Internacionales.
"Desde que me enteré de que hay universidades en el extranjero y las oportunidades que ofrecen, sabía que quería estar ahí. (...). Elegí Stanford no solo porque es una institución académicamente reconocida a nivel mundial, sino también porque podía aportar mucho al campus académico. Además, sabía que había una gran diversidad y que podría encajar muy bien en el entorno académico", declaró.
¿Cómo aprendió inglés?
El dominio del inglés fue un componente crítico en la trayectoria de Valentina. Sin los medios para inscribirse en academias de idiomas costosas, tomó una ruta autodidacta con recursos gratuitos disponibles en línea.
"Mi proceso de aprendizaje del inglés no fue igual al de todos; no estuve en una academia porque son costosas. Lo que hice fue buscar formas de aprender por mi cuenta: encontré podcasts, videos de YouTube y muchos recursos gratuitos en línea. También descargué libros de políglotas que explicaban cómo aprender un idioma de la mejor manera. Utilicé todo lo que podía encontrar en Internet, y comencé a practicar en diferentes organizaciones en las que participaba. Además, establecí un horario de estudio, dedicando alrededor de 10 horas diarias al inglés", explicó.
"Nosotros, como estudiantes de regiones o provincias, muchas veces no tenemos las mismas oportunidades. A menudo no hay academias y, como en mi caso, falta dinero. Por eso, tenemos que ser proactivos y estar atentos. Esa era mi mentalidad, que el inglés no me iba a detener para cumplir mi sueño y hacerlo realidad", finalizó.