Emma Hayes lo logró casi todo con un
Chelsea al que dejó este verano
para pasar a cumplir retos de mayor envergadura y el que era su auténtico sueño: ser seleccionadora de
Estados Unidos, una potencia mundial del fútbol femenino. Y la inglesa ha logrado meter al equipo norteamericano en la final de primer torneo que juega: los
Juegos Olímpicos. Espera Brasil.
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