Cómo preparar tu coche para el calor y los largos viajes
En pleno mes de agosto, con las vacaciones de verano, los viajes por carretera y el calor extremo de esta época, especialmente en el sur y el centro de la península, puede afectar negativamente tanto a la fiabilidad de nuestro vehículo como a la seguridad durante nuestros desplazamientos. Los neumáticos, frenos y parabrisas son los elementos de seguridad que más problemas experimentan con el calor, pero también hay que tener en cuenta que el sistema de climatización juega un papel fundamental en la seguridad durante los trayectos largos . El sobrecalentamiento del propulsor de nuestro vehículo puede derivar en el aumento del consumo de combustible, por lo que revisar el sistema de refrigeración del motor, las conexiones de los manguitos, la limpieza del radiador y el nivel de líquido refrigerante es esencial para velar por la fiabilidad de nuestro coche y por la salud de nuestra economía. Se recomienda el uso de refrigerantes avanzados que mejoran la eficiencia y la durabilidad del sistema. Además, mantener el motor a una temperatura óptima puede prolongar su vida útil y mejorar su rendimiento en un 15%. Estos tres elementos sufren mucho más con el calor estival que otros componentes, por ello, es preciso comprobar su estado antes de emprender un viaje. Si no presentan buenas condiciones, es necesario cambiar las gomas, las pastillas, los latiguillos o los discos, así como el líquido de frenos. El parabrisas y las escobillas de limpieza también son fundamentales para disponer de un buen grado de visibilidad. Además, en 2024, los neumáticos con tecnología de gestión térmica ayudan a mantener una temperatura óptima y mejorar la seguridad en carretera. Un dato curioso: un estudio reciente ha mostrado que los neumáticos inflados correctamente pueden reducir el consumo de combustible en hasta un 3%. Muchas personas consideran que el aire acondicionado simplemente cumple una función de comodidad en los automóviles, pero esto no es así. El sistema de climatización en los coches modernos es indispensable en verano, ya que es un factor clave en nuestra salud y seguridad. Contar con una temperatura en el interior del vehículo de entre 22 y 24 grados ayuda a mantener la concentración al volante y un óptimo nivel de hidratación, por lo que revisar el aire acondicionado del coche (a ser posible con la ayuda de un experto), el compresor, el nivel de carga de gas para la generación de frío y el filtro del habitáculo es una tarea que siempre se debe realizar antes de un viaje largo en verano. En 2024, los sistemas de climatización inteligente, que ajustan la temperatura de manera automática, se han convertido en un estándar en muchos vehículos. Además, un ambiente fresco puede reducir el riesgo de fatiga al volante en un 20%. Para finalizar, asegurarse de que otros componentes del vehículo como la batería, el alumbrado, la suspensión o el líquido de dirección asistida funcionan correctamente facilitará la llegada al destino a salvo y a la hora programada. Según explican desde Carwow, en 2024, las baterías de última generación y los sistemas de suspensión adaptativa mejoran significativamente la experiencia de conducción, especialmente en condiciones de alta temperatura. Un consejo adicional es el de llevar una batería portátil de arranque puede ser un salvavidas en caso de emergencia, y estos dispositivos son cada vez más compactos y eficientes.