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De un 'joystick' en la punta de los dedos a dobles pantallas táctiles: Así han evolucionado los multimedia de los coches

Abc.es 

Integradas en el centro del salpicadero de la mayoría de los vehículos modernos, las pantallas GPS y multimedia comenzaron a reemplazar a las radios tradicionales a principios de la década de 2000. En aquel entonces se controlaban mediante mandos físicos. Luego, para una mejor ergonomía y dado que los avances tecnológicos lo permitieron, estas pantallas pasaron a ser táctiles. En 2013 fue cuando llegó al mercado Clio IV, pero también Zoe, los dos primeros modelos Renault equipados con una pantalla táctil central. En aquel momento, su pantalla de 7 pulgadas permitía al conductor controlar el sistema multimedia R-Link y acceder a los ajustes del coche, a la radio e incluso a la navegación de forma centralizada. Todo al alcance de la mano. Antes de una transición total a las pantallas táctiles, el joystick que hasta entonces servía para controlar las pantallas centrales no táctiles fue mejorado, ese mismo año, con un eje multidireccional para facilitar la navegación en la interfaz multimedia R-Link. Esta nueva característica se ofreció en Scénic XMOD y en la gama Megane, mientras que en Espace IV se desarrolló un reposamanos para facilitar el uso del joystick y, por tanto, de la pantalla. A lo largo de los años, Renault ha seguido desarrollando las pantallas táctiles de los habitáculos de sus modelos, haciéndolas más grandes, más receptivas y más sofisticadas. Y es que al igual que los teléfonos inteligentes, las pantallas táctiles de los vehículos se han vuelto más receptivas a lo largo de los años, especialmente porque «detrás del cristal», los procesadores y la memoria que ejecutan los sistemas multimedia se han vuelto cada vez más potentes. El ecosistema que hace funcionar las pantallas también ha progresado con funciones avanzadas como la conectividad, el control por voz y la compatibilidad con asistentes virtuales. Asimismo, las aplicaciones a bordo se han multiplicado para ofrecer una experiencia enriquecida y cada vez más personalizada. En términos de forma, 2014 marca un gran cambio, muy alejado de los estándares automovilísticos de la época: la quinta generación de Renault Espace está equipada con una pantalla táctil vertical, -y ya no horizontal- de 8,7 pulgadas, siempre con el objetivo de ofrecer a los usuarios una experiencia similar al uso de un teléfono inteligente. Gracias a la conectividad, esta pantalla proporciona acceso a previsiones meteorológicas, información del tráfico en tiempo real y búsqueda local. Esta posición vertical de la pantalla táctil multimedia se extendió rápidamente a toda la gama: Megane IV (2016), Koleos II (2017), Clio V (2019) y Captur II (2019) también la llevan, demostrando una mayor rapidez de interacción y la mejor visualización de los mapas frente a un formato horizontal. Al mismo tiempo, los diseñadores ya estaban pensando en el siguiente paso, sabedores de la velocidad a la que evolucionaban las tendencias digitales. Las dos tendencias esenciales de la época fueron la llegada de una segunda pantalla en el salpicadero, orientada al conductor, y la exigencia de una ergonomía mejor y más segura. Así se desarrolló una nueva forma de pantalla que integraba tanto la del salpicadero como la pantalla multimedia: la «doble pantalla todo en uno» en forma de L invertida que se probó en concept-cars como TreZor (2016), Symbioz (2017) y Morphoz (2019). Esta se propuso por primera vez en 2022 en un modelo de serie: Megane E-Tech 100% eléctrico. Se bautizó como openR y el resultado fue impactante. La pantalla openR se compone de un monitor vertical de 12 pulgadas y de un monitor horizontal de 12,3 que abarcan una superficie de 774 cm2. Funcionalidad, estética y elegancia fueron las tres palabras claves en el diseño de esta pantalla OpenR, y su inspiración dio origen a una verdadera simbiosis entre el sistema digital y la configuración de la pantalla, donde «todo está en su lugar». Más allá del aspecto práctico, su diseño trasciende el simple «objeto utilitario» para convertirse en una verdadera expresión emocional. Cada vez que se abre la puerta, esta pantalla atrae la mirada, como un recordatorio constante de la alianza entre tecnología y estética que define la era Renaulution. La doble pantalla openR, hoy en día símbolo de innovación, no necesariamente se adapta a todas las necesidades y a todos los vehículos En el recién estrenado Renault 5 E-Tech 100% eléctrico, la pantalla de a bordo de 10,1 pulgadas y la pantalla multimedia de 10 vuelven a un posicionamiento horizontal. ¿Por qué motivo? Para ser coherente con su diseño interior compuesto por un salpicadero completamente horizontal, y por supuesto, en aras de la ergonomía. El dicho «munca dos sin tres» cobra todo su significado cuando descubrimos la singular pantalla panorámica de tres monitores de Renault Grand Koleos, modelo presentado recientemente en el mercado coreano. Esta pantalla táctil mantiene una posición horizontal, pero se extiende hasta el pasajero para integrarlo plenamente en la experiencia multimedia a bordo. Por lo tanto, el futuro de nuestros puestos de conducción se perfila en una búsqueda perpetua de innovación, adaptación y seguridad, al servicio de una experiencia de conducción cada vez más ergonómica, fluida e intuitiva. El análisis crítico de nuestros conceptos actuales nos empuja a mirar el futuro con lucidez: quizás algún día será necesario ocultar las pantallas para conciliar accesibilidad y discreción.

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