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Cómo evitar que tus mascotas sufran estrés en los viajes

Viajar con mascotas puede ser muy angustioso para ambas partes, pero podemos hacerlo un poco más llevadero

Nada de hielo o agua fría: la mejor forma para refrescar a tu perro o gato ante un golpe de calor

No hay nada como salir de viaje a la costa mientras escuchas los maullidos desesperados de tu gato en la parte trasera del coche. Para los dueños de mascota se trata de la banda sonora de todos sus viajes: ladridos, llantos, aullidos y vómitos se unen en una peculiar orquesta que te harán preguntarte por qué decidiste salir de casa.

¡Para ellos la experiencia tampoco es muy agradable, solo tenemos que ponernos en su piel! Imagina que te meten por la fuerza en una caja, donde por lo general estarás constreñido, que a su vez introducirán en una caja mayor, pero ruidosa y que se mueve. No sabes a dónde vas, tampoco si volverás a casa. Viajar con mascotas puede ser muy angustioso para ambas partes, pero podemos hacer que sea algo más llevadero.

Normativa para viajar con mascotas

Antes de salir de casa con nuestros perros o gatos debemos preguntarnos qué indica la normativa al respecto. De esta manera podremos saber si los estamos acomodando de forma segura. De acuerdo con la Dirección General de Tráfico (DGT), existe una serie de normas que tenemos que considerar al viajar en coche con nuestras mascotas:

  • Separador: cuando viajemos con animales en el interior del vehículo, se colocará un separador que impida que ocasione molestias o pueda ser causa de distracciones. Más de la mitad de los conductores vive situaciones de riesgo por culpa de no llevar a los animales bien sujetos en los vehículos. En caso de accidente, un perro suelto multiplica los peligros ya que saldría despedido pudiendo dañarse a él o al resto de pasajeros. Además del separador hay que utilizar sistemas de retención para mascotas.
  • Atados: nunca lleves a los animales sueltos en el interior del vehículo, ya que puede molestar o distraer al conductor del mismo y causar accidentes. La normativa de tráfico dicta que los animales deben estar bien sujetos al vehículo para evitar que interfieran en la conducción. Lo contrario puede suponer una sanción de hasta 100 euros.
  • Identificados: los animales deben ir siempre perfectamente documentados e identificados con cartilla sanitaria, placa censal, chip identificativo y seguro de responsabilidad civil y licencia administrativa si así fuera necesario.
  • Sin objetos: no coloques objetos junto al animal. En caso de impacto pueden salir despedidos.
  • Normativa municipal: consulta la normativa municipal de tu zona, que es la que regula la tenencia de perros y otros animales.
  • Haz paradas: tanto por ti como por tu mascota, debes hacer paradas, aproximadamente cada dos horas. Así el animal podrá orinar o defecar, pasear e hidratarse.
  • Cuidado con las zonas de descanso: controla al animal en las paradas de descanso. Al abrir el maletero o la puerta del vehículo el animal puede salir corriendo y provocar algún incidente.
  • No los abandones: recuerda que no puedes abandonar a tu mascota durante tu viaje, por supuesto ni de forma permanente ni durante un rato en el interior del vehículo. Si por algún motivo debes separarte de tu mascota, tienes que buscar a alguien -o algún centro- que pueda hacerse cargo de ella.
  • Atención al transporte público: a no ser que sean un perro guía, de terapia emocional o que tenga algún tipo de acreditación que pruebe que puede estar siempre contigo, por lo general las mascotas no pueden acceder al transporte público, aunque esto depende de los municipios (en Madrid, por ejemplo, los animales sí puedes subir al Metro, aunque cumpliendo una serie de requisitos). Presta atención a la normativa, ya que las normas pueden variar según el lugar.

Elegir un buen sistema de retención

Para que nuestras mascotas estén seguras y cómodas en un vehículo, es importante elegir un buen sistema de retención. Ten en cuenta que no hay dos mascotas iguales, por lo que el sistema de retención dependerá del tamaño, especie y temperamento de tu animal de compañía. La DGT ha analizado los distintos tipos de sistemas de retención en función de lo seguros que son:

  • Arnés con dos enganches: el arnés evita el desplazamiento hacia delante, por lo tanto, no se transmite ninguna carga -el impacto en el asiento- al conductor. Para evitar que la mascota choque contra los asientos -con consecuencias que serían muy graves-, deberán tener un sistema de unión corto.
  • Transportín en el maletero: cuando el animal es más grande y el transportín también, se puede colocar en el maletero en posición transversal a la dirección de la marcha. No se puede excluir la posibilidad de que los ocupantes de las plazas traseras sufran lesiones.
  • Transportín colocado en el suelo del vehículo: los transportines pequeños encajan bien en el suelo. Como tienen poco espacio la energía del impacto es absorbida pronto y apenas se deforma el habitáculo del animal que solo sufriría lesiones leves en caso de accidente.
  • Rejilla divisoria: una rejilla colocada entre los pilares de la estructura del coche, separando la cabina del maletero, permite a la mascota moverse libremente sin molestar al conductor, pero en caso de colisión y según la posición del animal en ese momento, puede sufrir lesiones muy graves. Lo mejor es combinar el transportín con la rejilla divisoria.
  • Arnés de un solo enganche: el arnés se engancha al cinturón de seguridad del vehículo. En caso de colisión, la hebilla del arnés se rompe. El animal choca contra el respaldo del asiento, provocando graves lesiones al conductor en la columna. El animal sufriría lesiones graves o mortales. Este sistema no es recomendable.
  • Transportín sujeto con el cinturón de seguridad: El transportín destroza los puntos de sujeción del cinturón. Además, se rompe su parte superior. El animal sufre lesiones muy graves y los ocupantes del vehículo soportan cargas importantes. Tampoco es recomendable, por tarto.

Como has podido leer, tus mejores bazas son los arneses de dos enganches, colocar el trasportín en el maletero, con una rejilla divisoria o encajado en el suelo del vehículo. Evita en la medida de lo posible los otros métodos, ya que entrañan riesgos para el conductor y tu mascota.

Cómo evitar que tu mascota se estrese

Ahora que sabemos lo necesario para emprender un viaje con nuestros animales de compañía de forma segura, podemos centrarnos en que esté cómodo. Existe una serie de consejos que podemos llevar a cabo en casa para que esté lo mejor preparado posible de cara al viaje, pero si por lo general tu mascota sufre durante los trayectos, no dudes en consultar con un veterinario. Estos profesionales pueden darte consejos adicionales y, si lo consideran necesario, administrar un calmante a nuestra mascota para que no sufra:

  • Crea un hábito: acostumbra al animal al sistema de sujeción. Si suele desplazarse en tu vehículo, acostúmbrale desde cachorro a viajar sujeto, en transportín o separado por un sistema que impida el acceso al habitáculo del conductor. Puedes hacer esto desde casa, dejando el transportín o sistemas de retención en la vivienda para que pueda olerlo. No dudes en premiar a tu mascota con caricias, comida o cumplidos cada vez que se acerque a los sistemas de retención y, en el caso del transportín, cada vez que lo huela o se meta dentro.
  • Ensaya: antes del viaje, no dudes en pasar tiempo con tu mascota en el coche mientras este esté parado y acondicionado. Hazlo de forma paulatina, hasta que tolere estar tiempos largos dentro del vehículo. No olvides premiarlo durante y después.
  • Calma: ya en el vehículo, recuerda que los animales son esponjas, absorben nuestro estado de ánimo. Trata de hablar siempre con calma, en un tono positivo. Si sabes que hablando se sentirán más tranquilos, no dejes de hacerlo. En lo que respecta a la música, evítala o elige la que a ellos les guste. Lo has leído bien, debe ser una que ellos prefieran, aquella que los mantenga calmados. Hay compositores, como David Teie, que componen música de orquesta para gatos, con ronroneos y sonidos de animales, en una frecuencia que les gusta.
  • Feromonas de apaciguamiento: si se trata de un gato, debes tener muy en cuenta las feromonas para esta experiencia. Para este caso puedes adquirirlas en spray y ponerlas en el interior del vehículo y el trasportín.
  • Feromonas de alerta: no solo hay feromonas que debemos atraer, también hay algunas que debemos evitar. Si tu gato tiene una experiencia negativa, emitirá feromonas de alarma. Es muy importante que te deshagas de ellas antes de volver a meter a tu gato en el transportín, ya que por el olor recordará que tuvo una mala experiencia en ese lugar. Para evitarlo, debes lavar muy bien tu transportín después de cada uso con agentes limpiadores aptos para gatos. Te recomendamos que evites transportines de tela, puesto que es difícil eliminar el olor de las feromonas de ellos.
  • Mareos: controla posibles mareos. Si el animal tiene tendencia a marearse, es preferible no darle de comer o beber en las horas previas al viaje. En las paradas aprovecha para que beba, aunque en pequeñas cantidades. Asegúrate de llevar siempre en el vehículo una -o varias- bolsas de plástico, por si puedes anticipar los vómitos de tu mascota. Préstale especial atención a las curvas y rotondas, momentos en los que tu animal de compañía puede marearse especialmente.

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