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Por qué hay más pesos en la economía y Caputo y el BCRA lo celebran

Pese a que cerró todas las canillas de emisión monetaria, la cantidad de pesos demandados continúa creciendo en la economía argentina, en un contexto de desacelaración de la inflación. La Base Monetaria aumentó en julio 10,6% mensual, trepando $ 1,6 billones con respecto al mes pasado. Se trató de un aumento de la demanda de dinero explicado por el aumento de los encajes bancarios y un crecimiento de los préstamos al sector privado. 

La expansión monetaria ocurrió tras la eliminación de pases y su migración parcial a Letras Fiscales de Liquidación. El otro factor expansivo en julio fue la ejecución de PUTs de los bancos.

Así, la Base Monetaria se ubicó en 3,8% del PIB, creciendo desde los mínimos registrados en abril de 2,5% del PIB y en línea con las previsiones del Banco Central.

"Esta expansión fue abastecida por el desarme de la posición de pases pasivos por parte de las entidades financieras, parcialmente compensado por el efecto contractivo de las operaciones de mercado abierto a través de LeFi", asegura la autoridad monetaria.

La fase 2 del programa económico continúa avanzando, preparando el terreno hacia la competencia de monedas, donde, según afirma el ministro Luis Caputo, el peso será la moneda escasa.  ¿Cómo planea el Gobierno lograrlo?

En los primeros días de agosto se registró un desarme de LeFI, cuyo stock cayó 30% en pocas semanas. Esos pesos habrían ido a encajes de los bancos con el BCRA y a crédito al sector privado, como busca el BCRA.

"Este desarme se puede interpretar de dos maneras. Primero, por una cuestión de cautela ante el escenario de incertidumbre no solamente local, sino también global, con respecto a lo que está sucediendo en el mercado financiero. Y segundo, hay un mayor dinamismo en créditos al sector privado", explicó Salvador Vitelli, jefe de research de Romano Group.

En esa línea, los préstamos al sector privado crecieron 12,7% en julio en términos desestacionalizados y medidos a precios constantes. Se trata del cuarto mes consecutivo de suba de la demanda de créditos por parte de empresas e individuos. 

"Este aumento fue generalizado en todas las líneas de crédito, con una destacada expansión en los préstamos comerciales (14,0% s.e. reales). Por primera vez en seis años, también se observó un incremento en el crédito hipotecario en términos reales (4% respecto a junio), reflejando una mejora en las condiciones crediticias del país", consignó Delphos en un informe.

En tanto, en julio, los medios de pago desaceleraron el crecimiento que se observó en el bimestre previo, mientras que los instrumentos remunerados revirtieron la tendencia del mes anterior y experimentaron una fuerte expansión. Entre ellos, se destacó la suba de los Fondos Comunes de Inversión Money Market. 

El aumento del dinero circulante y de los encajes bancarios está en línea con las previsiones del BCRA. De hecho, sus modelos de programación monetaria anticipan la continuidad de un proceso de remonetización de la economía en el segundo semestre de 2024. 

"En el escenario base, el grado de monetización esperada podría absorber el 21% de la liquidez ociosa determinada al momento de fijar la cantidad máxima de dinero (el nivel de la BMA del 30 de abril)", aseguró la entidad en un documento difundido en julio.

La remonetización es "virtuosa" para el Gobierno si es demanda genuina del sector privado. Si esos pesos los demanda el exportador, la brecha cambiaria se mantiene o eventualmente hasta podría caer.  Ante ese escenario, el Gobierno permitirá que continúe subiendo la base monetaria, hasta llegar al 9,1% del PIB.  

Pero si el sector privado se desprende de los pesos y los usa para comprar dólares, el BCRA intervendrá en el mercado de cambios para evitar que los dólares financieros y la brecha cambiaria se disparen.

El objetivo del Gobierno es limitar la cantidad de pesos al monto nominal existente el 30 de abril de la base monetaria amplia (BMA), es decir, $ 47,7 billones de pesos corrientes.

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