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El cuarteto formado por Craviotto, Arévalo, Cooper y Germade logra el bronce tras una carrera en la que fueron de más a menos

El K4 500 de Saúl Craviotto, Carlos Arévalo, Marcus Cooper y Rodrigo Germade ha logrado el bronce en los Juegos Olímpicos de París 2024, dándole a España su segunda medalla en Piragüismo esprint tras lo conseguida apenas unos minutos antes por la dupla Moreno-Domínguez.

El cuarteto español dominó buena parte de la prueba, pero finalmente se vio rebasado por las embarcaciones de Alemania, que revalidó su título olímpico, y de Australia.

Aunque no pudo conseguir el oro ansiado con la embarcación estandarte del piragüismo nacional y se tuvo que ‘conformar’ con el bronce, Saúl Craviotto pasa con letras de oro a la primera página del deporte español -ahora ya en solitario- como máximo medallista de su historia. Añade este tercer puesto en París al oro en K2 500 en Pekín 2008 (K2 500), una plata en K1 200 en Londres 2012, un oro en K2 500 y un bronce en K1 200 en Rio 2016 y a la plata en la capital japonesa en el K4 500.

El K4 español, subcampeón olímpico en Tokio hace tres años, soñó una vez más con el oro, pero acabó cediendo al habitual empuje final de los alemanes y a una embarcación australiana que ya se había postulado al podio en las semifinales.

Tras las semifinales, en las que el barco español pasó como tercero de su serie después de los aussies, que batieron el mejor registro olímpico con 1:19.22, y los serbios, en la final se daban cita todas las grandes aspirantes.

Los germanos parecieron acusar el nerviosismo. Forzaron una salida nula, con lo que se incrementaba la tensión. España aprovechó, en la puesta a punto nueva, para mandar de entrada y al paso por el ecuador hasta con cierta claridad.

Sin embargo, después llegó la habitual reacción del barco teutón. Max Rendschmidt, Max Lemke Jacob Schoff y Tom Liebscher-Lucz incrementaron el ritmo junto a los australianos Riley Fitzsimmons, Pierre van der Westhuyzen, Jackson Collins y Noah Havard hasta acabar por rebasar a España.

Alemania fue la más fuerte en un final tremendo en el que, con un crono de 1:19.80, aventajó en tan solo cuatro centésimas a Australia, mientras que el K4 español supo minimizar los daños y amarró el bronce con 1:20.05, su segunda medalla consecutiva, para encumbrar a Craviotto a la cima en solitario del deporte olímpico español, aunque sin olvidar a sus compañeros Arévalo, Cooper y Germade, que agrandan también su leyenda y su palmarés ya de por sí importante.

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