EL OPENING DAY MÁS TRISTE DE LA HISTORIA
El béisbol, nos ha regalado momentos de gloria, pero también ha sido testigo de instantes que nos recuerdan la fragilidad de la vida. Uno de esos momentos ocurrió en un día que debería haber estado lleno de esperanza y nuevos comienzos: el Día Inaugural de la temporada de 1996.
John McSherry, un árbitro respetado y querido en las Grandes Ligas, se preparaba para otro año de béisbol. Con su figura imponente, McSherry era una presencia familiar en los diamantes de la MLB desde 1971. Aquel 1 de abril de 1996, McSherry estaba asignado para trabajar detrás del plato en el juego inaugural entre los Expos de Montreal y los Rojos de Cincinnati.
El destino tenía otros planes. Apenas siete lanzamientos después de que comenzara el juego, McSherry hizo una seña a los otros árbitros. Se tambaleó unos pasos hacia atrás y luego colapsó cerca del plato. El estadio, que momentos antes vibraba con la energía del nuevo comienzo, quedó sumido en un silencio sepulcral.
Los servicios médicos corrieron al campo, pero sus esfuerzos fueron en vano. John McSherry, a sus 51 años, había sufrido un masivo ataque al corazón. Falleció camino al hospital, dejando al mundo del béisbol en shock.
Se dice que McSherry ese día tenía cita con el cardiólogo, sin embargo, la cancelo porque tenía que estar en el opening day.
En los años siguientes, la MLB implementó programas más rigurosos de salud y acondicionamiento físico para sus árbitros.
Cada Día Inaugural desde entonces lleva consigo no solo la promesa de una nueva temporada, sino también el recuerdo silencioso de John McSherry