500 partituras de Luisa de Borbón cobran vida dos siglos más tarde
Si es cierto que las paredes tienen oídos, las del Auditorio de Galicia se han dado un festín esta semana. La orquesta de la Real Filharmonía de Galicia (RFG) y el director José Luis Temes (Madrid, 1956) han conjugado sus esfuerzos en la grabación de un nuevo disco muy especial. Son, en total, cerca de cuarenta minutos de sinfonías inéditas que compuso hace más de dos siglos la infanta María Luisa de Borbón, rescatadas del olvido gracias a un estudio de la profesora Ana Lombardía, de la Universidad de Salamanca, que auspicia el Instituto Complutense de Ciencias Musicales (ICCMU). El trabajo ya está hecho; ahora, habrá que esperar unos meses –hasta noviembre, en principio– para que el disco salga a la venta, aunque las partituras recuperadas ya las recoge el libro 'Cuatro sinfonías', fruto también del trabajo de la musicóloga. María Luisa de Borbón, hija del rey Carlos IV y hermana de Fernando VII, es conocida por sus ofertas de mecenazgo. «Ella vivió buena parte de su vida en Italia, como reina de Etruria. Y sobre todo en esa etapa italiana fue mecenas de escritores, artistas, músicos... Primero en Florencia, luego en Parma, donde tuvo su palacio. Y ahí es donde está el fondo Borbón, en el que guardaba sus partituras, que contiene mucha música española de la época dedicada a ella. Todo eso estaba ya muy documentado«, recapitula Temes. Pero lo inaudito llega con el descubrimiento de unas quinientas partituras elaboradas de su puño y letra, las mismas que documentó y revisó la profesora y que ahora interpretaron director y orquesta. «Es decir, que no solo fue mecenas, sino que componía«, incide, «y además lo que compuso está muy bien, es música muy digna». Son esas cuatro sinfonías propias y originales de la infanta, «hoy por hoy, las primeras músicas orquestales conocidas escritas por una mujer» española, destaca. Las conversaciones entre Temes y la RFG se remontan a algo más de un año, pero la decisión de que el disco se publicase en 2024 ha influido «una casualidad»: la fecha de la muerte de la infanta, en 1824, por lo que este año se celebra la efeméride de su bicentenario, al cual rendirá homenaje este trabajo. «Contactaron conmigo [desde el ICCMU] y ahí se produjo una concordancia casual. El titular de la Filharmonía, Baldur Brönnimann, me llamó para hablar conmigo sobre algunos proyectos de música española. Le hablé sobre esto y él, con una amabilidad extraordinaria, dijo: 'pues vamos a buscar una fecha libre para la orquesta'», rememora el director. Así se fijó esta semana de agosto, en las que suelen ser «malas fechas para conciertos», para comprometerse a la labor intensiva. En conversación con ABC, Temes sintetiza la actividad de estos días en «una muestra de lo que debe ser un trabajo en equipo de investigadores teóricos y de músicos clásicos«. El director carga con una nutrida carrera musical a sus espaldas –el año que viene cumplirá cincuenta años en la profesión–, en la que ha colaborado con la mayoría de conjuntos orquestales de España, pero la RFG era una de las que faltaban en ese bingo. De modo que esta fue la primera vez que ha trabajado con ella –más allá de una breve colaboración para producir la banda sonora del filme 'Divertimento'–, pero relata, feliz, que hubo química desde el primer momento, y tanto el proceso como los resultados dejaron a los involucrados un buen sabor de boca. En cada sesión, la RFG se mantuvo «muy celosa de que las tomas quedaran de sobresaliente», cuenta Temes. «Y creo que el resultado es fantástico», apuntala. «Uno tarda décadas en darse cuenta, y es una perogrullada. Un buen disco en música clásica es el resultado de un repertorio interesante –es decir, su importancia, la razón de por qué se graba–, de una buena interpretación y de que esté técnicamente bien grabado. Esas son las tres bases«, expone, a la par que reconoce la buena mano de su técnico de sonido, Javier Monteverde. Temes habla desde la experiencia de quien ha dirigido, por ahora, algo más de mil conciertos, estrenado más de 350 obras de música española y publicado más de un centenar de discos que ponen en valor el patrimonio musical español de los últimos tres siglos. Al término de una semana de intensa labor, al público contemporáneo solo le queda esperar unos meses para poder escuchar la música que dejó 'escondida', hace más de dos siglos, la infanta española, y que ahora ha quedado inmortalizada.