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Los españoles serán los segundos de la UE que más años coticen antes de jubilarse

Abc.es 
Los expertos, prestigiosos catedráticos de Economía entre ellos, no tienen tan claro como la Comisión Europea que el alargamiento de la vida laboral de los españoles en las próximas décadas, de forma voluntaria, vaya a proveer los ahorros de gasto en pensiones que ha proyectado el Gobierno tras la aprobación de las últimas reformas –en 2021 y 2023– y que en parte han asumido los técnicos de Bruselas en la elaboración de previsiones económicas sobre esta materia, plasmadas en el último ' Ageing Report' . Más allá del discutido impacto financiero de las medidas impuestas para esa extensión de la vida laboral, el ejercicio llevado a cabo por Europa en el informe de envejecimiento que parte de los estimaciones elaboradas por el Ministerio de Economía a nivel doméstico asume en su práctica totalidad uno de los puntos que precisamente cuentan con menor respaldo estadístico. Bruselas prevé que los españoles extiendan su vida laboral cerca de cuatro años de aquí a 2070 . Mientras que en 2022 la carrera media de cotización de un trabajador en nuestro país se sitúa en 37,8 años, los técnicos de la Comisión prevén que se extienda hasta los 40,4 años de media en 2050 y que dentro de medio siglo se alcancen los 42,6 años (4,8 más que en el momento actual). Tanto Europa como el Ministerio de Economía apoyan esta previsión en los incentivos aprobados para demorar la jubilación, elevando al 4% anual el incremento de la prestación por cada año de ampliación de la vida laboral –también mediante la mejora de las fórmula de compatibilización del trabajo con la pensión aprobadas a finales del pasado mes de julio–, en el aumento de las carreras de cotización de las mujeres en las próximas décadas y también en la finalización del periodo transitorio de incremento de la edad legal de jubilación, que se situará en los 67 años a partir de 2027. De producirse tal circunstancia, los españoles se convertirían al final del periodo observado en los segundos de Europa que más años cotizarán antes de acceder a la pensión de jubilación. Solo superados por Eslovaquia, donde la carrera media previa a la jubilación se situaría en 45,7 años según el 'Ageing Report'. Adicionalmente, cabe reseñar que este parámetro es fundamental para embridar un gasto que sólo se prevé reducir en los próximos años por esta vía, la del alargamiento voluntario de la vida laboral. Toda vez que la reforma alumbrada por el anterior ministro de Seguridad Social , José Luis Escrivá, no prevé mayores ajustes ni tampoco nuevas extensiones de la edad legal de retiro. De hecho, entre las medidas aprobadas, el Ejecutivo español ha consagrado la revalorización de las pensiones en base al IPC –que apuntala una notable senda de aumento del gasto–, ha desechado el aumento de los años de cotización necesarios para alcanzar el 100% de la base reguladora y ha dulcificado el retiro anticipado (con excepción del extremo más agravado de antelación –24 y 23 meses–). Así, tanto las estimaciones de la Comisión con las del Gobierno de España sitúan un ahorro estimado por las medidas de incentivo de alargamiento de la vida laboral de hasta 20.000 millones de euros anuales en 2050. El único ahorro que propiciará la reforma de pensiones. Sin embargo, ¿hasta qué punto es factible que los españoles alarguen su vida laboral de forma voluntaria –e indiscriminada, porque según el Banco de España para alcanzar estos niveles de ahorro todos los trabajadores en activo de nuestro país deberían decidir extender su carrera profesional hasta los 70 años –? Según advierte el investigador de Fedea y profesor de Economía Aplicada en la URJC, Miguel Ángel García Díaz , las posibilidades de que se cumpla ese alargue de las carreras de cotización son escasas. Entre otros motivos, porque los incentivos son casi nulos. «Los argumentos que esgrime la Comisión Europea son válidos, pero el hecho de que España sea uno de los países con la tasa de reposición más alta no invita al optimismo», explica a ABC señalando las cautelas sobre el impacto de este parámetro de la reforma. El economista y experto en la materia argumenta que si bien es cierto que las últimas medidas para incentivar el retraso de la jubilación pueden deslizar ciertas decisiones de retiro señala que estas se concentrarán entre los trabajos más cómodos , de menor carga física, y también entre quienes se hallen en niveles retributivos que superen sustancialmente la base máxima de cotización y sufrieran un mayor ajuste de ingresos al cambio con la pensión de jubilación. De hecho, Fedea, el 'think tank' para el que Miguel Ángel García realiza trabajos de investigación, ya ha calculado que en el mejor de los casos, la extensión de la vida laboral de los españoles traerá consigo un ahorro para las arcas del sistema de apenas unos 6.000 millones de euros anuales en 2050 –'Notas sobre las proyecciones de gasto en pensiones del Missmi'–. De hecho, advierte el experto que si bien los parámetros de previsiones económicas están altamente homogeneizados para la totalidad de los países de la UE, este del impacto de la demora de las jubilaciones es de los que cuenta con menos indicaciones y deja un mayor margen de maniobra a los países a la hora de establecer los determinantes que lo configuran. Sin ir más lejos, una cierta incongruencia se derrama entre las 358 páginas del informe de envejecimiento de la Comisión que sustenta esta teoría de la persistencia de desincentivos para alargar la vida laboral en el caso de España, asociados a la elevada tasa de remplazo de las pensiones. Así, mientras que existe un alto incentivo para que los eslovacos extendieran en 2070 su carrera de cotización hasta los 45,7 años ya que la tasa de remplazo –primera pensión respecto al último salario– sería del 34,7%, este mismo no opera en el caso de España. Ya que el salto de los 4,8 años cotizados se produciría desde una tasa de remplazo que se sitúa ahora en el 77,2% del último salario, pero que aún sería del 64% en 2070 , la segunda más alta de Europa después de Grecia (65,2%).

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