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El corpulento delantero tico lleva una década en Europa aunque en Costa Rica pasa desapercibido

Mayron George irrumpió a inicios de la segunda década de los 2000 como una de las promesas del fútbol de Costa Rica. Un juvenil de 16 años, quien iba al colegio, se convirtió en el ofensivo principal de la cantera más importante del país: la de Limón. En aquel momento captó la atención del ambiente tico, al punto de que en 2015 dio el salto a Europa; pero desde que se fue ha pasado ‘desapercibido’ para el futbolero costarricense.

Hoy, a las puertas de una década como legionario, la gran pregunta que está en el ambiente es: ¿Por qué Mayron no logró entrar en la dinámica de la Selección Nacional? El jugador, a sus 30 años, no ha podido afrontar un proceso en el combinado patrio.

“Es un tema que pasé hablando con amigos acá, porque la verdad no lo entiendo. Dicen que si hubiera sido de otro equipo, ya estaría en la Selección de Costa Rica, pero él no ha estado. A Mayron lo conozco desde pequeño y sus características principales son su biotipo, fuerza y potencia”, afirmó Ricardo Allen, excompañero y entrenador que trabajó con George.

Mayron pasó por clubes como OFI Creta (Grecia), Hobro (Dinamarca), Randers (Dinamarca), Lyngby (Dinamarca), Midtjylland (Dinamarca), Valerenga (Noruega), Budapest (Hungría), Kalmar (Suecia), Pau (Francia), Lausasport (Suiza) y Beitar Jerusalén (Israel).

“Cuando Mayron dio el salto a Europa, dijimos que este iba a ser el momento en que explotaría. Si creo que le faltó, en su momento, la parte emocional porque era un chico muy familiar y mimado, y tuvo que irse. Yo le decía: ‘Mayron, suelta la leche ya’”, agregó entre risas Allen.

Sin embargo, en los procesos de Selección, sus participaciones fueron muy esporádicas. La última ocasión fue en la Copa Oro 2019, pero antes solo jugó cotejos amistosos.

El propio Ricardo se atrevió en el proceso 2018 a adentrarse en el grupo técnico de la Selección para encontrar razones.

“Hice una investigación en la era de Macho Ramírez y me preguntaba por qué no lo llamaban. Entonces decidí hablar con un asistente de Óscar y me dijo que era por la manera en que jugaba Costa Rica. Las selecciones se estructuran para estar bien paradas y ellos creían que Mayron no iba a ser aprovechado con tan pocas ocasiones de gol generadas”, describió.

A nivel personal, en la familia de Mayron y el propio jugador siempre aprendieron a ver el vaso medio lleno en vez de observar la situación medio vacía. Así lo dice su mamá Rosemary Clayton.

“Siempre se espera un poco más. Si no se le ha dado ese seguimiento a nivel nacional, pues pasó, pero cada uno nació con algo y para algo, y si no se le ha dado a nivel nacional, se le ha dado a nivel internacional. Yo siempre le he dicho que se quede con lo bueno. Aunque no se le ha dado lo de la Selección, él no se ha estancado”, puntualizó Clayton.

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La madre afirmó que la aventura de casi 10 años afuera no ha sido sencilla, y de esto se sabe poco en el país.

“Le digo que los años no han sido fáciles. Él ha enfrentado diferentes culturas, idiomas, alimentación. Hubo días duros y difíciles. Mayron siempre ha estado solo. Al principio, todos los movimientos han sido complicados para adaptarse, pero gracias a Dios y a nuestras oraciones, lo ha logrado”, acotó.

Una duda que siempre existió es por qué el delantero nunca vistió la camisa de Alajuelense o Saprissa, aunque ambos equipos lo quisieron. La respuesta la tiene su madre.

“El consejo de nosotros nunca fue que no fuera a esos equipos; lo que pasa es que esos equipos lo buscaron y Mayron era menor de edad, y ahí yo sí intervine, porque para mí el fútbol es complemento del estudio, pero lo primero es el estudio. Si él se iba a jugar a San José, me dejaba el colegio, y eso no lo queríamos”, dio a conocer.

Desde el hogar George Clayton, sin duda, lo que destacan es que, pese a lo poco que se ha seguido a Mayron en su país, él nunca decayó ante la adversidad y, por el contrario, consiguió lo que pocos logran: mantenerse por mucho tiempo fuera de Costa Rica.

Kenneth Barrantes, otro entrenador que trabajó con George en sus primeros pasos, destacó que lo que Mayron le puede dar a la Selección debe analizarse más a fondo, sobre todo en una ofensiva compuesta por delanteros rápidos y desequilibrantes como Manfred Ugalde o Warren Madrigal, pero que no son tanto de choque.

“Las condiciones y biotipo no han sido aprovechados del todo, teniendo en cuenta los rivales de Centroamérica. Se han llevado jugadores con características menores de ‘9′ y, para mí, hemos desaprovechado un jugador que tiene mucha capacidad y que lo ha demostrado”, dijo.

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“Lo que pienso es que le ha faltado un voto de confianza. Todos los jugadores encuentran gente que confía en sus capacidades, gente que ve las condiciones y el trabajo. En algún momento, le pudo haber pasado factura estar cambiando de equipos, pero sigue siendo un talento rescatable”, añadió.

Mayron le ha dicho a sus cercanos que no pierde la ilusión de ir a un mundial con Costa Rica, pero para no ‘atormentarse’ más, ha preferido centrarse en su evolución profesional. En la actualidad, en Israel, en el Beitar Jerusalén, el tico sumó ocho celebraciones y jugó más de 1.200 minutos.

“Mayron, por todo lo que fue en su momento, pensamos que sería el próximo Winston Parks”, finalizó Allen.

Mayron George está a punto de lograr una meta: 10 años jugando fuera de Costa Rica, aunque en su nación pareciera que pasa desapercibido.

“Es el mismo Mayron, pero el futbolista es muy diferente, con una madurez extraordinaria. Aunque Mayron, para nosotros como familia, siempre será nuestro bebé grande”, concluyó Rosemary Clayton.

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