El Gobierno maniobra para aprobar antes los Presupuestos que el ‘concierto’ para Cataluña
El Gobierno ha trazado una hoja de ruta para intentar consensuar los Presupuestos Generales del Estado: retrasar la votación sobre la nueva financiación de Cataluña y llevar antes al Congreso de los Diputados las cuentas de 2025. Esquerra Republicana ya ha amenazado con tumbar el proyecto si el Partido Socialista no cumple con el concierto económico pactado para investir a Salvador Illa, pero tanto en Ferraz como en Moncloa ven muy complicado aunar una mayoría en la Cámara Baja que dé el visto bueno al nuevo régimen de financiación.
Convencer a ERC de ganar tiempo
No solo Junts —fundamental para conseguir los 176 síes— ha manifestado su rechazo frontal al ‘concierto’ catalán. De hecho, en el Gobierno preocupa más la rotunda negativa de formaciones como Compromís, BNG, el CHA, Más Madrid… Casi la totalidad de los partidos regionalistas integrados en Sumar llevan años reclamando una mejora en la financiación de sus comunidades autónomas —menos ricas que Cataluña—. De ahí que el Ejecutivo haya intentado aplacar las quejas comprometiéndose a revisar el sistema de financiación de todas las comunidades.
En Sumar sí apoyan lo pactado entre el PSC y ERC, y el sí de En Comú Podem —integrada en la formación de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz— en el Parlament resulta clave para que Illa consiga ser investido. Pero hay diferentes pulsiones dentro de la formación, y ninguna se someterá al dictado de la dirección nacional. Cada una presume de voz y voto propios y el apoyo de los miembros de Sumar en el Congreso no garantiza que los parlamentarios de Compromís —que ha hecho de la “infrafinanciación de la Comunidad Valenciana” su principal bandera— vayan a secundar la reforma.
El Gobierno y el Grupo Socialista tienen por delante una tarea que, según admiten, les llevará “semanas, si no meses”. Llevar el nuevo régimen económico de Cataluña a votación antes de tiempo dificultaría mucho conseguir el sí de todos estos partidos. Por eso, el Ejecutivo y Ferraz están intentando convencer a Esquerra de no llevar al Congreso la reforma ni en septiembre ni en octubre, y ganar tiempo para convencer al resto de partidos del Hemiciclo.
Asegurarse los Presupuestos
En Moncloa quieren evitar prorrogar las cuentas un año más. El adelanto electoral en Cataluña el pasado marzo hizo renunciar al presidente a elaborar siquiera un proyecto que ya estaba avanzado. Ahora la aritmética parlamentaria se antoja casi igual de complicada. Casi todos los socios del PSOE en la Cámara Baja han manifestado su oposición al ‘cupo catalán’ acordado con ERC. A su vez, los republicanos exigen cumplir el acuerdo para apoyar los Presupuestos —que se presentan en octubre—. Para ello, el Congreso debe aprobar la reforma de la ley de financiación de las comunidades autónomas (LOFCA) en septiembre, y en el Ejecutivo dan por imposible esta misión.
Las exigencias de los republicanos dejan a los socialistas con apenas un mes para convencer a todos los socios parlamentarios de que apoyen el nuevo régimen económico de Cataluña. Un tiempo que en Moncloa prevén del todo insuficiente para persuadir a PNV; Bildu, Compromís, Más Madrid, BNG, el CHA, Coalición Canaria, Junts…
En Moncloa consideran que, si ceden y abordan la votación ahora, el Congreso tumbará lo pactado con ERC y enterrará el sí de los republicanos a los Presupuestos. Por eso, el plan del Ejecutivo busca darle la vuelta al órdago de Esquerra: llevar antes al Congreso los Presupuestos y obligar a ERC a votar “sí” para seguir adelante con el ‘concierto catalán’.
Revisión del modelo de financiación
Moncloa ha tratado de situar el acuerdo como la primera piedra de un plan para reestructurar la simbiosis económica entre el Estado y todos los territorios.
Desde el Ministerio de Hacienda aseguran que habrá reuniones con otras formaciones y gobiernos regionales para tratar las singularidades de cada uno y afrontar una reforma profunda del sistema de financiación de las autonomías “que lleva años pendiente”.
ERC no cede
Los republicanos quieren aprobar cuanto antes su acuerdo con el PSC, conscientes de que necesitan venderlo como una victoria frente al constitucionalismo y jugar la baza de tumbar los Presupuestos si el PSOE no cumple. Las palabras de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, negando que se trate de un “concierto económico” como el de País Vasco o Navarra, levantaron ampollas en las filas republicanas, que amenazaron con retirar el apoyo a Sánchez en cualquier votación parlamentaria.
En Sumar admiten que la aprobación del nuevo régimen de financiación “va a condicionar toda la agenda parlamentaria”, incluidos los Presupuestos. Los socios de Gobierno ven complicado conseguir aprobar las cuentas antes de que se tramite el pacto PSC-ERC, y ya se preparan para convencer en tiempo récord a sus socios parlamentarios de que apoyen cambiar la LOFCA.
Fuentes de Hacienda no descartaban prorrogar los Presupuestos a comienzos del verano, pero aseguraban que el objetivo número uno pasaba por retomar el trabajo avanzado a principios de este año, y conseguir un acuerdo de mínimos, comprometiéndose con el resto de formaciones a aprobar vía enmiendas todas sus peticiones, como adelantó ECD.