Los elogios de Trump y Musk a Milei
Los elogios realizados por el candidato republicano estadounidense y el primer empresario en materia de innovación a nivel global para el presidente argentino Javier Milei, refuerzan su alineamiento con la "derecha radical" que ha surgido en el mundo occidental en la última década.
No es un hecho nuevo ni mucho menos. Cuando a fines de 2021 Milei irrumpe en la política argentina como diputado nacional y un año y medio después inicia su campaña presidencial, lo hizo con un lema que lo decía todo: "Yo soy Trump, Bolsonaro y el partido Vox de España en Argentina". Lo hizo en un momento en que apostar por el expresidente estadounidense, el expresidente brasileño y el partido de ultraderecha español no sólo parecía una fantasía, sino también un error político.
Pero los dos años y medio siguientes, por lo menos en términos políticos, fue un acierto. Trump compite por la candidatura presidencial para la elección del 5 de noviembre de 2024. Bolsonaro se ha recuperado en las encuestas y, más allá de los impedimentos judiciales a su candidatura, su fuerza política se mantiene vigente y con posibilidades de ganar municipios importantes en la elección de medio mandato que tendrá lugar en octubre de este año. La extrema derecha española ha mostrado que sigue vigente en las elecciones para el Parlamento Europeo realizadas a mediados de este año.
Ya como presidente en ejercicio, Milei se hizo presente en Estados Unidos, participando en un acto electoral de Trump y abrazándose con él. Visitó Brasil, respaldando a Bolsonaro al iniciar su campaña para las municipales de octubre. También estuvo en España, apoyando a su "amigo" Abascal al iniciar su campaña para las elecciones europeas. Ratificó así en plenitud su definición político-ideológica de dos años y medio antes.
Trump ha ratificado su apoyo al presidente argentino. Dijo públicamente que Milei estaba haciendo las cosas bien, achicando el gasto, bajando la inflación y destacando la orientación positiva de su gestión. Esta definición fue realizada en el marco de un encuentro que mantuvo el candidato republicano con Elon Musk, uno de los hombres más ricos e innovadores del mundo.
Ya desde que Milei ganara las PASO en agosto de 2023, Musk comenzó a dar señales favorables al entonces candidato libertario a través de sus mensajes en X (la ex Twitter que hoy es de su propiedad). Tras el triunfo de Milei, estas señales fueron reiteradas. Lo concreto es que desde el 10 de diciembre de 2023, cuando se inició la Administración Milei, éste ha estado reunido un minuto y medio con Trump y seis horas con Musk, quien lo ha elogiado repetidas veces y en marzo de 2025 visitaría la Argentina.
En una visión de largo plazo, Musk es más importante que Trump para el líder libertario. Se trata del primer empresario privado en la carrera espacial (el tema central para la humanidad en el largo plazo), donde con su empresa Space X ha realizado proyectos que parecían inalcanzables para la NASA, como el cohete reutilizable.
Entre sus iniciativas está Neuralink, empresa que busca ampliar la capacidad del cerebro humano con la colocación de chips en el mismo. Starlink es su instrumento para el rubro satelital, que lleva la delantera en este campo. XIA es su conglomerado para competir en inteligencia artificial con una alianza entre Microsoft y Amazon. The Boring Company es su emprendimiento para excavar vías de comunicación entre las ciudades, el cual también se enfoca en el largo plazo con la construcción de ciudades en el espacio. Tesla, su empresa de autos eléctricos, que en general es considerada la más importante por el público, es sólo una de las diversas iniciativas enfocadas en el futuro.
La visión de Musk sobre Milei se vincula con la idea del empresario sobre la transformación de la política. Desde sus filas -que abiertamente han tomado partido por Trump como ha hecho Milei- se plantea que la "tecnopolítica" es la nueva forma que debe adquirir la política en el mundo occidental, la cual se encuentra en crisis. Se trata de incorporar los grandes cambios que ha introducido la tecnología en las últimas décadas para transformar y mejorar el sistema de representación política.
Desde las filas del progresismo se denomina en cambio a este fenómeno como "tecnofeudalismo" y se lo cuestiona fuertemente por considerarlo una nueva forma de dominación capitalista. Musk tiene cincuenta y dos años y doce hijos. Considera que la humanidad necesita crecer dado desafíos como el envejecimiento y la misión de poblar el espacio. Milei tiene cincuenta y cuatro y percibe a Musk como un empresario poderoso que puede ayudarlo a traer inversiones con su imagen de "celebrity".
Pero quizás el presidente argentino no percibe todavía la amplitud de posibilidades que le abre la simpatía de Musk, quien lo considera una suerte de adelantado de la "tecnopolítica". La gran concentración que pone Milei en las redes sociales que opera directamente dos horas y media diarias, y la prioridad que da a éstas en su construcción política, son algunas manifestaciones de ello.
En los últimos meses Musk ha hecho reiteradas referencias a la Argentina, pero con Lula ha protagonizado un fuerte conflicto. Musk anunció el 17 de agosto el cierre de su oficina en Brasil. Acusó al miembro de la Suprema Corte Alexander de Moraes de "amenazar con detener" a sus representantes legales si no acatan las resoluciones judiciales. En X, la plataforma propiedad de Musk, afirmó en un comunicado que De Moraes "no respeta la ley ni el debido proceso" al cursar órdenes de "censura" para prohibir contenidos.
Argumentó el empresario en esa comunicación que cierra la oficina para "proteger" sus empleados, aunque aseguró que la plataforma encontraría la forma de seguir funcionando en Brasil. Agregó que "sus acciones (las de De Moraes) son incompatibles con un gobierno democrático". Dice también que de no acatar las órdenes cursadas por De Moraes, el representante de X en Brasil enfrentará una multa diaria de veinte mil reales (unos tres mil seiscientos dólares) y prisión por desobediencia. Según lo difundido en esta red social, el magistrado amenazó en secreto a uno de sus representantes legales con arrestarlo si no cumplía las órdenes judiciales de retirar contenidos.
En otra comunicación, Musk dijo que el magistrado "debe irse" y apoyó los llamados de la derecha brasileña, liderada por Jair Bolsonaro, a iniciar un proceso de "impeachment" (juicio político) en su contra. De Moraes lleva adelante un juicio contra Bolsonaro por presunta participación en un intento de golpe de Estado tras perder las elecciones ante Lula. Por su parte, Javier Milei tomó partido por Musk y criticó que De Moraes haya dado orden de censurar cuentas, entre ellas la de Fernando Cerimedo, asesor del presidente argentino. Su embajada había puesto a disposición de Musk su sede en Brasil para refugiar a los empleados de X amenazados.
Pero para Milei, en el corto plazo Trump es una suerte de apuesta a todo o nada. Su eventual triunfo daría al presidente argentino una perspectiva de crecimiento político-global muy importante, en un contexto en el cual dominan en América Latina los presidentes progresistas (Brasil, México, Colombia, Chile, etc.) y tienen un lugar central las dictaduras de izquierda (Cuba, Nicaragua, Venezuela y en menor medida Bolivia y Honduras). Milei políticamente se consolidaría como líder de la derecha en América Latina.
Sin que exista perspectiva de un apoyo financiero masivo como el que Trump dio a Mauricio Macri a través del Fondo Monetario Internacional, la relación Trump-Milei lo ayudaría a ganar confianza en mercados e inversiones. Si ganara la candidata demócrata, la situación sería a la inversa. El diálogo con Washington se enfriaría y las dificultades económicas serían mayores, en momentos en que la Argentina pugna por reencauzar su economía y avanzar con las reformas.
En definitiva, no es usual que personalidades como Trump en la política estadounidense y Musk en lo económico y empresario, se refieran en forma conjunta tan elogiosamente respecto a un presidente argentino. La oportunidad de Milei se amplía, pero también su tendencia a apostar al todo o nada en política es peligrosa.