Las excusas del dopaje: sexo, drogas, café y un ciervo almizclero
Si eres deportista y detectan una o varias sustancias dopantes en tu cuerpo, ¿hasta dónde estás dispuesto a llegar, o a fabular, para intentar regatear la correspondiente sanción? Unos tienen suerte y les perdonan. Otros, no. La imaginación y el ingenio humanos son infinitos. Pasen y lean. Jannik Sinner , número 1 del tenis mundial, dio positivo en clostebol dos veces en otros tantos controles que le hicieron el pasado mes de marzo. No se supo hasta hace unos días porque no pasó nada. Se había librado de un castigo que podría llegar a cuatro años de suspensión. El italiano alegó que su fisioterapeuta tenía un corte en un dedo, se estaba aplicando una pomada que contiene ese esteroide y que al darle masaje a él (sin guantes) se produjo la contaminación. En el Mundial de fútbol femenino de 2011, cinco norcoreanas dieron positivo por esteroides. ¿Explicación? Cuando el equipo se entrenaba en una zona montañosa de su país, un rayo alcanzó a varias jugadoras. Afectadas física y psiquícamente, fueron tratadas con un remedio de la medicina tradicional oriental cuyo componente principal es el extracto de una glándula de ciervo almizclero. Los incrédulos y chistosos de turno lo tildaron de cuento chino. A la FIFA le hizo menos gracia la historia y les impuso unas sanciones de entre 14 y 18 meses de suspensión. En 1983, el ciclista holandés Adrie van der Poel dio positivo en estricnina. ¿Por qué? Según dijo, por comer pastel de carne de paloma. Su padre criaba esas aves columbiformes y sirvió dicho manjar en una cena familiar. Los comisarios se tragaron la excusa. No hubo castigo. No tuvo tanta suerte el español Alberto Contador . Dio positivo en el Tour de 2010. Le detectaron una cantidad ínfima de clembuterol, que él atribuyó a un chuletón de carne. Como el madrileño se había zampado la prueba, no hubo forma de demostrarlo. Tuvo que cumplir dos años de sanción. Más de ciclistas, deportistas que protagonizan los casos más numerosos. En 1994, Gianni Bugno dio positivo por cafeína. «Soy italiano. ¿Es que no sabe que tomamos mucho espresso?, se defendió. «Pero no mil cafés al día», le contestó el comisario con el tubo de orina analizada en la mano. Le cayeron dos años de suspensión, reducidos poco después a tres meses. El también corredor italiano Gilberto Simoni dio positivo por cocaína en dos controles consecutivos en 2002. El primero lo achacó a una inyección que le puso su dentista. El segundo, a unos caramelos para el dolor de garganta que, elaborados en Perú , le dio una tía suya. La comisión de disciplina de la Federación italiana le declaró inocente, pero la dirección del Tour de Francia expulsó a su equipo, el Saeco. Uno de los más famosos episodios relacionados con las llamadas drogas sociales lo protagonizó Dock Ellis en 1970. El 'pitcher' (lanzador) de los Pittsburgh Pirates , equipo de béisbol norteamericano, eliminó a todos los bateadores rivales sin que ninguno de ellos fuese capaz de golpear ni una de sus bolas. Las crónicas de la época decían que Ellis «parecía flotar». Y así era. En 1984 confesó que aquel día iba «colocado». Antes del partido había ingerido una considerable cantidad de LSD, una potente sustancia psicodélica. También increíble es la historia de Tyler Hamilton , otro ciclista. En 2004, el estadounidense fue el primer positivo de la historia por homotransfusión. Es decir, por sus venas circulaba sangre de otra persona, algo que solo tiene cuatro explicaciones científicas: trasplante de médula, enfermedad, hermano gemelo desaparecido y quimerismo (células genéticamente diferentes). Tyler optó por la opción de un gemelo que jamás se le había conocido. Contó que existía la posibilidad de que su feto hubiese convivido durante varias semanas con el feto de un supuesto hermano que luego murió. No tenía pruebas y fue suspendido durante dos años. En 2011 confesó su adicción al dopaje sanguíneo sistemático durante años y, de paso, confirmó que su compatriota y compañero Lance Amstrong realizaba idénticas y prohibidas prácticas. Hablando de fetos, en 2005 la tenista Sesil Karatancheva justificó una alta concentración de nandrolona en su cuerpo diciendo que estaba embarazada. Desafortunadamente para la búlgara, el pertinente análisis demostró que era mentira. Cumplió dos años y medio de sanción. El que sí 'estaba' encinta fue Donell 'DJ' Cooper . En 2018, el jugador de baloncesto estadounidense quiso engañar a los comisarios y les entregó una muestra de orina de su embarazada esposa. Al padre de la criatura le cayeron dos años de suspensión. Similar castigo cumplió Dennis Mitchell ... por practicar sexo en exceso. Al menos, eso afirmó él cuando en 1998 dio positivo por testosterona. «Bebo mucha cerveza y hago el amor con intensidad y frecuencia. Sin ir más lejos, cuatro veces anoche», adujo el atleta estadounidense. La Federación de su país le creyó y le absolvió. La Federación internacional (IAAF), no. Daniel Plaza , marchador y campeón olímpico español, dijo que la nandrolona de su cuerpo provenía de la práctica de sexo oral con su esposa embarazada. En principio, no coló. Años después fue exonerado por defecto de forma.