Dos encapuchados atracan a punta de pistola a un repartidor de comida a domicilio en Los Palacios
Dos encapuchados armados atracaron el pasado fin de semana en Los Palacios y Villafranca a un repartidor de comida a domicilio de un conocido establecimiento del pueblo con la intención de robar el dinero recaudado. Los hechos tuvieron lugar el pasado sábado a las 23.00 horas en la Avenida Oslo , muy cerca de donde se está construyendo la futura piscina cubierta municipal y a escasos metros del recinto donde dentro de exactamente un mes se celebrará la feria de la localida d . El motorista acababa de dejar un pedido en uno de los pisos del número 38 de la citada vía, y justo cuando salió al portal para montarse en su vehículo y continuar con el reparto fue asaltado por dos jóvenes ataviados con pasamontañas y armados con una pistola y un cuchillo , respectivamente. « Me pidieron la riñonera , querían el dinero. Intentaron intimidarme gritándome y apuntándome con las armas que portaban. Aunque no se les veía la cara, puedo asegurar que eran dos chavales muy jóvenes », explica a este periódico el trabajador que sufrió el ataque. Tras vivirse momentos de mucha tensión y un forcejeo, el repartidor lanzó un puñetazo a uno de los encapuchados y logró zafarse, consiguiendo huir en su moto a toda velocidad. Una vez que se sintió a salvo llamó por teléfono a la Policía Local para informar del suceso (no quiso denunciar para evitar represalias), y desde la Jefatura le informaron de que en ese momento no había patrulla disponible para desplazarse hasta el lugar de los hechos. Una circunstancia esta última ligada directamente a la situación que viene arrastrando el colectivo de la Policía Local del municipio, con un número de agentes muy por debajo de la ratio que corresponde a un pueblo que frisa con los 39.000 habitantes , a los cuales el Ayuntamiento adeud a las horas extraordinarias por noches, festivos y gratificaciones de los últimos ocho meses (en torno a 10.000 euros por agente) , derivando todo ello «en malas condiciones de trabajo y una desmotivación generalizada de la plantilla», tal y como reconocieron a este periódico . La falta de efectivos policiales está generando inseguridad entre los vecinos. Un ejemplo claro es la decisión que ha tomado el propietario del establecimiento al que pertenece el repartidor atracado: «Llevo unos meses meditando acerca de si merece o no la pena seguir prestando el servicio de reparto a domicilio por la noche debido a la inseguridad existente, pero este último episodio me ha hecho tomar la decisión de manera definitiva, desde ya dejamos de repartir en horario nocturno».