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Ramiro Castiñeira habla de todo: "La Argentina eligió la autodestrucción en democracia"

Hace más de una década que Ramiro Castiñeira viene defendiendo las ideas liberales desde la consultora que dirige, Econométrica. Por eso no sorprende que en los últimos meses se haya convertido en uno de los economistas más escuchados por Javier Milei y miembro -ad honorem, él mismo aclara- del Consejo de Asesores del presidente.

El economista asegura que estos días de notoriedad no le hicieron crecer su cartera de clientes.

"Argentina eligió la autodestrucción en democracia", dice enfáticamente Castiñeira, quien remarca el concepto: "Argentina, a diferencia de Venezuela y Cuba, en democracia decidió salir de la cultura del trabajo y meterse en la cultura de la dádiva del Estado, apostó al socialismo de manera democrática y así también cuando se encontraba con el agua al cuello, de manera democrática, decidió salir".

Para el director de Econométrica, se llegó a esta situación después de décadas de decadencia "monstruosa". "La Argentina abandonó las ideas de la libertad allá por 1930, estamos hablando de un siglo donde la Argentina apagó el motor de crecimiento".

Como antecedente más cercano, el economista apunta todos los cañones al "peronismo" como el responsable de la situación en la que Javier Milei recibió el país. "El plan platita dejó 50% de argentinos bajo la línea de la pobreza y el otro 50% terminó subsistiendo con salarios de US$ 300", dice.

Castiñeira da números acerca del déficit fiscal que dejó Alberto Fernández, US$ 90.000 millones, "son dos préstamos del FBI de 2018", todo principalmente de emisión monetaria, que -asegura el economista- llegó a los US$ 60.000 millones "lo que hizo volar la inflación y que la Argentina termine a las puertas de una hiper".

El cambio, señala Castiñeira, "no es solo un cambio de presidente, sino que se está saliendo del bipartidismo que caracterizó a las Argentina por años: peronista y radicales".

Sobre Mauricio Macri, quien acaba relanzar el PRO y negó una fusión con la Libertad Avanza, el consejero del Gobierno afirma: "Tuvo una lectura correcta de lo que estaba sucediendo pero, evidentemente, después en su actuar no se alejó de la idea de administrar el mismo modelo económico. Recién ahora con Javier Milei no solo se tiene la intención de salir, sino que se está saliendo".

Lo que significó el cambio para uno de los economistas más escuchados por Javier Milei 

¿Ajuste y rebote?

Si bien el Gobierno ya entró en la Fase 2, "no hay Fase 2 sin 1", asegura Castiñeira. "Lo que se hico fue un ajuste del déficit fiscal de magnitudes colosales, un ajuste que nunca se hizo en la historia, un tercio del gasto público lo que permitió apagar la maquinita".

Para el director de Econométrica, que para julio había pronosticado un 4% de inflación, "el ajuste del gasto público permitió sacar el impuesto inflacionario sobre los argentinos, con lo cual el riesgo de hiperinflación se terminó".

El experto asegura que a fin de año la inflación va a llegar a "1%, 1% y monedas". "Estructuralmente la macroeconomía Argentina se acostumbró a vivir con inflación, porque se había acostumbrado a vivir con déficit y emitía monetaria para financiarlo. Todo eso ya se terminó y, en consecuencia, la moneda se va a estabilizar y, cuando eso pase, se estabilizan los precios", explica.

A la hora de detallar cuándo arranca la economía, el miembro del Consejo de Asesores aclara: "La economía se frenó no por intentar corregir las cuentas públicas y buscar que la inflación sea cero, sino justamente por lo contrario, por el desquicio del gobierno saliente que llevó la inflación al 300%".

"Ahora es seguro volver a la ruta", enfatiza el economista, quien hace una analogía de la inflación con un banco de niebla que no permite ver el horizonte y que obliga a los conductores a salir de la cinta asfáltica y quedarse frenados a un costado con balizas.

Sin nombrar ninguna letra, V, U, L; el experto recurre al consenso que hay en las expectativas del mercado. "El relevamiento que hace el Banco Central, el REM, está hablando para el año que viene de un crecimiento económico entre el 3% y el 4% y una inflación que bajaría del 300% a menos de 40 por ciento", señala.

Y suma las proyecciones del banco internacional Morgan Stanley da una inflación por debajo del 30 por ciento. "Te digo más, seguramente el 30% se queda larguísimo porque la inflación en la Argentina va a ser todavía más baja", da su proyección el economista, que se entusiasma: "No hay una sola proyección de una consultora que no esté hablando de crecimiento y no hay una proyección de al menos una consultora que no esté hablando de inflación por debajo del 50%".

El rebote que el economista anuncia para el año que viene se dará aún son grandes inversiones, asegura el economista, porque -dice- venimos de dos años de caída económica.

"El rebote estará apuntalado por la baja de la inflación, la recuperación del salario real y la recuperación del crédito a privado. La Argentina dejó de pedirle plata a los bancos y, por lo tanto, éstos ahora le van a prestar plata a la gente", detalla.

Según Castiñeira, el RIGI (Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones) va a permitir que se acelere el proceso de inversiones. "La Argentina inventó durante una década millones de trabas sobre la macroeconomía, todas anti empresas que hacen imposible que se puedan invertir. Con el RIGI se busca igualar las condiciones de inversión de la Argentina con la de los países de la región".

De esta forma, si la recuperación económica se mantiene de manera sostenida y gracias a las inversiones, para el economista no hay duda de que el nivel de pobreza puede caer drásticamente.

"Porque eso implica que el salario de US$ 300 que dejó el peronismo podría volver los niveles normales de un país latinoamericano, con un piso US$ 1000".

"La gran oportunidad de la Argentina es que, como todavía disponen de democracia, dijo basta a ese modelo empobrecedor y empezó a apostar nuevamente por las ideas de la libertad. Ya se tocó piso, ahora empieza la recuperación", concluye.

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