Ingeniera de la UNAC triunfa como investigadora en Reino Unido, pero en Perú estaba 'sobrecalificada': "Trabajé gratis en la UNI"
En un mundo donde las oportunidades educativas y profesionales en Perú pueden ser limitadas, muchos compatriotas han encontrado en el extranjero el escenario ideal para alcanzar sus sueños. Este es el caso de Julita Inca Chiroque, destacada profesora y líder de la comunidad investigadora en la Universidad Queen Mary de Londres, quien es un claro ejemplo de ello.
En una entrevista exclusiva para La República, cuenta que tras dejar su tierra natal en busca de un futuro mejor, ha recorrido casi 35 países y ha obtenido más de 15 becas internacionales, por lo que superó obstáculos y destacó en un campo tradicionalmente dominado por hombres.
¿Dónde nació y estudió Julita Inca Chiroque?
De padre ayacuchano y madre piurana, Julita Inca Chiroque nació en Bellavista, Callao. Estudió Ingeniería de Sistemas en la Universidad Nacional del Callao (UNAC) y luego ganó una beca en la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) para estudiar una maestría en Ciencias de la Computación.
¿Cómo comenzó su carrera internacional y qué logros alcanzó?
Poco después de completar su maestría, Julita logró ser una de las 8 ganadoras del concurso internacional GNOME, lo que le permitió viajar a Cincinnati, en Ohio (EE. UU.), donde comenzó a dar conferencias de Linux, a mediados del 2012. Gracias a este programa académico, viajó a más de 30 países, incluyendo Europa, Asia y América. Su desempeño fue tan destacado que fue nombrada embajadora de Fedora Linux.
¿Por qué decidió regresar a Perú y cómo fue su experiencia en IBM?
Tras sus largos viajes, Julita decidió regresar a Perú y comenzó a trabajar como especialista Linux en el International Business Machines Corporation (IBM). Sin embargo, después de dos años, se propuso hacer un doctorado, pero enfrentó un obstáculo significativo: no lograba pasar el examen de inglés necesario para ingresar a una universidad en Estados Unidos, a pesar de intentarlo más de 20 veces.
Determinada a no rendirse, Julita tomó todos sus ahorros y se mudó a California para aprender inglés. Se dedicó completamente a estudiar el idioma, desde las 9 de la mañana hasta las 5 de la tarde, lo que finalmente le permitió superar esta barrera.
¿Qué sucedió al regresar a Perú después de su experiencia en Estados Unidos?
Al regresar a Perú, Julita se encontró con una realidad desalentadora: no podía encontrar oportunidades laborales, ya que muchas empresas la consideraban "sobrecalificada" y no estaban dispuestas a pagarle. Sin más opciones, comenzó a trabajar gratis en la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) como investigadora, donde se unió a varios grupos de investigación.
Posteriormente, Julita postuló al programa Women in High Performance Computing en Alemania, donde ganó con uno de sus proyectos. Tras su regreso a Perú, esta vez la UNI la contrató como profesora en la Facultad de Ciencias, y luego se incorporó a la Universidad San Ignacio de Loyola (USIL).
¿Cómo fue su desarrollo profesional en el extranjero?
Desde muy joven, Julita Inca Chiroque tuvo claro que estudiar y trabajar en el extranjero era uno de sus grandes objetivos. Durante las conferencias que ofrecía, solía dejar su currículum, lo que le abrió las puertas al Oak Ridge National Laboratory en Estados Unidos, donde trabajó en la supercomputadora más rápida del mundo. A pesar de su éxito, Julita enfrentó desafíos como el machismo en el ambiente laboral, pero nunca se dejó intimidar.
Luego, obtuvo una beca para estudiar una maestría en la Universidad de Edimburgo, y tras completar sus estudios, trabajó en la Autoridad para la Energía Atómica del Reino Unido, en Oxford, uno de los logros más importantes de su carrera.
¿Cómo ha sido su experiencia en Inglaterra?
Julita continuó buscando oportunidades y consiguió un puesto en la Universidad Queen Mary de Londres, donde actualmente lidera la comunidad investigadora. Aunque se ha adaptado bien a la vida en Inglaterra, reconoce que fue un proceso difícil.
A lo largo de su carrera, Julita ha obtenido alrededor de 15 becas y ha trabajado en algunas de las empresas tecnológicas más importantes del mundo, pero aún tiene muchos sueños por cumplir. Su fe en Dios ha sido su fortaleza para superar los momentos difíciles, especialmente al estar sola en un país extranjero.