Familias jóvenes, con estudios y desempleadas, el perfil mayoritario en la vuelta a las Escuelas Infantiles de Casa Caridad
Una vez más las Escuelas Infantiles de Casa Caridad ubicadas en Torrent, Benicalap y Pechina le dan la bienvenida al nuevo curso escolar y acogen a 148 menores entre 1 y 3 años de edad en riesgo de exclusión social. La Asociación continua con su labor en el ámbito educativo atendiendo a las familias en situación de vulnerabilidad a través de sus Centros de Educación Infantil de primer ciclo, con un enfoque integral que aborda tanto las necesidades educativas de los niños como las situaciones de riesgo a las que se enfrentan sus progenitores. El objetivo de Casa Caridad es ofrecer una educación en igualdad de condiciones, atendiendo a todo tipo de familias y realizando una intervención social integral. «En nuestros centros, los niños y niñas reciben una educación de calidad siguiendo los objetivos y contenidos del primer ciclo de educación infantil que marca la Conselleria de Educación haciendo especial hincapié en la mejora de los hábitos de higiene, alimentación y descanso y prestando una mayor atención a los aspectos relacionados con el desarrollo de habilidades sociales. Además, el curso pasado incrementamos el número de profesionales para atender a niños y niñas con necesidades educativas especiales, a sus familias y ofrecer una enseñanza y atención de calidad», explica Luis Miralles , presidente de Casa Caridad. La Asociación es líder en el ámbito socioeducativo de las personas en situación de vulnerabilidad, y para que los niños y niñas puedan aprender y desarrollarse correctamente, Casa Caridad ofrece todos los servicios de manera gratuita entre los que se encuentran el comedor escolar, uniformes, material escolar, actividades complementarias y extraescolares programadas durante el curso, escuela de verano, así como el programa de intervención social y acompañamiento dirigido a los padres y madres del alumnado. Perfil de los progenitores Las familias que solicitan plaza en las escuelas de Casa Caridad se encuentran en una situación de vulnerabilidad, ya que 1 de cada 3 progenitores cuenta con estudios, pero el 59% de ellos se encuentra desempleado. Además, el 18% está trabajando con contratos temporales y con ingresos insuficientes o tiene empleos esporádicos dentro de la economía sumergida. Las viviendas de alquiler siguen siendo el principal recurso que utilizan 2 de cada 4 familias, pero un 24% arrastra deudas relacionadas con el alquiler o los servicios básicos. La Asociación destaca que el 14% de las familias que solicitan plaza en las Escuelas Infantiles residen temporalmente en centros de acogida. En relación con los progenitores, el 69% de las familias son biparentales, aunque estas cifras varían en función de si se trata del centro de Pechina, Benicalap o Torrent . De acuerdo al número de menores a su cargo, el 40% de las familias solo tiene 1 hijo/a, aunque el 37% son familias numerosas. «En Casa Caridad trabajamos con estas familias para detectar sus necesidades y abordar un plan individualizado para ayudarles a mejorar su situación actual y la de sus hijos e hijas. Hay que tener en cuenta que las circunstancias de las familias que acuden a nuestros centros escolares son muy distintas, pero el departamento de Trabajo Social hace todo lo posible para conseguir que estos padres y madres consigan una estabilidad que les proporcione un futuro mejor y más esperanzador», explica Luis Miralles, presidente de Casa Caridad. Formación para las familias más vulnerables El año pasado, Casa Caridad atendió a 864 personas entre beneficiarios directos e indirectos (alumnado y sus familias) a través de las tres escuelas infantiles de la Asociación y los Programas Escuela Familia. Para el inicio de este nuevo curso, Casa Caridad ha realizado entrevistas a 130 familias interesadas, 9 más respecto al año anterior. «A través de estos programas podemos trabajar con las familias ayudando a reducir los factores de riesgo que llevan a estas familias a situaciones de exclusión social, mediante el fortalecimiento de sus capacidades y el desarrollo de habilidades que favorezcan su autonomía e inclusión», explica Pablo Yániz , Trabajador Social de Casa Caridad. La formación que Casa Caridad ofrece a los padres y las madres aborda áreas clave como la salud, la educación, la vivienda, la capacitación laboral, y las relaciones familiares y sociales. «A través del trabajo coordinado entre el equipo de Trabajo Social y el personal educativo buscamos mejorar el bienestar físico, psíquico y social de las familias, especialmente de los menores, quienes son el foco de una intervención preventiva para evitar situaciones de riesgo», concluye Pablo Yániz., Trabajador Social de Casa Caridad. «Las Escuelas Infantiles son la gran esperanza de Casa Caridad. Hemos visto muchos casos en los que con el apoyo de la asociación se ha logrado crear un hogar para sus hijos y una vida normalizada», concluye Luis Miralles, presidente de Casa Caridad.