Los gobernadores definen quién se queda con una caja millonaria alternativa
En tiempos de dispersión, atomización y pocos recursos unificar a la oposición en torno a una caja de $ 100.000 millones para inversiones, pero a la vez una caja de resonancia política, aparece como una tarea difícil. Independientemente de sus filiaciones partidarias lo admiten quienes este martes confrontan por la titularidad del Consejo Federal de Inversiones (CFI), un organismo clave para los gobernadores que sufren la motosierra de Javier Milei. Cada distrito aporta una tasa de entre 0,5 y 0,75% del monto que le corresponda en concepto de coparticipación.
El intento de Juntos por el Cambio por desplazar al peronismo -que históricamente condujo el CFI- y en esta oportunidad a Ignacio Lamothe, allegado al senador Eduardo 'Wado' de Pedro, activó una estrategia de defensa y el adelantamiento de la votación interna.
La sesión arrancará a las 10 de este martes en las oficinas cercanas a Retiro con la presencia de la mayoría de los gobernadores o un representante debidamente avalado por nota. Son 22 los convocados: actualmente no forman parte del organismo ni San Luis y ni la Ciudad de Buenos Aires.
Desde hace 21 años Gildo Insfrán, gobernador de Formosa, está al frente de la asamblea del CFI, un cargo que debería renovarse anualmente a diferencia del Secretario General que se renueva cada cuatro años. Alertado sobre el planteo de sus pares de la UCR y del PRO, que en la última elección ganaron mayoritariamente en todo el país, el formoseño adelantó un mes la renovación.
De un lado quedó Lamothe que cuenta con apoyo de los mandatarios de Unión por la Patria y varios aliados. Del otro lado no hay uno sino tres candidatos que dividen los votos y dificultan la unidad de la oposición.
Además de Insfrán a Lamothe lo apoyan Axel Kicillof (Buenos Aires); Gerardo Zamora (Santiago del Estero); Gustavo Melella (Tierra del Fuego); Sergio Ziliotto (La Pampa); Ricardo Quintela (La Rioja); y Hugo Passalacqua (Misiones). En duda hay dos peronistas que hasta anoche seguían conversando: Raúl Jalil (Catamarca) y Osvaldo Jaldo (Tucumán). El grupo contabilizaba como propio el voto del rionegrino Alberto Weretilneck y también el del salteño Gustavo Sáenz a quien a su vez contaban a su favor los opositores, En duda ponían a amigos de Gerardo Morales como su sucesor jujeño Carlos Sadir.
"No interesa la plata aunque todos lo planteen en esos términos, interesa la tribuna política" admitió ante este diario uno de los cuatro candidatos.
Adversarios por la renovación
A Lamothe lo enfrentan Felipe Alvarez, un exdiputado riojano de origen peronista que luego se alió con Juntos por el Cambio y terminó como asesor del gobernador de Santa Cruz Claudio Vidal. Dicen que tiene aval patagónico a excepción del voto de Melella.
Hasta hace unos días el más importante contendiente era Sebastián García De Luca, renunciante funcionario del Ministerio de Seguridad, amigo del diputado Emilio Monzó y hoy integrante de la mesa chica del gobernador entrerriano Rogelio Frigerio. La resistencia radical puso en duda esa pole position.
La UCR se divide entre quienes solapadamente admiten que Lamothe hizo una buena gestión mostrando equilibrio desde la llegada de Milei -visión compartida por dirigentes del PRO- y quienes promueven al asesor y consultor Gastón Douek que suma por igual rechazos y apoyos.
En el poroteo que hizo El Cronista, ninguno de los cuatro lograba los dos tercios necesarios para ganar. En ese caso debería repetirse la votación y recién en una tercera ronda se gana con la mitad más uno de los votos.
En octubre del 2020 Lamothe llegó a secretario del CFI con el respaldo unánime de los gobernadores tras el fallecimiento del histórico titular del organismo, el también peronista Juan José Ciácera.
En lo que pareció una jugada estratégica días atrás Lamothe organizó mesas de debate en las oficinas de Retiro por las que pasaron gobernadores de distinto signo, incluso hubo una mesa compartida entre Kicillof y el puntano Claudio Poggi que podría llevar nuevamente a su provincia al consejo.