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La mágica garganta natural de Andalucía de hasta 30 metros de profundidad que puedes atravesar nadando

Abc.es 
En el corazón de la provincia de Granada se encuentra uno de los secretos mejor guardados del patrimonio natural andaluz: el Barranco de la Luna . Esta impresionante garganta, esculpida por la erosión a lo largo de millones de años, se erige como un paraíso oculto para los amantes de la aventura y la belleza natural. Con profundidades que alcanzan hasta 30 metros y un entorno de aguas cristalinas que ofrecen una experiencia única para aquellos dispuestos a explorarlos. Esta maravilla geológica junto al pueblo de Saleres ha llegado hasta nuestros días por la combinación de diferentes factores naturales. Su formación comenzó hace millones de años cuando el agua, a través de un proceso continuo de erosión, comenzó a esculpir las rocas de la zona. La acción del agua sobre las formaciones de piedra caliza ha dado lugar a una serie de estrechas galerías y profundos barrancos , que se revelan ante los visitantes como un auténtico laberinto subterráneo. Las paredes del barranco se elevan hasta 30 metros en algunos tramos, creando una atmósfera espectacular. La luz que se filtra a través de las aberturas en las rocas produce un juego de luces y sombras que hace que el entorno sea aún más sobrecogedor. Atravesar el Barranco de la Luna nadando también es posible. El recorrido comienza con una caminata que prepara a los visitantes para lo que está por llegar. Las aguas cristalinas permiten ver el fondo rocoso y las formaciones subacuáticas, por lo que la sensación de nadar en este entorno es única. El trayecto a nado en el barranco no es demasiado largo y la experiencia puede variar según las condiciones meteorológicas y el caudal del agua, lo que añade un elemento de sorpresa a cada visita. Para lo que sí hay que estar preparado es para la temperatura del agua, algo habitual en cualquier ruta fluvial. En el Barranco de la Luna, el espectáculo también lo ofrece la variedad de flora y fauna del entorno. A lo largo del recorrido, es posible observar plantas adaptadas a un ambiente húmedo y rocoso, así como aves que anidan en las paredes del barranco. Llegar al Barranco de la Luna requiere una caminata inicial desde el cementerio de Saleres hasta llegar al fondo del cañón. El camposanto cuenta con aparcamiento, y desde allí se debe bajar por el arcén y continuar por un carril a la izquierda hasta unos bancales con frutales. A partir de ahí, hay que descender por un pequeño tramo y llegar al cauce. Posteriormente, continuar río arriba hasta penetrar en el cañón rodeado de una espesa vegetación fluvial. En este punto comienza el recorrido propiamente dicho, en un ambiente fresco, en sombra y con el agua por los tobillos.

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