Santiago levanta el primer muro de su Ciudad de la Salud
Levantar la nueva Facultad de Farmacia en Santiago significará más para la capital gallega que dotar a los alumnos de esta carrera, itinerantes por el campus desde hace nueve años, de un edificio que reúna de nuevo todas sus instalaciones. La misma construcción se plantea para albergar, en módulos conexos, la Facultad de Enfermería, laboratorios y un centro de investigación en Ciencias de la Salud. Farmacia será la primera losa que se plante de la Ciudad de la Salud, un proyecto concebido por la universidad compostelana (USC) que, a más largo plazo, enmarca también la rehabilitación de la facultad de Medicina o la reurbanización del campus y de la plaza del Seminario de Estudos Galegos, entre otras actuaciones. La idea de la USC no es nueva y hace años que sobrevuela, pero ahora se prepara su puesta en marcha con una inversión mixta de 24,5 millones de euros. Saldrá a licitación este año, para que el siguiente pueda comenzar a construirse y en 2027 ya se encuentre operativa. La primera fase, entonces, conlleva crear una nueva facultad para sustituir a la actual, inoperativa por problemas de contaminación por fuel y gasóleo, además de problemas con su integridad estructural. En 2010 comenzaron a realizarse trabajos de descontaminación, pero nunca llegaron a recuperarse los valores de referencia; en 2015, la USC dispuso su cierre y en 2019 paralizó los trabajos de restauración, decidiendo en 2020 que se instalaría en el nuevo complejo de la Ciudad de la Salud, próximo al CiMUS y al Hospital Clínico Universitario. Mientras tanto, su docencia se dispersó por distintas facultades de las inmediaciones. La Ciudad de la Salud se propone lo contrario: centralizar –o conectar de mejor forma– las instalaciones vinculadas a la escuela de la sanidad. Y la nueva Facultad de Farmacia será el primero de los módulos que compondrán el edificio de Ciencias de la Salud, buque insignia del mismo proyecto arquitectónico que prevé la reurbanización de la plaza del seminario de Estudos Galegos y la reorganización de la movilidad en la urbe atendiendo a la Universidad, conectando la trama urbana del campus con la zona verde que se sitúa en sus cercanías. «Cada volumen se organiza de manera autónoma, independiente, como una pieza en sí misma, pero todos se conectan y funcionan entre sí«, ha explicado este martes el equipo de arquitectos a cargo de la iniciativa, en una presentación a la que también han acudido el presidente gallego, Alfonso Rueda; el conselleiro de Educación, Román Rodríguez; y el rector de la USC, Antonio López. Los expertos han ilustrado con palabras la estampa que se proponen crear: «Se dispuso, en un orden muy sencillo, un único volumen que conecta las dos parcelas y da unidad a todo el conjunto: se trata del aulario, de una superficie estimada de 12.000 m2. Conectados a este volumen principal, a través de corredores enterrados, se sitúan tres cajas que, entre los árboles, como parte de un bosque, acogerán los laboratorios de Farmacia e investigación biomédica, así como las aulas prácticas de Enfermería«. Según ha informado la USC, el montante de 24,5 millones de euros que sacará adelante la primera fase de la obra se compone de la siguiente manera: 12 millones que inyecta la Xunta a través de su Plan de Infraestruturas; otros 9,6 de los que la Universidad dispondrá renegociando su deuda bancaria –una operación ya autorizada por el Gobierno gallego–; y 2,9 que aporta inicialmente la USC con sus propios fondos. En la presentación del martes, celebrada tras aprobarse el lunes, en el Consello de la Xunta, la inversión de 12 millones que proporciona el ente autonómico, Alfonso Rueda ha destacado la importancia de la «buena gestión financiera» de la USC a la hora de dotar a la iniciativa de una base sólida. Y ha reconocido al rector compostelano la «decisión complicada» y «valiente» de paralizar las obras en la antigua facultad y apostar por un nuevo edificio. «Cuando alguien es responsable y tiene visión de futuro, tomar decisiones valientes creo que vale la pena (...). Si una universidad busca la excelencia tiene que tener buenas infraestructuras, un buen equipo humano y un alumnado que también procure esa excelencia», ha recalcado el máximo mandatario gallego. Román Rodríguez ha coincidido con Rueda y ha destacado el «esfuerzo inversor» de una y otra parte, pero también subrayó la importancia que supone «despejar la senda financiera» de la universidad, habiéndole dado la Xunta luz verde para renegociar su deuda bancaria y, así, disponer de otros 10 millones. Y, en palabras de Antonio López, el lunes fue «uno de los días más felices» desde que tomó las riendas de la institución en 2018, porque supone hacer realidad «el proyecto, desde el punto de vista de las infraestructuras, más importante de la universidad, más necesario y más urgente«. Con «todo» listo para acometer el proyecto, el siguiente paso será licitarlo, lo que prevén hacer «antes de finales de año», y construirlo a lo largo de «18 meses», durante la mitad de 2025 y todo 2026, recoge Ep.