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Diddy: la estrepitosa caída del magnate del hip-hop que hoy es un paria

El lunes 16 de setiembre, autoridades federales estadounidenses arrestaron en el hotel Park Hyatt, en Nueva York, al famoso rapero y productor musical Sean Combs, también conocido como Diddy, P Diddy o Puff Daddy (el pseudónimo que más le suene es un reflejo de su edad), luego de que las autoridades realizaran allanamientos en las propiedades del multiganador del Grammy en Los Ángeles y Miami.

Al magnate musicales se le acusa de de extorsión, trata de personas con fines de explotación sexual mediante fuerza, fraude o coerción y por ser un “transporte” para participar en la prostitución.

Según la acusación formal del fiscal del distrito sur de Nueva York, Damian William, Diddy manejaba una “empresa criminal cuyos miembros y asociados participaron e intentaron participar, entre otros delitos, en tráfico sexual, trabajos forzados, secuestro, incendio provocado, soborno y obstrucción de la justicia”. Añadió que para abusar de sus víctimas, Combs utilizaba “empleados, recursos e influencias”.

Ante las acusaciones, el artista mostró “poca reacción con las manos cruzadas en su regazo”, de acuerdo con Telemundo Nueva York.

El tribunal dictaminó que el empresario (quien tendría una fortuna que rondaría los $1.000 millones, según Forbes) debe permanecer bajo arresto hasta que se lleve a cabo el juicio.

De acuerdo con US Weekly, en la acusación (de 14 páginas) se revela que durante varios allanamientos realizados antes de la detención de Diddy, los agentes encontraron narcóticos y más de 1.000 botellas de aceite para bebé y lubricante. Al parecer, esos líquidos eran parte de sus “suministros para enloquecer” en sus famosas (o infames) fiestas.

¿Quién es Diddy?

Sean John Combs, de 54 años, es uno de los productores de hip-hop más famosos de los últimos 30 años. En sus créditos está el haber descubierto y lanzado al estrellato a The Notorious B.I.G. y Mary J. Blige, así como haber producido grabaciones de estrellas de la talla de Jay-Z, Usher, TLC, Mariah Carey y Jennifer López.

Diddy nació en Harlem, Nueva York, el 4 de noviembre de 1969 y provenía de una familia humilde. Su padre, quien sirvió en la Fuerza Aérea de Estados Unidos, se asoció años después con un traficante de drogas y fue asesinado cuando Sean tenía tan solo dos años.

Estudió Administración de Empresas en la universidad y aunque dejó su carrera tras dos años en las aulas, fue en esta época en la que Combs saltó a la fama entre sus compañeros por hacer estrafalarias fiestas con cientos de invitados. A inicios de la década de 1990 comenzó a trabajar en el sello discográfico Uptown Records; no obstante, fue despedido en 1993, lo que lo llevó a crear su propia disquera: Bad Boy Records (en la actualidad se llama Bad Boy Entertainment).

Bad Boy se volvió un actor de peso en la industria tras el fichaje de Christopher Wallace, el mítico Notorious B.I.G., un amigo cercano de Combs y quien en poco tiempo se consolidó como una super estrella del hip-hop. El asesinato de Biggie, en 1997, puso un abrupto final a una carrera meteórica y arrojó sombras sobre Diddy, a quien distintas teorías relacionaron no solo con la muerte de su protegido, sino también de Tupac Shakur, ocurrida en 1996.

Si bien Bad Boy no logró colocar a otros artistas a los niveles alcanzados con Wallace, en la década del 2000 el sello también contrató a nombres como French Montana y Machine Gun Kelly.

Diddy, quien ha obtenido tres Grammy y 14 nominaciones en esos premios, también ha trabajado con figuras como Kanye West, Drake, Rihanna, Ariana Grande, Ice Spicy, A$AP Rocky, Nicky Minaj, Lil’ Kim y Beyoncé, entre muchos otros.

Las fiestas de Diddy

Las otrora famosas fiestas de Diddy son ahora una de las partes más turbias de todo el caso en su contra. Estas eran conocidas inicialmente como Fiestas Blancas y consistían en celebraciones opulentas en Beverly Hills y los Hamptons, en las que participaban todo tipo de celebridades: actores, actrices, socialités, presentadores, cantantes.

Ashton Kutcher, Demi Moore, Jay-Z, Paris Hilton, Leonardo DiCaprio y el mismísimo Donald Trump fueron tan solo algunos de los asistentes en estas faraónicas celebraciones, según informó The New York Times.

La lista continúa con celebridades como Sarah Jessica Parker, Martha Stewart, Tommy Lee, el clan Kardashian, Kendra Wilkinson y Pamela Anderson, entre otros.

Jennifer López también formó parte del círculo cercano de Combs, durante los poco más de dos años que los cantantes fueron pareja, a finales de los 90. De hecho, La diva del Bronx pasó por la pena de ser detenida brevemente por la policía tras estar vinculada en un tiroteo en el que estaría envuelto el empresario musical en un club nocturno cerca de Times Square, en Manhattan.

JLo y Diddy huyeron de la escena tras el enfrentamiento armado, que dejó al menos tres personas heridas; no obstante, la policía los detuvo (López fue puesta en libertad rápidamente).

Lo cierto de las Fiestas Blancas, según la acusación, eran una fachada para otro tipo de fiestas, llamadas Freak Offs, en las que Combs, supuestamente, contrataba a trabajadores y trabajadoras sexuales para ser parte de veladas que se llevaban a cabo en hoteles e incluían exceso de drogas. Estos bacanales podían durar varios días.

Se ha revelado que ahí se cometían abusos y se forzaba a distintas personas a realizar actos sexuales, que Combs registraba en video.

De hecho, se ha vuelto viral parte de un video del programa Keeping Up With the Kardashians, del 2014, en el que Khloe Kardashian habla de una de las fiestas de Combs a la que asistió.

“Bueno, esta fiesta... creo que la mitad de la gente que estaba allí estaba desnuda”, dijo entre risas la hermana de Kim. También afirmó que Justin Bieber también estaba allí.

Y es que el caso de Bieber es uno de los que más ha dado de qué hablar, pues cuando el astro canadiense era apenas un adolescente que esperaba el despegue de su carrera, fue “adoptado” por 48 horas por Diddy, quien obtuvo una tutela por ese tiempo.

Según se ve en un video de YouTube llamado Las 48 horas de Justin Bieber con Diddy, el productor musical dice: “No podemos revelar dónde estamos ni qué estamos haciendo, pero es sin duda el sueño de cualquier adolescente de 15 años. Me han dado la custodia de él”.

Otro quien estuvo bajo tutela de Combs fue Usher, cuando también era un adolescente de 14 años.

“Tuve la oportunidad de ver algunas cosas. No sé si podría permitirme el lujo de entender lo que estaba viendo”, afirmó en The Howard Stern Show y agregó que era un “lugar que estaba lleno de chicas y orgías sin parar”.

¿Quiénes acusan a Diddy?

Si bien a lo largo de su carrera de más de tres décadas, Combs no había sido ajeno a las polémicas y en la industria era un secreto a voces su perturbante estilo de vida, lo cierto es que el productor y rapero supo mantener una imagen pública potable durante mucho tiempo. Sin embargo, en el 2023 su imperio empezó a caer a causa de señalamientos de violencia contra las mujeres.

La debacle de Diddy comenzó luego de que Cassie Ventura, expareja del artista, interpusiera una demanda contra él en noviembre del 2023, alegando abuso físico y sexual de parte del empresario musical a lo largo de su relación. Ella afirmó que Combs la golpeaba, drogaba y obligaba a tener relaciones sexuales con otros hombres, mientras él observaba, se masturbaba y grababa.

Aunque el magnate musical negó enérgicamente las acusaciones, CNN reveló un video de la cámara de seguridad de un hotel, del 2016, en el que se ve al músico agarrar a Cassie del pelo, empujarla, arrastrarla y patearla.

“Mi comportamiento en ese video es inexcusable. Asumo toda la responsabilidad por mis acciones en ese video. Me dio asco cuando lo hice. Me da asco ahora. Fui a buscar ayuda profesional. Empecé a ir a terapia, a rehabilitación. Tuve que pedirle a Dios su misericordia y su gracia. Lo siento mucho, pero me he comprometido a ser un mejor hombre todos los días”, dijo Diddy en sus redes sociales cuando ya la evidencia era innegable. Sin embargo, la opinión pública no lo perdonó y el dominó de acusaciones se le hizo inmanejable.

Otras supuestas víctimas comenzaron a demandar al artista, alegando acoso sexual, violación, pornografía no consentida y tráfico sexual.

Diddy ha asegurado que es inocente y que se ha “quedado en silencio”, aunque ha “visto a gente que intentaba desprestigiar mi persona, destruir mi reputación y mi legado”.

“Ha habido acusaciones repugnantes contra mí por parte de personas que buscan un pago rápido. Permítanme ser absolutamente claro: no hice ninguna de las cosas horribles que se alegan”, dijo en diciembre, según The Cut.

Otra denuncia fue presentada por Joi Dickerson-Neal, quien acusó a Combs de haberla “drogado, agredido y abusado sexualmente y de haber sido víctima de ‘porno venganza’”, ya que este habría grabado la agresión, ocurrida en 1991, y la habría difundido públicamente.

Una denuncia más es de una mujer anónima, quien acusa al rapero, así como a su letrista Aaron Hall, de violarla a ella, y a una amiga, a inicios de 1990, en una fiesta en el apartamento de este último, según señala Rolling Stone.

Y parece que la lista de problemas judiciales para Diddy seguirá creciendo, pues este martes 1.° de octubre, mediante una conferencia de prensa, el abogado Tony Buzbee, de la firma Buzbee Law Firm y AVA Law Group, dijo que hasta ahora tienen testimonios de aproximadamente 120 personas que afirman haber sido víctimas de Diddy desde principios de la década de 1990. La lista incluye hombres y mujeres y, al parecer, 25 de ellas eran menores de edad cuando ocurrieron los hechos, incluyendo a alguien que tenía 9 años cuando se dio la supuesta agresión.

“Muchas eran menores de edad cuando se produjo el abuso. Algunas de estas personas valientes denunciaron los incidentes a la policía, otras no. Cada historia individual es desgarradora. Los actos denunciados ocurrieron en hoteles, casas particulares y también en las infames fiestas ‘Freak Off’ de Diddy. Las violaciones contra este grupo de personas solo pueden describirse como libertinaje y depravación, exigidas por personas poderosas contra menores y débiles”, explica Buzbee, en su cuenta de Instagram.

Según la periodista de CNN, Elizabeth Wagmeister, los abogados dicen que tienen videos, textos y fotos. Además, que la mayoría de las supuestas víctimas fueron drogadas y que “se encontró un tranquilizante para caballos en numerosas de las pruebas de drogas de sus clientes”.

“Muchos presuntos ataques ocurrieron en fiestas bajo la promesa de ‘convertirse en una estrella’ (...). Dice que hay participantes de alto perfil que podrían ser acusados: ‘Gente que todos conocemos... nombres que te sorprenderán’”, detalla la periodista en su cuenta de X (antes Twitter).

Diddy, uno más en la lista

Sean Combs es el más reciente astro en entrar en la desprestigiosa lista de personalidades estadounidenses del espectáculo involucradas en delitos sexuales y pornografía. De hecho, su caso tiene muchos paralelismos con el de R. Kelly, a quien el pasado mes de abril, un tribunal federal de apelaciones le confirmó la sentencia de 20 años de prisión por pornografía infantil y otros delitos.

“Durante años, Robert Sylvester Kelly abusó de niñas menores de edad. Al recurrir a un complejo plan para mantener calladas a las víctimas, evadió durante mucho tiempo las consecuencias. Esos crímenes finalmente lo alcanzaron. Pero Kelly, interponiendo una defensa de prescripción, cree que retrasó los cargos lo suficiente como para eludirlos por completo. El estatuto dice lo contrario, por lo que confirmamos su condena”, escribió la jueza Amy St. Eve en su fallo.

Ahora Kelly descuenta una sentencia de 30 años por extorsión y tráfico sexual emitida por un jurado de Brooklyn.

Otro que también descuenta años de prisión es el productor cinematográfico y otrora magnate de Hollywood Harvey Weinstein, de 72 años, quien en el 2017 fue acusado por más de un centenar de mujeres por delitos sexuales.

Weinstein fue condenado por un tribunal de Nueva York a 23 años en prisión; mientras que otro tribunal de California también lo condenó a 16 años por violar a una mujer en un hotel en Los Ángeles.

Si bien ya no está en la cárcel, el actor Bill Cosby fue acusado por más de 50 mujeres, quienes denunciaron que habían sido acosadas y abusadas sexualmente por el comediante desde la década de 1960.

Las acusaciones contra la estrella de Hollywood comenzaron a salir a la luz en 2015, cuando la revista New York Magazine presentó un reportaje en el que 35 presuntas víctimas de abuso sexual por parte de Cosby ofrecieron su testimonio. Todas coincidían con que “él las drogó y las violó”.

Según la demanda, Cosby usó su “enorme poder, fama y prestigio” para aislar y abusar sexualmente de las mujeres. Finalmente, en el 2018, el actor fue declarado culpable y obligado a cumplir una condena de 10 años de prisión; sin embargo, fue liberado en 2021, cuando su condena fue anulada por un tecnicismo jurídico.

Sean Combs parece no tener escapatoria, y aunque se declaró inocente, las autoridades federales le negaron la libertad bajo fianza en dos ocasiones y espera su juicio bajo custodia en el Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn. Además, el empresario musical está bajo vigilancia procesal por temor a que se quite la vida en prisión.

Hasta ahora no hay una fecha para el juicio y los fiscales solamente aseguran que la investigación sobre Combs está en marcha. Eso sí, el próximo miércoles 9 de octubre Diddy estará en la Corte escuchando la actualización de su caso. Y no llegará en helicóptero, como solía hacerlo para deslumbrar en Hollywood, sino en un vehículo para detenidos: los días de opulencia y poder no volverán.

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