Cómo funcionan los «alcoholímetros anti arranque» obligatorios en Europa
«No hay ninguna tasa de alcoholemia que sea más segura que 0,0. Incluso la primera copa ya deteriora nuestra capacidad de conducir. Dejemos de jugar con los límites porque lo que estamos haciendo es jugar con la vida». Así lo ha subrayado el director de Seguridad Vial de Fundación MAPFRE , Jesús Monclús, durante el encuentro organizado por esta entidad dirigido a analizar la lucha contra la conducción bajo los efectos del alcohol, dar a conocer las medidas dirigidas a reducir este tipo de siniestros y explicar los retos que tiene Europa para frenar la siniestralidad mortal en carretera relacionada con este factor de riesgo. En España, la tasa de alcohol permitida pasará del actual 0,5 al 0,2 (gramos por litro de sangre) si se abre paso una reforma del Reglamento de Circulación que quiere llevar a cabo el Ministerio del Interior. Entre el 19 y el 25 de agosto de este año, la Dirección General de Tráfico llevó a cabo una nueva campaña especial de vigilancia y control de alcohol y drogas en la que los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil controlaron a un total de 225.946 conductores, (14.000 más que en la campaña del pasado año), de los que 3.801 dieron positivo en alcohol y/o drogas. Uno de los pasos más importantes para reducir el consumo de alcohol al volante es la instalación de los conocidos como alcolocks o interlocks. La ley europea indica que todos los vehículos nuevos deben llevar una preinstalación o conexión para poder instalar dispositivos «antiarranque» , que se conectan al encendido del motor y los conductores han de soplar para que el vehículo pueda arrancar. Según los expertos participantes en el encuentro «es importante promoverlo para conductores reincidentes o a los que se haya detectado con tasas muy elevadas de alcoholemia, como alternativa a la retirada del carné, así como en caso de que sea necesario para trabajar, como medida reeducadora o en apoyo a programas integrales de rehabilitación de algunas personas». «Un límite general de 0,2 g/l sitúa a España al mismo nivel que Noruega y Suecia, dos de los países más seguros de Europa en materia de seguridad vial. Significa, además, que España asume un papel de liderazgo en Europa, y con una puesta en práctica adecuada, esta medida evitará destruir muchas vidas». Lo ha indicado Antonio Avenoso, del ETSC, entidad que cree que, España también ha asumido un papel destacado en la promoción de los dispositivos de seguridad antialcohol, que pueden impedir que los conductores que superan el límite arranquen el motor. Ha subrayado, además, que «cuando nuestros hijos hacen un viaje escolar en autocar, es reconfortante saber que el conductor no ha estado bebiendo . Es un derecho que todos los padres en Europa deberían tener. Los vehículos pesados también deberían estar equipados con estos dispositivos, ya que los siniestros con camiones suelen ser catastróficos», ha señalado. Durante el acto, ha participado Álvaro Gómez, director del Observatorio Nacional de Seguridad Vial de la DGT, que ha señalado, que «aunque ha habido mejoras en las últimas décadas, el consumo de alcohol sigue siendo una de las principales causas de siniestros» y ha destacado que, según el informe de la fiscalía general del Estado, en 2023 se registraron 50.071 condenas penales por conducir con altas tasas de alcohol y que, en las pruebas de alcoholemia realizadas a conductores implicados en siniestros de tráfico en el primer semestre del 2024, el 5,61% dieron resultados positivos. «Reducir estas cifras exige regulación de las tasas máximas, vigilancia y educación». «Circular con vehículo a motor es una actividad de riesgo «. Lo ha indicado Juan Carlos Jerez, vicepresidente primero de la Comisión de Seguridad Vial del Congreso de los Diputados, quien se también ha subrayado que, «aunque hemos avanzado mucho en las últimas décadas», a la vista de las estadísticas, la cuestión está «lejos de estar bajo control». «No se trata de cuánto alcohol puedo beber para no dar positivo . Solo 0,0 es garantía de estar haciendo lo correcto», ha señalado. Por su parte, Ignacio Varela de la Vega ha destacado la importancia de la vigilancia de este tipo de conductas y ha valorado muy positivamente la incorporación de los sistemas de control del consumo de alcohol previo al encendido del vehículo (alcoholock), «con la esperanza que dicha implantación repercuta directamente en un descenso de la siniestralidad y las consecuencias de esta».