Anteo muere en Sevilla
El noveno círculo del infierno está destinado a los traidores y es habitado por gigantes. Así lo concibió Dante Alighieri. En la imaginación del florentino, los traidores eran personajes de cuerpo grande y tosco, cuyo orgullo desmedido alimentaba la traición. Uno de los gigantes condenados en el pozo de ese círculo infernal se llamaba Anteo. Anteo era un tipo fiero: coleccionaba cráneos humanos y aspiraba, albañil fúnebre, a construir con ellos el techo de un templo en homenaje a su padre, Poseidón. El poder de Anteo era el que le había dado su madre la diosa Gea, alegoría de la Tierra. Toda madre protege y alimenta a su hijo, aun a costa de sí misma. Y esta era la protección... Ver Más