Ante el insoportable calor del día, las playas de Dubái abren por la noche
Ante la imposibilidad de ir a la playa durante el día por las tórridas temperaturas, Dubái ha encontrado una medida innovadora: abrirlas por la noche, con potentes focos de iluminación y socorristas equipados con binoculares de visión nocturna.
La idea, en una de las regiones más cálidas del mundo, ha tenido éxito y más de un millón de personas han visitado las playas por la noche desde el año pasado, afirma un alto cargo.
Incluso en momentos de preocupación en Oriente Medio por el conflicto que enfrenta a Israel con Hamás, Hezbolá e Irán, situado justo en la otra orilla del golfo Pérsico, las playas continúan repletas de gente en las noches del fin de semana.
"La temperatura cae en la noche, tras la puesta de sol. Así que sí, es fantástico", dijo Mohamed, un pakistaní de 32 años que llevó a sus hijos a disfrutar del mar sin tener que preocuparse del abrasador sol del verano.
En esta metrópolis costera y desértica de 3,7 millones de habitantes, los meses cálidos de junio a octubre son un reto.
Con temperaturas regularmente por encima de los 40 ºC, combinadas con una elevada humedad, las actividades al aire libre quedan muy limitadas.
La ciudad dispone de más de 800 metros de playa abiertas al público por la noche, equipadas con redes antitiburones y gigantescos focos.
"Cuando te bañas dentro del agua, puedes ver la arena en tus pies y en tus manos, lo puedes ver todo", afirmó Mohamed, que vive en Dubái desde hace diez años.
Hay socorristas apostados 24 horas al día y, además de los poderosos focos, cuentan con binoculares de visión nocturna para echar un ojo a los bañistas que se adentran más en el agua.
Las autoridades están también probando un sistema de cámaras con inteligencia artificial para detectar a gente en apuros.
- Como "en una bañera" -
En un viernes reciente casi a medianoche y con el mercurio por encima de los 30 ºC, la playa de Um Suqim estaba abarrotada de gente, en su mayoría expatriados, que conforman el 90% de la población de Emiratos Árabes Unidos.
Mary Bayarka, una entrenadora física bielorrusa de 38 años, disfrutaba de estar al aire libre después de "un largo y caluroso día", aunque lamentaba que el agua del golfo Pérsico todavía estuviera un poco caliente.
"Es como si estuviera en una bañera", afirmó.
Cerca, la vendedora filipina Laya Manko enterraba su cuerpo en la arena. La playa es una vía de escape para esta mujer de 36 años, una de los miles de trabajadores que mantienen la economía de Dubái.
"Cada fin de semana venimos aquí a divertirnos", explicó. "A veces dormimos aquí con mis amigas".
"Como en Dubái trabajas duro, sientes que necesitas relajarte. Sí, esto es mi cura para el estrés", agregó.
Para las autoridades, las playas nocturnas son otro atractivo para los turistas, especialmente durante el verano boreal en el que el sofocante calor hace que se quedan en espacios interiores.
"Creo que somos una de las únicas ciudades en el mundo que tiene esta infraestructura en playas públicas por la noche", declaró Hamad Shaker, funcionario del ayuntamiento de Dubái.
- Clima extremo -
La ciudad solía vaciarse en verano porque los expatriados huían del calor, explica Manuela Gutberlet, investigadora de turismo en la Universidad de Breda, en Países Bajos.
Pero con atracciones como el edificio más alto del mundo, gigantescos centros comerciales y parques temáticos en interior, se ha convertido "en un destino urbano para todo el año" que atrae más de 17 millones de visitantes, afirma.
Sin embargo, el cambio climático puede limitar sus ambiciones, afirma Gutberlet, que pone como ejemplo las lluvias sin precedentes que paralizaron la ciudad durante varios días en abril.
Fenómenos meteorológicos extremos como esas precipitaciones y un aumento todavía mayor de las temperaturas pueden desalentar a muchos viajeros, sostiene esta experta, que invita a las autoridades a "adaptarse rápidamente a los nuevos riesgos".
Disfrutando de la playa de Dubái por la noche, el francés Laziz Ahmed explicó que se trataba de su primera estancia en la ciudad, donde visitó a unos familiares.
"Durante el día, no hago mucho", reconoció. Pero por la noche "lo compenso".