Ojeda tiene fe de llegar al balotaje y Delgado cree que su votación será mejor de lo que dicen las encuestas
En la carrera hacia las elecciones nacionales en Uruguay, las encuestas se han convertido en un referente crucial. Con la fecha de los comicios acercándose, los sondeos de opinión pública no solo capturan una instantánea del momento, sino que también desempeñan un papel integral en la estrategia y estado de ánimo de los candidatos y sus partidos.
Recientemente, las consultas realizadas por empresas como Cifra y Equipos han trazado un mapa del panorama político, destacando al Frente Amplio en primer lugar, con el Partido Nacional luchando por mantener su posición frente al emergente Partido Colorado.
Las cifras reveladas por diversas encuestas han infundido un sentimiento de optimismo en el comando de Andrés Ojeda. Con la esperanza de superar al Partido Nacional, los integrantes de su campaña celebran lo que perciben como una tendencia favorable. “La única pregunta que importa es qué candidato le gana al Frente Amplio y a Yamandú Orsi en noviembre”, argumentó Ojeda ante la presentación de la lista 600.
El Partido Nacional con cautela y mirando con atención a Ojeda
Mientras tanto, en el Partido Nacional, los resultados de las encuestas han sido recibidos con cautela. Un 21% en la última medición de Equipos ha sorprendido al equipo de Álvaro Delgado, quien considera que este número subestima su verdadero apoyo. Basado en la popularidad del actual presidente Luis Lacalle Pou y la visible hegemonía del partido en el interior del país, Delgado confía en que el día de las elecciones revelará un respaldo más robusto.
Entre los argumentos de Delgado para un posible desempeño electoral superior, destaca el hecho de que la actual administración mantiene una aprobación en torno al 50%, lo que podría traducirse en una transferencia de votos a su campaña. Además, el dominio del Partido Nacional en las intendencias, donde gestiona 15 de ellas, se percibe como otro factor a su favor. Finalmente, la ausencia de un “clima de cambio” potente en las calles alimenta su expectativa de recibir el respaldo de una “mayoría silenciosa”.
Los blancos mantienen su optimismo
La historia reciente proporciona al Partido Nacional otro motivo para mantener el optimismo. En 1999, el año en que tuvieron su peor desempeño electoral, todavía lograron un 22% de votos. Algunos de sus miembros consideran improbable que con el actual contexto político y sus niveles de organización, el resultado de este año sea inferior.
Delgado continúa presentando propuestas dirigidas a captar el interés de los jóvenes, tales como la promesa de generar 30 mil empleos dirigidos a ese sector poblacional, mejorar los subsidios para alquileres y establecer centros de atención para la salud mental en cada departamento. A pesar del panorama incierto, Delgado mantiene un cronograma proactivo y planea continuar sus actividades por todo el país, incluyendo un próximo acto de campaña en Minas.
Roces en la coalición de derecha
Aunque Delgado se ha enfocado en retener la cohesión dentro de su coalición y evitar ataques directos a Ojeda, las recientes acciones del candidato colorado han provocado tensiones. Un anuncio de la exfiscal Gabriela Fossati, ahora en las filas coloradas, describiendo cómo se distanció del Partido Nacional, generó molestias entre los nacionalistas.
Fossati, afirmando ser “100% blanca”, mostró su descontento por la configuración de la fórmula del Partido Nacional, lo que fue interpretado por algunos como un juego “al borde del reglamento” por parte de Ojeda.
Las tensiones son exacerbadas por otros anuncios más agresivos del equipo de Ojeda, insinuando que él es el candidato mejor posicionado para vencer al Frente Amplio en un posible balotaje, lo que ha causado irritación en el Partido Nacional. Algunos han sugerido que el Directorio debe evaluar si es necesario tomar medidas para detener estas maniobras.