Así es el pasadizo secreto por el que los judíos escaparon de la represión de Roma en Jerusalén hace 2.000 años
Hace dos semanas, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) publicaron imágenes que muestran el interior de un túnel en el sur de la Franja de Gaza , el mismo donde fueron asesinados seis rehenes israelíes por terroristas de Hamás a finales de agosto. En dicha incursión fueron recuperados sus cuerpos. El portavoz del Ejército, el contralmirante Daniel Hagari, se mostraba en un vídeo recorriendo el claustrofóbico pasadizo, recordando a lo que ya hicieron miles de judíos hace dos mil años, huyendo de la represión del Imperio Romano. En esta ocasión, el túnel se encontraba lleno de botellas de orina, ropa de mujer y grandes manchas de sangre justo donde los rehenes perdieron la vida. Junto con las imágenes, el Ejército israelí publicó nuevos detalles sobre el pasadizo de 120 metros de largo, que no era lo suficientemente alto como para permanecer de pie. Según las FDI, pertenecía a la Brigada Rafah de Hamás y conectaba partes de una gran red subterránea en el barrio de Tel Sultan. Esta red es uno de los mayores complejos subterráneos encontrados por el Ejército en Gaza hasta la fecha, según dijeron las fuentes militares. Sin embargo, esta tradición no es nueva en la región de Israel y Palestina. Poca gente sabe que túneles como estos ya fueron descritos en las crónicas de Flavio Josefo, un historiador judeorromano del siglo I. También se han encontrado evidencias arqueológicas de los mismo, puesto que antes de Cristo ya eran tan importantes como hoy. Tal y como explicaba a ABC en octubre Jesús Argumosa Pila, general de división del Ejército de Tierra: «La lucha en los túneles va a tener un peso importante en esta guerra. Hamás sabe que su gran baza estratégica, porque son territorios que conocen perfectamente e Israel no. Ahí es donde se iguala la lucha entre Israel y Hamás. En medios sofisticados y tecnológicos el Ejército hebreo está muy por encima, con un ejército de entre 160.000 y 180.000 personas, mientras que Hamás cuenta con 20.000 o 30.000». Desde que comenzó esta nueva guerra entre Israel y Hamás, los túneles han vuelto a la actualidad, aunque en realidad siempre lo estuvieron. En 2021, ABC informó de la operación histórica lanzada por el Estado judío, la mayor de los últimos años, con 160 aviones que lanzaron 450 misiles en apenas 40 minutos. «Hemos alcanzado una compleja red de galerías que se extendía por toda la Franja de Gaza y que Hamás empleaba para poder moverse a cubierto», revelaba el portavoz del Ejército, Jonathan Conricus. De hecho, en muchas ocasiones se han referido a estos túneles como el «Metro de Gaza», que existen desde que los romanos llegaron a la Tierra Prometida en el 63 a. C., cuando Pompeyo llegó para conquistar Siria. Durante esa guerra, escuchó que había judíos que simpatizaban con Roma, los fariseos, y otros que no, por lo que el cónsul decidió capturar Jerusalén. La invasión provocó más de 12.000 muertos, en la que se considera la primera masacre de otras muchas que se producirían después. Tras Pompeyo, los romanos establecieron buenas relaciones con los judíos, especialmente, Octaviano Augusto , el primer emperador, que estableció una gran complicidad con Herodes el Grande. Este Rey de los judíos supo pronto que viviría mejor si no se enfrentaba al todopoderoso imperio. Sin embargo, la situación comenzó a desestabilizarse por la lucha de poder protagonizada por los hijos de Herodes, así como por la aparición de los zelotes, una secta religiosa que perpetró los primeros atentados en la región. Mal panorama para Augusto, que puso el territorio bajo su tutela y lo transformó en la provincia de Judea. Con la región controlada, los sucesores Augusto lograron mantener el orden hasta que la mujer de Nerón, Popea, nombró gobernador de Judea a Gesio Floro, que presionó tanto los judíos con las medidas que puso en marcha, que estalló la que sería su primera gran rebelión de los judíos contra Roma en el 66 d. C. El emperador envió a uno de sus mejores generales, Vespasiano, que llegó ese mismo año. Allí se topó se topó con Flavio Josefo, un rebelde e historiador judío, por cuyas crónicas conocemos aquel primer enfrentamiento y su predicción de que aquel militar llegaría a emperador. Así ocurrió el 69 d. C., quien decidió dejar el mando de Judea a su hijo Tito Flavio Vespasiano, que recibió la orden de someter a los judíos y reconquistar Jerusalén a cualquier precio. A continuación montó sus máquinas de artillería y empezó a bombardear la ciudad, utilizando esta distracción para aproximar arietes a las fortificaciones. Para ello, se vieron obligados a construir rampas, pero los judíos frenaban sus trabajos con valerosos ataques. Para desanimarlos, los romanos crucificaron a todos los enemigos capturados. Consiguieron derribar la primera muralla de Jerusalén, la más exterior, y abrir una brecha en la segunda. Los legionarios entraron en tromba en las estrechas calles sin haber ampliado el pequeño acceso abierto, por lo que los romanos fueron masacrados. Pocos de los que entraron salieron con vida de aquel infierno y se dieron cuenta de que la conquista de la ciudad no iba a ser fácil. Los romanos recurrieron a las tácticas de asedio habituales. Levantaron rampas, despejaron el terreno y ejecutaron a los judíos que trataba de escapar de aquel agujero, hasta que dos semanas despues lograron llegar a la última muralla. Antes de que los arietes la tocaran, los judíos cavaron túneles para llegar a las rampas de los romanos y a sus máquinas de asedio, hundiendo los trabajos de ingeniería con facilidad. Entonces Tito construyó un muro gigantesco para evitar cualquier fuga que sí resultó efectivo. Finalmente, Jerusalén fue arrasada. Tito, volvió a Roma para dar parte a su padre y celebrar un triunfo. En las crónicas de Flavio Josefo, recogidas en el volumen 'Historia de los Judíos', se daba cuenta de la existencia de un túnel excavado en Jerusalén que miles de hebreos habrían utilizado como refugio para zafarse de los conquistadores romanos. A pesar de las tácticas del invasor, miles de ellos lograron escapar por él en dirección sur. Durante dos mil años, sin embargo, fue una ruta perdida, el escenario legendario de uno de los episodios más dramáticos del histórico saqueo de la ciudad, hasta que en 2007 adquirió una dimensión real . En las excavaciones realizadas ese año para sacar a la luz la calle principal de la Ciudad Santa en tiempos del Segundo Templo, se produjo el gran descubrimiento de la ruta de huida entre los escombros. Era el tunel por el que muchos judíos consiguieron evadir la ira de Tito aquel año, poniendo fin a su resistencia al Imperio. El hallazgo fue presentado entonces por el profesor Ronny Reich, de la Universidad de Haifa, y Eli Shukron, de la Autoridad de Antigüedades de Israel, revelando que el pasadizo era un canal subterráneo de drenaje construido para conducir las aguas de las lluvias hasta el manantial de Siloé. «Es una vivencia muy emocionante pensar que uno está allí por donde pasaron hace 2.000 años los últimos judíos que pisaron el suelo de Jerusalén y se rebelaron contra los romanos. Es una sensación muy fuerte», confesaba Shukron, impactado por el fortuito descubrimiento, cuando se detectó un boquete en un paño de piedra excavado en las cercanías del Muro de las Lamentaciones. «Era un lugar en el que la gente se escondía para huir de la Jerusalén que ardía en llamas [...]. En algunos lugares alcanza una altura de tres metros y una anchura de un metro, de manera que permite caminar con comodidad», añadió.