Así es Chuy, el 'hombre lobo' ex alcohólico que se ha confesado frente a Sonsoles Ónega
Sonsoles Ónega lo ha presentado así, como «el hombre lobo», y es así como se conoce popularmente a las personas que presentan pelo en la cara y en otras partes del cuerpo en las que no es lo frecuente. Tras este rostro oculto por el vello, Jesús Manuel Fajardo, popularmente conocido como Chuy, un mexicano de 50 años que está por Madrid y que ha aprovechado la visita para participar en ' Y Ahora Sonsoles ' (Antena3). A lo largo de su vida ha tenido que afrontar infinidad de insultos y acoso, tanto de pequeño como ahora de mayor, que sigue viendo cómo las personas se paran al verlo pasar, le preguntan, y «algunos lo hacen con mucha educación y otras no, con insultos». Esto le llevó en la adolescencia a ir refugiándose en el alcohol , hasta el punto en que llegó a considerarse alcohólico y ha necesitado ayuda para salir de ello. Chuy comentó con Sonsoles que es algo genético y que en su familia se contabilizan ya más de 30 personas que presentan estas características. No tiene «cura, el pelo no se puede quitar, solo rasurar» y no es una enfermedad como tal, pues no conlleva ningún tipo de problema a nivel de salud o de problemas para el organismo. Lo peor está en la «autoestima, cómo te dañan las personas al decirte cosas y no saber cómo gestionarlo». Le ha afectado en infinidad de aspectos, como es también el poder acceder a determinadas oportunidades laborales. Chuy trabajó finalmente en el circo pero tampoco le resulto sencillo porque «tenía que enfrentarme al público y me daba mucho miedo, por lo que finalmente terminé tomando más alcohol del que ya consumía» Salió de eso y a día de hoy se siente en paz consigo mismo y «agradecido por todo lo vivido, porque gracias a la hipertricosis he viajado por todo el mundo». Tiene su familia, tres hijas y todas ellas con esta misma herencia genética . Igual primos suyos y sobrinos. Ojo, y dice que ya no se reconoce «sin pelo». «Me acostumbre a las miradas y ya se me hace normal. Fíjate que jamás vimos como prioridad eliminar ese vello, porque nacimos así y hemos ido aceptándolo en la medida de lo posible», ha sentenciado mirando a cámara. Con el paso de los años se le va cayendo ese vello que cubre el rostro y otras partes del cuerpo. Sonsoles , que se acercó a darle dos besos al saludar a Chuy, ha comentado que «es muy suave, como cariñoso». Sea como fuere, las imágenes que han grabado de este ciudadano mexicano por el centro de Madrid ha dejado claro que no pasa desapercibido y que hay miradas y comentarios para todos los gustos.