El consumo de marcas blancas se desploma un 50% con la caída de la inflación
- La inflación se modera en septiembre
- Preocupación por los precios
- El aceite de oliva es el producto percibido como más caro
- Ajustes en el gasto: ahorro en cárnicos
- Mercadona, el supermercado favorito de los consumidores
Las marcas blancas están perdiendo terreno. Coincidiendo con un fuerte descenso de la inflación –en septiembre marcó su mínimo en tres años–, el 38% de consumidores recurre a estos productos para ahorrar, una cifra muy pequeña si se compara con la de meses anteriores.
Es un dato que se desprende del último estudio elaborado por la aplicación financiera Plazo, desarrollada por la fintech [empresa tecnológico-financiera] española ID Finance, que analiza las tendencias de consumo actuales.
En abril, el 80% de los consumidores compraba productos de marcas blancas porque ofrecen precios más bajos. En agosto, la cifra descendió al 60%. Por tanto, y con el dato actual, la burbuja se ha desinflado un 50% en tan solo unos meses.
La inflación se modera en septiembre
El desplome de consumo de marcas blancas se produce al mismo tiempo que el frenazo en las subida de precios. La inflación en España ha descendido otra vez hasta el 1,5%, marcando su mínimo en tres años y medio y encadenando así cuatro meses consecutivos de bajadas interanuales, según los datos de septiembre publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Los expertos consideran que esta caída de ocho décimas respecto a agosto se ha visto impulsada principalmente por el abaratamiento de los carburantes y la estabilización de los costes en la cadena productiva de alimentos.
Preocupación por los precios
Aunque el 70% de los consumidores consultados en la encuesta percibe un aumento en los precios de los productos de su cesta habitual respecto al año pasado, solo el 40% considera que el incremento ha sido significativo después del verano.
De hecho, la mayoría de los encuestados cree que los precios no han sufrido subidas destacables en las últimas semanas. Este dato muestra un leve alivio en la percepción de los consumidores tras las vacaciones, aunque la preocupación por el coste de ciertos productos sigue presente.
Así el gasto medio semanal ponderado, se sitúa en unos 88 euros, según el estudio, lo que supone un aumento de 2 euros respecto al informe que elaboró Plazo en junio. El perfil de los encuestados son mayoritariamente parejas, parejas con un hijo y parejas con dos hijos.
El aceite de oliva es el producto percibido como más caro
El estudio también revela qué productos son percibidos como los más caros por los consumidores. El aceite de oliva, a pesar de la rebaja temporal del IVA -que esta semana tocaba a su fin- lidera con un amplio margen, coincidiendo con las espectaculares subidas de su coste en los últimos dos años. Le siguen las frutas y verduras frescas.
Otros productos mencionados por los consultados son tanto la carne de vacuno, pescado fresco y cosméticos, como champú y jabón, cuyo encarecimiento también preocupa a los consumidores.
Ajustes en el gasto: ahorro en cárnicos
Además de los descuentos y las promociones ofrecidos por los supermercados para gestionar la compra semanal de manera eficiente, cuando los consumidores se ven obligados a apretarse el cinturón, un 40% renuncia a los productos cárnicos más caros, como la ternera, y se decanta por el pollo o el pavo, que son más económicos.
Además, un 35% evita los productos ya preparados, porque les resultan más caros.
Mercadona, el supermercado favorito de los consumidores
Mercadona, Carrefour y Lidl son los supermercados preferidos por un 50%, un 13% y un 10% de los consumidores españoles, respectivamente.
Los clientes valoran principalmente la relación calidad-precio (67%), la proximidad (51%) y la variedad de productos (37%) que ofrecen estos establecimientos, mientras que las ofertas juegan un papel decisivo para un 22% de los encuestados.
El estudio refleja, además, que un 46% de los consumidores tiene mayores problemas que hace unos años para llegar a fin de mes, y que los ingresos de un 13% directamente les resultan insuficientes para hacer frente a los gastos. El 41% restante que sí llega sin dificultades a fin de mes, admite que su capacidad de ahorro ha disminuido.