Condenado a 25 años de prisión el hombre que dio una brutal paliza y asfixió hasta la muerte a una prostituta en Salamanca
El autor del crimen de Santa Marta de Tormes (Salamanca) , un hombre de 41 años que acabó con la vida de una mujer de entonces 46 a la que dio una brutal paliza y asfixió hasta la muerte , deberá cumplir 25 años de cárcel , según el fallo adelantado este martes por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León. Se tarta de la pena máxima exigida tras haber sido declarado culpable por un jurado popular por un delito consumado de asesinato con alevosía y ensañamiento con agravante de desprecio de género. Además, en concepto de responsabilidad civil, el condenado deberá abonar indemnizaciones por valor total de 568.630,40 euros para seis de las personas más cercanas de la víctima, incluyendo sus tres hijos, sus padres y su pareja de hecho. La pena impuesta por el magistrado de la Audiencia Provincial de Salamanca coincide con las peticiones de la Fiscalía y la acusación particular. Según los hechos que el jurado consideró probados durante la vista celebrada en septiembre, el asesinato se produjo en la noche del 4 de enero de 2023. El asesino contactó a la víctima para un servicio de prostitución, como había hecho en anteriores ocasiones, y tras consumir alcohol y drogas la ató a una mesa, en un principio, con su consentimiento para un supuesto juego sexual. Sin embargo, hacia las 2.30 horas ya del 5 de enero comenzó a golpearla sin posibilidad de defenderse, una paliza que se prolongó durante unos 45 minutos. Los golpes fueron de tal violencia que se escucharon perfectamente por parte de algunas vecinas, tal y como declararon en la vista. Uno de ellos fue una patada frontal que fracturó el cráneo de la víctima. El asesino la trasladó aún con vida a la bañera dónde la asfixió acabando, finalmente, con su último aliento. Posteriormente, contactó con varios amigos para que le ayudaran a deshacerse del cadáver , pero ninguno acudió. Además, hizo fotografías y vídeos del cadáver, informa Ical. Finalmente, limpió la casa, trató de deshacerse de varias pruebas en un contenedor y se desplazó al centro de salud de Santa Marta de Tormes donde declaró que tenía en casa a una mujer que se había dado un golpe en la bañera. Esperó en la puerta a los sanitarios y, poco después, a la llegada de los efectivos policiales y de Guardia Civil, resultó d etenido y trasladado al centro penitenciari o donde permaneció en prisión preventiva hasta la celebración del juicio.