Por qué no conviene hacer la cama ni bien te despertás cada mañana, según los expertos
Hacer la cama al levantarse es una costumbre arraigada en muchos hogares, pero ¿realmente es beneficioso? Mientras algunos defienden esta práctica como un acto de orden y limpieza, otros, incluidos expertos en salud, sugieren que dejar la cama deshecha puede tener ventajas.
Al no cubrir las sábanas inmediatamente, se permite que la humedad y el calor acumulados durante la noche se disipen, lo que podría contribuir a un ambiente más saludable y menos propenso a la proliferación de ácaros.
¿Por qué no hacer la cama al levantarse?
La rutina matutina de hacer la cama puede parecer inofensiva, pero varios expertos sugieren que este acto puede no ser tan beneficioso como se cree. Dejar la cama sin hacer durante algunas horas permite que el aire circule y que la humedad acumulada durante la noche se evapore.
Esto es crucial porque, según la Asociación Médica Canadiense, un ambiente húmedo y cálido es ideal para la proliferación de ácaros del polvo, que pueden agravar problemas de salud como el asma y las alergias.
Estos pequeños insectos, que se alimentan de las escamas de piel humana, encuentran en una cama recién hecha un refugio perfecto. Al hacer la cama de inmediato, se les proporciona un entorno propicio para su desarrollo, incrementando así su presencia en el hogar.
Según el portal de Vitónica, el Dr. Stephen Pretlove, investigador en este campo, permitir que las sábanas y el colchón se aireen puede deshidratar a los ácaros, ayudando a reducir su población.
Además, algunos estudios indican que una cama sin hacer puede fomentar la creación de un ambiente más saludable al eliminar la humedad. Por ende, hacer la cama por la noche, en lugar de por la mañana, podría ser una alternativa más saludable.
Alternativas para una cama más saludable
Si bien la práctica de hacer la cama tiene sus ventajas, también existen enfoques alternativos que pueden contribuir a un ambiente más saludable y cómodo.
A continuación, hay algunas recomendaciones para optimizar la higiene y el confort de tu espacio de descanso:
Airear la habitación: Dejá que el aire circule abriendo las ventanas durante al menos 15 minutos cada mañana. Esto ayuda a reducir la humedad y mejora la calidad del aire.
Usá fundas antialérgicas: Optá por cubrecolchones y fundas de almohada que sean resistentes a los ácaros, esto puede minimizar su presencia.
Lavá la ropa de cama regularmente: Cambiá las sábanas al menos una vez a la semana y lavalas a alta temperatura para eliminar ácaros y alérgenos.
Incorporá una rutina de limpieza: Pasá la aspiradora y limpiá el suelo y los muebles para reducir la acumulación de polvo en la habitación.
Elegí un colchón adecuado: Considerá utilizar un colchón de materiales hipoalergénicos, que sean menos atractivos para los ácaros.