Melania Trump mantiene el secretismo en sus memorias
Como primera dama, Melania Trump era una incógnita para los estadounidenses y ahora, con su marido a semanas de saber si volverá a la Casa Blanca, en su libro de memorias deja más preguntas que respuestas.
La exmodelo, que emigró de Eslovenia y se casó en 2005 con el entonces playboy y magnate de Manhattan Donald Trump, saltó a las primeras planas al utilizar "Melania", su libro de 182 páginas, para manifestar su postura a favor del derecho al aborto.
"El derecho fundamental de la mujer a la libertad individual, a su propia vida, le otorga la autoridad de interrumpir su embarazo si lo desea", escribe la ex primera dama.
"Restringir el derecho de una mujer a decidir si interrumpe un embarazo no deseado es lo mismo que negarle el control sobre su propio cuerpo", sostiene. Y luego agrega: "Es una creencia que he llevado conmigo durante toda mi vida adulta".
Contrasta con la opinión de su marido, que se jacta de que su principal victoria como presidente fue nombrar a los jueces del Tribunal Supremo que eliminaron el antiguo derecho nacional al aborto.
No está claro por qué Melania Trump, de 54 años, que apenas ha aparecido durante la campaña electoral, ha hecho pública su posición un mes antes de las elecciones del 5 de noviembre, en las que su marido se enfrenta a la demócrata Kamala Harris que acusa a Trump de restringir los derechos de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo.
¿Quiere afirmar su independencia? O, por el contrario, ¿está ayudando a su marido a captar a los votantes centristas que piensan que los republicanos están yendo demasiado lejos?
Melania Trump no responde ni esa ni a muchas otras preguntas en el libro de 40 dólares.
Su publicación sigue a una asombrosa lista de otros productos familiares vendidos en la campaña electoral: desde un reloj de oro de Donald Trump y zapatos dorados hasta una Biblia y una criptodivisa anunciadas por el expresidente y sus hijos.
- Dudas de victoria electoral -
La ex primera dama no admite que su marido perdió las elecciones en 2020 frente al presidente Joe Biden, y asegura que "al día de hoy, muchos estadounidenses siguen teniendo dudas sobre las elecciones".
"No soy la única persona que cuestiona los resultados", asegura.
También repite que no fue consciente de que una turba de partidarios de Trump estaba asaltando el Capitolio el 6 de enero de 2021 en un intento de detener la certificación de la victoria de Biden, porque estaba ocupada con la decoración de la Casa Blanca.
"Mi equipo ya estaba retrasado y centrado en la tarea", escribe sobre el día en que todo el país estaba pegado a los televisores, mientras la multitud arrasaba el símbolo de la democracia estadounidense.
La afirmación contradice a la ex alta asesora Stephanie Grisham, que reveló que intentó que su jefe emitiera un comunicado pidiendo que cesara la insurrección, y recibió como respuesta un mensaje de texto que decía simplemente: "No".
También utiliza sus memorias para acusar a los líderes del movimiento Black Lives Matter de "retórica incendiaria".
Aunque no nombra al afroestadounidense George Floyd, cuya muerte asfixiado por la rodilla de un policía blanco en 2020 desencadenó disturbios, afirma que las protestas contra los abusos policiales con sesgo racial "causaron destrucción generalizada y daños a empresas y comunidades".
- La chaqueta de la polémica -
El libro incluye numerosas fotos de su infancia, su vida con Donald Trump y su paso por la Casa Blanca, así como de su campaña publicitaria para los cigarrillos Camel en 1997.
También se pronuncia sobre la polémica en torno a los deportistas trans y afirma que, aunque apoya "plenamente a la comunidad LGBTQIA+", no cree que las mujeres transgénero deban poder participar en deportes femeninos.
Critica a la actriz Rosie O'Donnell -que mantiene una larga enemistad con Trump previa a la era política- por sugerir que su hijo con el expresidente, Barron, podría ser autista. El incidente provocó su "ira" y la llevó a luchar contra el ciberacoso, una iniciativa que defendió bajo el lema "Be Best".
Melania Trump no habla de los numerosos escándalos que han salpicado a su marido, entre ellos, varias denuncias de agresión sexual contra él, ni de que encubrió pagos por el silencio de la actriz de cine porno Stormy Daniels en vísperas de las elecciones de 2016.
Tras considerar que su experiencia como inmigrante le "abrió los ojos a las dificultades a las que se enfrentan todos los que desean convertirse en ciudadanos estadounidenses", se refiere al escándalo que provocó la chaqueta con el mensaje impreso "REALLY DON'T CARE, DO U?" (No me importa, y a ti?) que llevó durante un viaje a la frontera de Texas (sur) para visitar a niños inmigrantes.
La chaqueta no tenía nada que ver con los niños, asegura. Estaba dirigida a "los medios de comunicación" para "hacerles saber que no me preocupaban sus opiniones sobre mí".
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