(In)Justicia deportiva
En esta bonita España que nos está quedando se puede acusar de prevaricación al juez que investiga a la mujer del presidente del Gobierno, pero un futbolista no puede cuestionar un penalti. La apertura de un expediente al defensa del Betis Diego Llorente por manifestar su disconformidad con la pena máxima que decidió el derbi del pasado domingo es el último disparate de una justicia deportiva que se parece a la justicia lo que los cánticos de los hooligans a la música, parafraseando el célebre aforismo militar de Groucho Marx. Vaya por delante que estas líneas no son la pataleta de un bético por perder ante el Sevilla –justo vencedor del derbi– ni la discrepancia ante un penalti probablemente inexistente.... Ver Más