Belén Spinetta y violencia contra los medios: “Limita la libertad de expresión y afecta a las democracias”
La violencia es un elemento demasiado presente en el ejercicio del periodismo. Así lo confirman las cerca de 108 encuestas y entrevistas hechas en 14 países de América Latina y el Caribe por las integrantes de Comunicación para la Igualdad, asociación civil de origen argentino que lleva cerca de 10 años promoviendo, valga la redundancia, la igualdad y la diversidad de género en las comunicaciones.
“Venimos trabajando hace ya bastante tiempo sobre la necesidad de visibilizar la violencia que sufren las mujeres periodistas en los medios de comunicación en los que trabajan”, comentó al respecto Belén Spinetta, periodista e investigadora de la asociación. “Y veníamos viendo una escalada de esta situación, particularmente a través de las redes sociales. Mientras va creciendo la agenda de mujeres y diversidad de los feminismos, también llega una intensificación de las violencias”.
Todo lo anterior fue lo que llevó a la publicación de “Medios sin violencia“, el más reciente estudio de las argentinas que, con el apoyo del Programa Internacional para el Desarrollo de la Comunicación de la UNESCO, logró hacer un catastro de cómo se están manifestando los distintos tipos de agresiones en el rubro de las comunicaciones, especialmente contra periodistas mujeres.
“Es importante sensibilizar sobre estos temas. La violencia limita la libertad de expresión de los periodistas y, por ello, también afecta a las democracias“, manifestó Spinetta sobre la relevancia de esta investigación que también consideró a comunicadores de Chile.
A la hora de evaluar los datos recogidos, la argentina aseguró que “el dato más relevante quizás es que el 75% de las personas que entrevistamos o que respondieron la encuesta que hicimos dijo conocer al menos un caso de violencia de género hacia periodistas”.
“Al mismo tiempo -sumó-, registramos que el 57% de los medios no tiene protocolo de violencia de género, que era uno de los temas fundamentales que queríamos constatar. A la vez, indagamos dónde suceden las situaciones de violencia hacia las mujeres periodistas, y en el 48% de los casos es en su ámbito principal de trabajo, o sea, las redacciones, los estudios, etc. Y el segundo lugar viene de un espacio que está en crecimiento, y que son los entornos digitales“.
La epidemia de violencia digital
Para las integrantes de Comunicación para la Igualdad, los ataques desmedidos contra mujeres periodistas en el ecosistema digital develan, al mismo tiempo, la arremetida de los gobiernos contra la prensa opositora.
“De lo que nosotras recabamos en nuestra investigación, el dato principal alrededor de la violencia online es que la mayoría de las agresiones vienen del sector gubernamental y político. Por lo tanto, eso es una combinación de la limitación de la libertad de expresión y de una afectación al debate público”, comentó Spinetta.
“Eso es en el 31,5% de los casos, e incluye desde presidentes, ministros, gente con cargos públicos importantes. Y si bien están los casos paradigmáticos de Milei en Argentina o de Bolsonaro en Brasil, pero no es que esto sea sólo una estrategia de la derecha”, aseguró sobre los sectores políticos que ejercen este tipo de violencia.
Uno de los ejemplos que surgen desde la izquierda es el del ex presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. “También menospreció o desvaloró el trabajo de las mujeres periodistas que cuestionan su política. Esto se relaciona con un dato que no es nuestro, pero que hace poco salió acá en Argentina. En un informe de las Periodistas Argentinas, que es una asociación, un nucleamiento de comunicadoras argentinas donde también develan esta problemática, se ve cómo viene creciendo lo que ellos llaman el ciberacoso por parte del sector gubernamental y político contra mujeres que hablan no necesariamente los temas del feminismo, sino de la política y de la economía”, agregó.
“Por lo tanto, esto es claramente una afectación al debate público, a la libertad de expresión, y muchas veces deriva en el retiro de las periodistas de las redes sociales, e inclusive en la autocensura. Decir ‘bueno, mejor no hablo de esto porque sé que después de hablar me va a venir una horda de ataques a través de las redes sociales'”, señaló sobre las consecuencias.
Otro dato de la causa es que la mayor parte de estos ataques se concentran en la red social X -ex Twitter-. En Argentina, la situación no es diferente: “Acá, lo que estamos viviendo no es un ataque solo a mujeres, sino al periodismo en general. Al periodismo crítico, opositor. Todos los sectores opositores, cuando se plantan frente a alguna medida o critican alguna cosa, reciben el ataque en redes, que puede ser que arranque por el presidente o alguno de sus ministros o ministras, pero que es replicado por el ecosistema libertario”, contextualizó sobre el país vecino.
En esa misma línea, adelantó que se encuentran “próximas a sacar una investigación donde vamos a hablar específicamente de la comunicación política del Gobierno de Argentina. Pero tanto lo que nosotras señalamos como lo que señala este informe que sacaron hace poquitos días las Periodistas Argentinas, es que la principal consecuencia de esto es el retiro del debate público, la afectación a la libertad de prensa y que, además, viene acompañado con una estrategia, que es otra cosa que se viene denunciando, y que es la desinformación“.
“Es decir, distribuir o dar a conocer datos no chequeados y falsos para construir una determinada idea de la realidad sobre la base de mentiras. La desinformación, que es un problema de toda América Latina, no solo nuestro, tiene su particularidad en la desinformación de género. Son temas que vienen preocupando y que no estamos viviendo solo acá, en Argentina, sino que es algo que se está dando en toda la región, pero que creemos que tiene una intensidad particular acá en nuestro país por el cambio de contexto político”, sumó Spinetta.
Una visión regional
Sin embargo, y más allá de las especificidades que entrega el contexto actual en Argentina a raíz del gobierno de Javier Milei, para las profesionales de Comunicación para la Igualdad era relevante nutrir esta investigación con datos que excedieran las fronteras de su país.
“Este informe recaba datos de 14 países en 94 medios y, justamente, lo que vemos es que es un fenómeno global que tiene su particularidad en América Latina”, aseguró al respecto Spinetta. “Es importante en el sentido de generar y promover una discusión pública que ponga en valor el derecho a la información y la libertad de expresión de las y los periodistas”.
Pero no todo se queda en la recolección de datos, pues una parte importante del trabajo de la asociación civil detrás de “Medios sin violencia” está en la búsqueda de soluciones para erradicar estas conductas del espacio laboral de las y los periodistas. “Ete informe tiene una pata muy importante, que es promover que se incluyan los protocolos de tratamiento de violencia al interior de los medios. Las agresiones que sufren las periodistas son, en la mayoría de los casos, al interior de su trabajo; y los agresores son principalmente colegas. Y en casi un 50% tienen cargos jerárquicos”.
“Esa es la violencia quizás más invisibilizada. Y en la mayoría de los casos no se denuncia. Sólo lo hace el 28% y lo entendemos como una consecuencia de otro dato que tenemos, que es que en el 41% de los casos donde la periodista que sufrió la agresión sí realizó algún tipo de presentación, las represalias recayeron sobre ellas y no sobre las personas que denunciaron. Es decir, o fueron despedidas, amenazadas, se le recortó el trabajo o directamente se les pidió la renuncia. Esta no es una investigación de denuncia, sino que busca aportar elementos para crear una cultura mediática-laboral libre de violencia“, concluyó Spinetta.