¿Cómo están ustedes?
La línea entre la risa y la lágrima es tan delgada que asusta, por eso los payasos son tan de extremos, o hacen gracia o directamente dan miedo. Puede ser por el maquillaje, porque hay algo aterrador en toda esa pintura corrida después que el sudor desgaste los chistes de tanto correr por el escenario o quizás solo sea por lo que esconde debajo. La inseguridad, la estupidez, la inteligencia, el dolor, las desgracias. Todo cabe en los zapatos infinitos y se disfraza con colores chillones y tirantes. Hay tantos payasos como personas. Los hay ridículos, parlanchines, cutres y hasta sucios. Luego, claro, hay payasos asesinos, que han hecho del arte de la risa un oficio casi más extinto que... Ver Más