Jan Jarab: “Hay un intento de instalar que las protestas de 2019 eran solo delincuenciales y eso no es cierto”
El representante en América del Sur de la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos para las Naciones Unidas, Jan Jarab, manifestó inquietud en la dimensión de la memoria y la falta de avances en la reforma a las policías a cinco años del estallido social.
En conversación con la primera edición de Radioanálisis, Jarab sostuvo que desde la organización internacional estan “preocupados en cómo se está distorsionando la narrativa, y también la reparación y las garantías de no repetición. Hemos tenido algunos avances en reparación y esperamos tener más con el catastro de víctimas que se está preparando, pero también nos falta una ley integral. En materia de garantías, las reformas policiales no han avanzado tanto como hemos esperado”.
“Hay un intento muy evidente de instalar en el imaginario colectivo que el estallido social y las protestas del 2019 y 2020 eran tan solo una serie de actos de carácter delincuencial y esto no es cierto. Podemos tener en una sociedad democrática distintas lecturas, valorar más la contribución positiva de los temas que se visibilizaron o decir que los actos vandálicos son los que más importan, pero no podemos negar que en varias de estas manifestaciones hubo centenas de miles de personas, que el 99% eran pacíficas, que estaban formulando demandas de carácter social, político y crítico de la represión”, dijo.
No obstante, para Jarab si han existido “avances en el uso de la fuerza (de las policías), en los protocolos sobre el uso de las armas menos letales, pero eso fue ya a finales del gobierno anterior. Por otro lado, se mantiene el decreto de libertad de asociación que es un decreto de la dictadura y me parece que ya no es aceptable la excusa de que no se puede intentar reemplazarlo por una ley, sobre un derecho tan importante como el derecho a la reunión, simplemente por el miedo de que podría quedar peor que un decreto de los 80″.
Sobre los innovaciones en materia judicial, el representante de Naciones Unidas dijo que existe “un vaso parcialmente lleno, donde sí hay sentencias, tendencias alentadoras, sí se tiene que reconocer que la Fiscalía desde un inicio hizo un esfuerzo de abordar estos casos, aunque no estaba preparada para eso”.
“Ahora, si el resultado es suficiente, claramente no lo es. Gran parte de las víctimas, que no se trata de los casos más conocidos, aún están esperando la justicia, además, muchos de los casos, con los cinco años se van a archivar. Entonces, para muchas víctimas -sin lugar a dudas- va a quedar un sabor amargo”, declaró.
En esa línea, expuso que “estamos trabajando como oficina con la dirección de Derechos Humanos de Carabineros en cursos, junto a otros actores tales como la Cruz Roja sobre el uso de la fuerza. Entonces sí hay esfuerzos dentro de Carabineros de instalar una cultura respetuosa de derechos humanos, pero de una reforma general de las policías y particularmente de la institución de Carabineros de Chile en esto parece que se desistió de una tal reforma o que perdió el norte”.
“Se está hablando de condiciones materiales u otros temas que son importantes, pero hay una tendencia de no hablar en público sobre le necesidad de instalar una cultura de derechos humanos“, lamentó Jarab.