Sánchez y Macron plantean ahora el embargo de armas a Israel, ¿qué tiene que pasar para que la UE lo haga?
Los 27 impusieron restricciones a la exportación de armas a países como Rusia, Libia o Siria, en el pasado, pero la decisión requiere de la unanimidad para aprobar sanciones, que no existe en el caso de la censura a Israel, si bien cada país tiene competencias para tomar decisiones de forma unilateral al respecto
España ha destinado 1.027 millones de euros para adquirir armamento israelí desde el 7 de octubre
Rusia, Corea del Norte, Libia o Siria, sí. Pero Israel, no. Pedro Sánchez y Emmanuel Macron han elevado el tono sobre Benjamín Netanyahu al plantear un embargo de armas después de que haya atacado a la misión de paz de la ONU desplegada en el sur de Líbano, FPNUL (antes FINUL, UNIFIL, por sus siglas en inglés). Aunque supone traspasar una nueva línea roja, la posibilidad de que la UE tome esa decisión es, a día de hoy, prácticamente inviable porque requeriría de la unanimidad de los 27 estados miembros y el doble rasero de muchos gobiernos, como los de Alemania, Hungría o República Checa, con Tel Aviv respecto a otros agresores complica las sanciones a ese país.
“Creo que, hoy en día, la prioridad es que volvamos a una solución política, que dejemos de enviar armas [a Israel] para llevar a cabo los combates en Gaza. Francia no lo hace”, afirmó el presidente francés, que fue le que abrió la espita y ahora ha dado un paso más al convocar al embajador israelí por el ataque a los cascos azules. “Todos decimos que hay demasiados muertos, pero los muertos siguen aumentando. Por eso es tan importante la decisión que ha tomado el presidente de la República francesa”, aplaudió el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, durante un debate en el Parlamento Europeo en el que se evidenció la enorme división entre las fuerzas políticas sobre el conflicto en Oriente Medio en el que la derecha y la ultraderecha apoyan sin fisuras a Netanyahu.
“Creo que es urgente que, a la luz de todo lo que está sucediendo en Oriente Medio, la comunidad internacional cese la exportación de armas al Gobierno de Israel”, pidió Sánchez tras reunirse con el papa en el Vaticano. El llamamiento al resto de países que conforman la “comunidad internacional” se produjo tras el segundo ataque de Israel a la misión de la ONU en Líbano.
España asegura haber cesado las autorizaciones de venta de armamento a Israel cuando comenzó la masacre en Gaza –el 7 de octubre de 2023–, aunque el envío del material previamente contratado se ha seguido produciendo. España es el quinto país de la UE que más armas ha exportado a Israel en este tiempo, por un valor de 1.112 millones de euros. El embargo total es lo que piden grupos como Sumar o Podemos.
La apelación de Sánchez y Macron al resto de aliados internacionales llega, además, en vísperas de la reunión de los ministros de Exteriores de la UE del próximo lunes, aunque ese asunto concreto no figura en la agenda y Borrell no tiene previsto ponerlo sobre la mesa, según fuentes comunitarias, que admiten que el ataque a los cascos azules es una “evolución grave”. “Imaginen las consecuencias en el resto del mundo”, alertan esas fuentes, que ponen el énfasis en que el atacante es un Estado y ni siquiera “grupos fuera de control”.
16 estados miembros de la UE tienen tropas en esa misión de paz de la ONU, que tiene a un general español al mando. En el momento de redactar esta información, los 27 estaban negociando un comunicado de condena conjunto.
Sánchez y Macron reiteraron la necesidad de frenar el envío de armamento a Israel durante una declaración junto a los otros siete líderes de los países del Mediterráneo, entre ellos la ultraderechista italiana Giorgia Meloni, cuyo país también tiene tropas en la misión de paz de Líbano y ha pedido explicaciones a Israel. “Sin armas no hay guerra”, aseveró Sánchez, pese a que el material sigue llegando a Israel. Sin embargo, ninguno de ellos secundó el mensaje de los presidentes de España y Francia.
Y es que más allá de la condena, mover a la UE hacia castigos más severos a Israel es tremendamente complicado por las alianzas y connivencia de muchas capitales con ese país. En el caso del embargo de armas, la decisión se tomaría en el marco de sanciones –como en el pasado ocurrió con países como Rusia, Corea del Norte, Libia o Siria– y su adopción requiere de la unanimidad de los estados miembros, que pueden hacerlo, en todo caso, individualmente.
Sánchez recupera la revisión del acuerdo comercial
Países como Alemania, Hungría o República Checa, entre otros, son especialmente reticentes a cuestionar a Netanyahu y han ido torpedeando todos los pasos que la UE ha tratado de dar para intentar reconducir a Israel en la matanza que está perpetrando en la región. El gobierno checo llegó a bloquear un comunicado conjunto en el que emplazaba a Tel Aviv a no llevar a cabo una ofensiva terrestre en Líbano tras el ataque de Irán, que se condenó desde el primer momento por parte de la UE. Praga estaba en contra de introducir un llamamiento a la contención que supusiera apelar a Israel a no llevar a cabo la invasión que se produjo al día siguiente.
La maquinaria de la UE, por tanto, se mueve de forma especialmente lenta en lo que tiene que ver con las consecuencias hacia Israel. De hecho, la UE tardó cinco meses en pedir un alto el fuego desde que Israel comenzó a masacrar a los gazatíes.
Además, los 27 enfriaron inicialmente la revisión del acuerdo comercial que plantearon en febrero España e Irlanda por la vulneración del derecho humanitario en la Franja de Gaza. Hasta el ataque en Rafah, saltándose la resolución de la justicia internacional, el asunto estuvo en un cajón. Borrell recibió en junio el visto bueno de una mayoría de estados miembros para convocar al ministro de Exteriores israelí en el marco de ese acuerdo. Sin embargo, desde entonces el asunto está prácticamente paralizado y fuentes comunitarias apuntan a que “se está negociando el borrador de la agenda” con el Gobierno israelí.
Sánchez volvió a insistir este viernes en la necesidad de revisar ese acuerdo por los incumplimientos del derecho internacional y humanitario y reprochó a la Comisión Europea que no haya movido ficha (la parte comercial, más allá de la convocatoria de Borrell, depende del ejecutivo comunitario, que no ha respondido a la carta enviada por Sánchez y su homólogo irlandés). “Si no se respetan los derechos humanos contenidos en el acuerdo de asociación, sólo hay un camino, que es revisar ese acuerdo. Los acuerdos deben cumplirse en su letra y su espíritu”, señaló Sánchez: “Quiero pedir a la Comisión que seamos coherentes”.