Palestina y México: cuando el vecino levanta una barda

IEn febrero de 2019, el doctor Gilberto Conde dictó en el Colegio de la Frontera Norte, en Tijuana, la ponencia titulada “Una reflexión sobre los muros entre naciones: los casos de México-EU y Palestina-Israel”.Gilberto Conde es oriundo de Tijuana, profesor e investigador del Colegio de México, miembro del Sistema Nacional de Investigadores del Conahcyt, doctor en Estudios de Asia y África con especialidad en Medio Oriente.Conde señaló en esa conferencia que los muros fronterizos son construidos por diversas razones, generalmente por la parte poderosa “con el afán de mantener afuera a los pobres que ellos mismos contribuyen a producir”. Los muros, añadió, son un filtro para dejar pasar solo a quienes tienen capacidad económica para ser considerados turistas.Agregó que, aunque en épocas muy diversas, tanto Estados Unidos como Israel se apropiaron de territorios que ellos “consideraban vacíos o libres, con el afán de crear naciones modernas, civilizadas, en desarrollo capitalista y con un derecho otorgado por Dios”.IIMás de cinco años después de lo expuesto por el doctor Gilberto Conde en Tijuana, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, dijo ante la Asamblea General de Naciones Unidas, a finales de septiembre de 2024: “Hezbolá convirtió en pueblos fantasmas a ciudades vibrantes del norte de Israel. Por eso quiero que piensen en esto en términos estadounidenses equivalentes. Imaginen si los terroristas convirtieran a El Paso y San Diego en pueblos fantasmas. Luego, pregúntense cuánto tiempo toleraría eso el gobierno de Estados Unidos: ¿un día?, ¿una semana?, ¿un mes? Dudo que lo tolerarían ni siquiera un solo día”.Netanyahu también expresó: “Nos enfrentamos a la misma elección eterna que Moisés planteó ante el pueblo de Israel hace miles de años, cuando estábamos a punto de entrar a la Tierra Prometida. Moisés nos dijo que nuestras acciones determinarían si legamos a las generaciones futuras una bendición o una maldición”.Luego, Netanyahu mostró un mapa de Medio Oriente titulado “La bendición”, al mismo tiempo que decía: “Muestra a Israel y a sus socios árabes formando un puente terrestre que conecta Asia y Europa. Entre el océano Índico y el mar Mediterráneo, a través de este puente tendremos líneas ferroviarias, tuberías de energía y cables de fibra óptica, lo que beneficia a dos mil millones de personas”.A continuación, sin darse cuenta de que estaba al revés (estilo Xóchitl), mostró un mapa de Medio Oriente titulado “La maldición”. Corrigió la posición del dibujo y afirmó: “Es el mapa de un arco de terror que Irán ha creado e impuesto desde el océano Índico hasta el Mediterráneo. El arco maligno de Irán ha cerrado las vías navegables internacionales. Corta el comercio, destruye naciones desde dentro e inflige miseria a millones de personas”.Netanyahu se quejó de que, en la última década, en la Asamblea General de la ONU “se han aprobado más resoluciones contra Israel que contra todo el mundo en su conjunto. De hecho, más del doble”.Se despidió así: “Como dice el libro de Samuel en la Biblia: la eternidad de Israel no vacilará”.Este discurso político-religioso fue el anuncio de que intensificaría sus acciones militares en diversos frentes, tal como sucedió.Oscar Wilde dijo que la vida imita al arte, pero por lo visto también imita a las ciencias sociales.IIIEn la mencionada ponencia “Una reflexión sobre los muros entre naciones: los casos de México-EU y Palestina-Israel”, Gilberto Conde afirmó que los muros no solo son un filtro físico, también un símbolo de poder con efectos psicológicos buscados, “lo que el autor Edward Said define como geografías imaginarias”.Conde dijo que las barreras físicas en las fronteras generan sensaciones tanto de pertenencia como de alteridad. De pertenencia entre quienes se sienten beneficiados y de alteridad entre “los otros”, los excluidos, los outsiders, sin importar dónde vivan estos últimos, pues pueden ser mexicanos o latinos que trabajan en Estados Unidos o palestinos en Israel.Hizo énfasis en el hecho de que los muros que separan a México de Estados Unidos y a Palestina de Israel tienen contextos muy diferentes, pero las semejanzas son las que más le impactan.Cerró su plática de 2019 con lo que él llamó “la deconstrucción artística de la realidad”, mostrando murales que han sido pintados en las bardas fronterizas tanto del lado mexicano como del palestino: una imagen de Benjamín Netanyahu besando a Donald Trump y alguna más, entre otras, en la que un muro se abre solo en apariencia para dar vía libre a quien desee pasar.IVEl lunes pasado por la noche, 7 de octubre de 2024, organizaciones pro Palestina conmemoraron en el Ángel de la Independencia un año de lo que llamaron “el genocidio perpetrado por Israel con ayuda de Estados Unidos”.Realmente se cumplió un año de la salvaje y cruel incursión de Hamás en territorio israelí (con mil 200 muertos y más de 200 rehenes), acto que provocó la aún más feroz y despiadada reacción del ejército de Israel (40 mil muertos, dos millones de desplazados y destrucción de gran parte de la infraestructura urbana de la Franja de Gaza).Además de los discursos, en pleno Paseo de la Reforma se presentó Gaza, la franja del exterminio, del mexicano Rafael Rangel. Ahí estaban las imágenes del documental proyectadas en una pantalla y atrás el Ángel dorado como testigo, con su columna pétrea iluminada con un llamativo rosa fluorescente. Entre los asistentes, una muchacha se paseaba con una máscara de la muerte. Se podría hablar también de deconstrucción artística de la realidad.A media cuadra, rejas metálicas rodeaban por completo la Embajada de Estados Unidos en México y nadie podía pasar ni por la lateral de Reforma ni por la banqueta. Este muro no estaba ni en San Diego ni en El Paso sino en la capital de México.VEl 28 de septiembre de 2024, a bordo del avión que lo trasladó de Bélgica a Roma, el Papa Francisco contestó variadas preguntas de los periodistas. Una reportera dijo que Israel acababa de eliminar en Beirut, Líbano, al líder de Hezbolá, Hasán Nasralá, utilizando bombas de 900 kilogramos. Enseguida, le preguntó al pontífice: “¿Cree que Israel ha ido más allá contra Gaza y Líbano?”.El Papa respondió: “La defensa debe ser siempre proporcional al ataque. Cuando hay algo desproporcionado muestra una tendencia dominante que va más allá de la moral. Un país que con su fuerza hace estas cosas, me refiero a cualquier país, de manera tan superlativa, son acciones inmorales. Incluso en la guerra hay una moralidad que proteger. La guerra es inmoral, pero las reglas de la guerra implican cierta moralidad. Cuando esto no se hace, se ve, como decimos en Argentina, mala sangre”.AQ