El restaurante donde Ferran Adrià se embarcó en la gastronomía

Si en los orígenes está la esencia y la clave para pasar de lo particular a lo universal, los amantes de la buena mesa deben de conocer Embarcadero, el restaurante de Castelldefels donde se inició en la gastronomía el afamado chef de l'Hospitalet Ferran Adrià, y donde este otoño se pueden degustar los mejores arroces del litoral barcelonés frente a la playa, a 20 minutos de Barcelona y con aparcamiento gratuito , ya que el establecimiento dispone de uno cubierto y en la localidad marítima ya no se paga la zona azul. El creador de El Bulli, que llevó la cocina española a la fama global siendo cinco veces el mejor restaurante del mundo, se inició en la restauración en 1979, cuando solo contaba 17 años de edad. Y lo hizo como friegaplatos en el restaurante del Hotel Playafels, establecimiento que hasta 1931, cuando abrió, había sido el lugar donde los pescadores recogían sus barcas y descargaban su mercancía. Ginés Adrià, padre del triestrellado chef, tenía amistad con Miquel Moy, que era el jefe de cocina de aquel restaurante especializado en celebraciones familiares. Sin cualificación profesional, el joven Ferran empezó lavando platos y ollas con el objetivo de financiarse un verano en Ibiza , como luego ha recordado siendo fiel a sus raíces, al tiempo que reconocía que no le gustaba comer ni cocinar, que le tiraba más la fiesta que los fogones. Pero fue en Embarcadero, empezando desde abajo, donde le atrajo la vida de chef, porque «era muy bohemia y muy loca«. Efectivamente, la historia de la cocina contemporánea empieza en Castelldefels, en el restaurante Embarcadero del Hotel Playafels . Ferran Adrià pasó por sus fogones en una formación profesional dual «avant la lettre». No fue a la universidad, pero ahora es doctor Honoris Causa por la de Barcelona (2007), la de Aberdeen (2008) y la Politécnica de Valencia (2010). Sus recetas han roto esquemas, creado nuevos sabores, texturas y sensaciones gracias a la utilización de la física y la química para deconstruir y esferificar, entre otras técnicas en las que utilizaba sifones, alginatos, emulsionadores, gelificantes, potenciadores de sabor, acidificadores y nitrógeno líquido, lo que generó controversia y división entre los que apoyan esos métodos y los que están en contra. El moderno Embarcadero sigue en el interior del mítico Hotel Playafels y conserva viva la tradición del Castelldefels más auténtico . Su carta ofrece una experiencia culinaria mediterránea diseñada con ingredientes de proximidad, en la que destaca una cocina marinera, con sus excepcionales arroces, y ofrece una propuesta gastronómica en una ubicación inmejorable con vistas al mar, con terraza exterior y un luminoso salón con amplios ventanales en forma de centenarios arcos que recuerdan el origen de los pescadores. Además de disponer de un amplio aparcamiento para clientes, también tiene salones privados para celebraciones. Perteneciente al Grupo Lancaster, que se ha convertido a lo largo de los últimos 20 años en todo un referente de la gastronomía mediterránea en Castelldefels, en Embarcadero apuestan por los productos frescos, tanto el pescado procedentes de la costa catalana, como los hortofrutícolas de temporada del cercano Parque Agrario del Baix Llobregat , la gigantesca y protegida huerta de Barcelona. Además de Embarcadero, el grupo dispone de otros restaurantes que abren todo el año: Casanova Beach Club (CBC), también en Castelldefels; Lancaster en Gavá Playa y Mamut Beach Club en la virgen playa de Viladecans. Durante el verano también están los chiringuitos La Xancla Xiringuito (Premio al Mejor Chiringuito del Baix Llobregat 2023), Carita Morena en Castelldefels y El Mosquito en La playa de la Murtra de Viladecans. Arroz DO Castelldefels Antes de degustar el arroz de Castelldefels, un plato DO elaborado con ingredientes de la comarca en una versión de mar y montaña, con sepia, gambas, costilla de cerdo, alcachofa, judía, hinojo y romero; para picotear destaca en la carta de Embarcadero unas patatas bravas también con DO del establecimiento . Las elaboran a base de mil hojas y las sirven en lingote crujiente después de pasar por el horno, con salsas alioli y brava con oliva negra pulverizada por encima. Alcachofas crujientes con flor de sal, berenjenas rebozadas con miel y menta y un canelón de gamba estilo thai con curry panag completan los entrantes tras una cremita de setas de aperitivo. Aunque el arroz con mariscos es uno de los más pedidos, y el de setas con zamburiñas el más otoñal , el DO arroz de Castelldefels de Embarcadero se ha convertido en un clásico que aúna calidad y marca de ciudad. El punto del arroz se ofrece sabroso pero ligero, todo lo contrario que otras paellas cuyo fumet cargan al extremo de provocar una pesada digestión. Durante los días laborables, Embarcadero ofrece un menú a precio fijo de 29,90 euros, que incluye cuatro tapas, un arroz y la bebida. Un lujo a 20 minutos del centro de Barcelona.