El agrónomo de la UNALM que se volvió millonario con su emprendimiento, pero a los 30 años lo perdió todo
La inspiradora historia de Estuardo Masías, fundador de La Calera, muestra cómo la perseverancia puede llevar al éxito. A pesar de perderlo todo en dos ocasiones, Masías se levantó y transformó su vida, convirtiéndose en un referente en la producción de huevos en Perú.
Masías inició su trayectoria en la Universidad Nacional Agraria de La Molina y estudió la carrera de Agronomía, donde se preparó para dedicarse al cultivo de mandarinas. Sin embargo, las adversidades lo llevaron a reinventarse y encontrar en la producción de huevos su verdadero destino. Su trayectoria es un claro ejemplo de cómo la determinación y la visión pueden superar cualquier obstáculo.
¿Quién es Estuardo Masías?
Estuardo Masías comenzó su carrera empresarial en el sector agrícola, enfocándose en la siembra de mandarinas. Para ello, adquirió un terreno de 1.000 hectáreas y viajó a Estados Unidos para cursar una maestría en cítricos. Sin embargo, la llegada de la Reforma Agraria y los cambios en el Gobierno de turno lo llevaron a perder todo lo que había construido. "Llegó Velasco Alvarado al Gobierno y me quitó todo. A los 29 años era millonario y a los 30 no tenía ni un sol", relató Masías al diario Gestión.
Tras el fracaso en la agricultura, el agrónomo decidió incursionar en el negocio de la crianza de pollos. A pesar de sus esfuerzos, este emprendimiento tampoco prosperó debido a la crisis económica y el terrorismo que azotaba al país en esa época. La situación se tornó insostenible y, lamentablemente, se vio obligado a sacrificar las aves que tenía.
¿Cómo surgió La Calera?
Después de dos fracasos, Estuardo Masías no se rindió. Con las 2.000 gallinas que le quedaban, comenzó a vender huevos en el mercado local. Este modesto inicio fue el origen de lo que hoy es La Calera, una de las productoras de huevos más grandes y reconocidas de Perú. La empresa se distingue por su compromiso con la sostenibilidad y la innovación, implementando prácticas amigables con el medio ambiente y el bienestar animal.
La planta de La Calera, ubicada en Alto Larán, Chincha, cuenta con paneles solares e iniciativas para el reciclaje del cartón utilizado en la venta de huevos. Además, el cuidado de las gallinas se realiza de manera especial, logrando producir abono orgánico en sus granjas.