Cazando moscas
Algún día, ya lo veréis, abrirán nuestro cerebro, forrado de musgo seco, y descubrirán canalillos secretos no diseñados por Dios, sino por esa legión de telecos que han convertido los móviles en los nuevos prescriptores de nuestra identidad. Estamos a punto de dejar de ser el resultado de lo que leemos, aprendemos, conversamos o elegimos porque ya no hacemos casi nada de eso sin la mediación del dispositivo de bolsillo que dirige nuestras vidas . De hecho, identificarlo como teléfono empieza a ser una incorrección semántica porque rara vez lo utilizamos para escuchar a distancia las voces de nuestros interlocutores. Ahora nos sirve para leer y escribir un idioma nuevo plagado de abreviaturas, acrónimos, atajos y aberraciones ortográficas, para compartir... Ver Más