El centinela de la Giralda
Sevilla debe gran parte de su patrimonio monumental a fieles y clérigos que ambicionaron una utopía para la mayor Gloria de Dios y que hicieron realidad pese a ser tomados por locos. Los Venerables nació por el sueño de un canónigo que promovió un palacio pintado por Valdés Leal como un trampantojo de la sencillez de los sacerdotes ancianos. El mismo canónigo, de nombre Justino de Neve, encargó a Murillo que pintara otro sueño, el del Patricio Juan y su esposa, para el renacimiento barroco de la vieja sinagoga como templo dedicado a Santa María la Blanca. Hubo otro hombre, dicen que tras una vida licenciosa, que sufrió una conversión de espíritu y dedicó su vida a los pobres fundando... Ver Más