Sin grandes gastos ni desplazamientos: siete buenos planes para tomarse un respiro en el puente de diciembre
Los festivos del 6 y el 8 de diciembre siempre ofrecen una buena oportunidad para hacer las maletas. De Granada a Marrakech y de los Pueblos Negros de Guadalajara a la vecina Aveiro; aquí tienes varias propuestas que combinan ciudades, pueblos, cultura, naturaleza y, por supuesto, gastronomía
Entre lagos y montañas: una ruta en los Pirineos por antiguas vías de ferrocarril
El puente de diciembre, con los días festivos de la Constitución y la Inmaculada, es el último gran respiro vacacional antes de la Navidad. Para quienes no pueden resistirse a una pequeña escapada, estas fechas ofrecen una oportunidad perfecta para salir de la rutina y descubrir lugares cercanos y llenos de encanto sin necesidad de hacer grandes gastos ni largos trayectos.
Es una época ideal para explorar destinos turísticos de España y países vecinos, como Portugal o Marruecos, que en otras fechas atraen a muchos más visitantes. En diciembre, muchos de estos lugares pueden disfrutarse sin grandes multitudes, lo que permite descubrir su cara más auténtica, probar su gastronomía con calma y aprovechar el ambiente prenavideño que ya adorna muchas ciudades y pueblos.
Aquí te proponemos siete destinos diferentes, con experiencias para todos los gustos, que combinan cultura, naturaleza y muchos sabores, por si te animas a preparar las maletas y lanzarte a descubrir estos planes buenos, bonitos y baratos el próximo puente de diciembre.
Ronda y la Sierra de Cádiz
Ronda, en Málaga, tiene mucho que ofrecer a los visitantes. Más allá de su Puente Nuevo y la Plaza de Toros, que es una de las más antiguas de España, no puedes perderte el Museo Lara, con exposiciones de artefactos antiguos y curiosos, y los Baños Árabes, un impresionante legado de la época musulmana de los siglos XIII y XIV. Pasear por la Alameda del Tajo y disfrutar de sus vistas tampoco tiene desperdicio.
Desde Ronda podemos hacer excursiones a los pueblos cercanos de la Sierra de Cádiz, como por ejemplo Setenil de las Bodegas, donde las casas están literalmente incrustadas en la roca, y a Grazalema, tanto al pueblo como a su Parque Natural, hogar de numerosos pinsapos. Si quieres más naturaleza, la malagueña Sierra de las Nieves, declarada Parque Nacional en 2021, ofrece rutas para todos los gustos y niveles.
Cáceres y sus alrededores
Este plan toma Cáceres como 'campo base' pero puede ir mucho más allá. La ciudad es perfecta para ser explorada a pie, sobre todo el casco histórico, que se ilumina de forma espectacular al anochecer. Además de visitar la Plaza Mayor y la Torre de Bujaco, es muy recomendable acercarse a la Concatedral de Santa María y a la iglesia de San Francisco Javier, que tampoco pasa desapercibida con sus torres pintadas de blanco. Pero la arquitectura civil no se queda atrás, por lo que no conviene perderse el Palacio de Pedro Carvajal, el Palacio de Ovando o el Palacio de los Golfines de Abajo.
Como tenemos tiempo suficiente, podemos hacer alguna excursión cercana. Por ejemplo a Trujillo, cuya arquitectura es prácticamente un museo a cielo abierto, o a Guadalupe, que además de su Monasterio de Santa María de Guadalupe, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1993, es un ejemplo excelente de la arquitectura popular de la región. Además, el Parque Nacional de Monfragüe no queda lejos y es perfecto para hacer senderismo y observar aves.
La Costa da Morte
Además del famoso Cabo de Fisterra, la Costa da Morte es conocida por sus leyendas y tradiciones celtas, y diciembre es una época perfecta para conocer su misticismo sin las multitudes del verano. No pases por alto Muxía, con su Santuario de la Virgen de la Barca y su relación con los antiguos rituales paganos, donde las piedras son objeto de culto y simbolismo. Ni tampoco Camariñas, donde puedes visitar el Faro Vilán y conocer la tradición del encaje de bolillos, que tiene aquí una de sus mayores representaciones e incluso su propio museo.
Gastronómicamente hablando, Galicia es siempre sinónimo de calidad. La región es un paraíso para los amantes del marisco y el pescado fresco. Merecen especial mención el longueirón (navaja) y los percebes, pues los del Cabo Roncudo cuentan con una fama más que merecida. Una opción muy recomendable es hacer una pequeña ruta gastronómica por los restaurantes de los diferentes pueblos, donde es posible encontrar platos de calidad a precios asequibles.
Los Pueblos Negros de Guadalajara
Una ruta de los Pueblos Negros de Guadalajara es siempre un viaje a otro tiempo. Estos pequeños municipios son conocidos por el empleo de la popular piedra de pizarra negra, y de ahí viene su nombre. Todos destacan por su arquitectura tradicional, pero además de sus calles empedradas en algunos hay siempre algo más que ver, como las Chorreras de Despeñalagua en Valverde de los Arroyos, con una espectacular caída de agua accesible a pie en una corta excursión, o la iglesia de San Juan Bautista y las impresionantes vistas al Pico Ocejón que nos deja Majaelrayo. Umbralejo y Campillo de Ranas completan esta ruta guadalajareña.
El invierno es una época especialmente bonita en esta zona, pues el frío hace encender las chimeneas, el olor a leña lo inunda todo y sus interiores se hacen especialmente acogedores. Los alojamientos rurales son ideales para disfrutar de unas mantas y también de la gastronomía local, con platos como el cabrito o el cordero asado y las migas típicas de la sierra, que permiten sumergirse en la cultura local desde el estómago.
Aveiro y alrededores, en Portugal
Portugal es un destino altamente recomendable, siempre hay que tenerlo muy en cuenta y más si buscamos dónde pasar el puente de diciembre. Entre Oporto y Coímbra se encuentra Aveiro, conocida como la “Venecia portuguesa” y famosa por sus canales y sus moliceiros, la embarcación tradicional de su ría. Pasear por sus calles siempre es una experiencia, y aquí encontrarás además el Museu de Arte Nova, uno de los mejores exponentes del estilo modernista en Portugal. Tampoco puede faltar un paseo por el barrio pesquero de Beira Mar, donde encontrarás casas de colores y un ambiente marinero.
Tanto Oporto como Coímbra se encuentran a una hora por carretera, la primera al norte y la segunda al sur. Una escapada rápida a Oporto permite visitar sus bodegas y conocer el famoso puente Don Luis I, mientras que en Coímbra destaca su universidad, una de las más antiguas del mundo.
Marrakech y el desierto, en Marruecos
Marruecos está lo suficientemente cerca como para que en solo unos días vivas un viaje lleno de contrastes. Marrakech es una ciudad vibrante que se transforma al caer la noche, especialmente en la plaza Jamaa el Fna, donde músicos, bailarines y encantadores de serpientes crean un ambiente mágico desde el atardecer. Además de la medina y sus zocos, puedes visitar la Medersa Ben Youssef, escuela musulmana de estudios superiores fundada en el siglo XIV, o las Tumbas Saadíes, que no son fáciles de encontra, peroo sí una de las cosas más bonitas que verás en Marrakech.
Si quieres dedicarle menos tiempo a la ciudad puedes aprovechar para hacer una excursión al desierto de Merzouga, pues desde Marrakech hay rutas organizadas de tres días que te llevan a pasar la noche en una jaima sobre la arena y bajo el cielo estrellado. Para quienes prefieren una escapada más corta, Ait Ben Hadu es una visita imprescindible y las Cascadas de Ouzoud un buen lugar para admirar la riqueza natural del país.
Granada y la Alpujarra
Granada es un destino repleto de historia y cultura, y en diciembre su ambiente navideño le añade un toque especial. La visita a la Alhambra es imprescindible, así que no olvides hacerte con una entrada cuanto antes. Piérdete también paseando por las laberínticas calles del Albaicín para gozar de unas vistas privilegiadas. Y si quieres probar cosas ricas, salir de tapas por Granada siempre es un acierto, pues muchos de sus bares mantienen la costumbre de ofrecer una tapa gratis con cada bebida, lo que permite disfrutar de la gastronomía local de forma asequible.
En las cercanías, Sierra Nevada abre su temporada de esquí en diciembre, el año pasado lo hizo el día 5, con opciones tanto para principiantes como para esquiadores expertos. Si no hay nieve, también es un buen lugar para hacer senderismo. Y para quienes buscan aprovechar los días para vivir una experiencia más rural, los pueblos de la Alpujarra granadina, como Pampaneira o Capileira, son ideales para disfrutar de la tranquilidad y de la gastronomía serrana granadina.