Moscovitas pro-Putin, galvanizados tras su discurso amenazante
Rusia "no cederá" ante Occidente. Los moscovitas pro-Kremlin expresaron su confianza en la victoria de su país el viernes, al día siguiente de que Vladimir Putin pronunciara un discurso amenazando a Occidente y tras el uso de un misil de última generación contra Ucrania.
El presidente ruso, que lanzó una operación contra Ucrania en febrero de 2022, afirmó el jueves que el conflicto en Ucrania tiene ya visos de guerra "mundial" y advirtió que no descartaba ataques en Occidente.
Sus declaraciones se producen un día después del disparo de un misil hipersónico de medio alcance, capaz de transportar ojivas nucleares, contra Dnipró, en el centro-este de Ucrania, y tras notables avances de las tropas de Moscú en el frente este.
Putin presentó este disparo como una respuesta después de que el martes Ucrania empleara por primera vez misiles balísticos estadounidenses ATACMS contra Ruia.
En las calles de Moscú, pocas personas acceden a comentar estos eventos al micrófono de un medio de comunicación occidental, en un contexto de represión implacable contra cualquier voz crítica del Kremlin y su ofensiva en Ucrania.
Los que aceptan hablar aplauden la determinación del Kremlin.
"Rusia superará todo. Nadie podrá derrotarla", dice entusiasmado a AFP el moscovita Alexéi Peshcherkin.
Putin "está haciendo todo muy bien. No deja ninguna oportunidad a aquellos que quieren atentar contra (la seguridad de) Rusia", añade este fontanero de 57 años desde el centro de Moscú.
- Juntos con el presidente -
El discurso de Putin a la nación, transmitido en la televisión pública el jueves por la noche, "me dio una sensación de seguridad. No cabe duda de que hay alguien para defendernos", coincidió Alexander Timofeyev, ferroviario de 72 años.
Este hombre considera que es "poco probable" que estalle una Tercera Guerra Mundial, aunque no la descarta.
"No son tontos esos (en Occidente), buscan intimidarnos. Pero tienen miedo. Y el miedo, a veces, es algo bueno", asegura Timofeyev.
Paseando por un parque moscovita, Yulia Kim, médica de 52 años, constata una "escalada" entre Moscú y los occidentales, y confiesa temer "una guerra nuclear".
"Pero debemos luchar por nuestra independencia y resistir hasta el final", declara la mujer.
Andrei, un economista de 61 años, está convencido de que "Rusia tiene suficientes medios para defender su independencia".
"Rusia superará todo, junto con su presidente", asegura.
Algunos moscovitas se muestran dispuestos a aceptar las dificultades derivadas de los problemas económicos alimentados por las sanciones occidentales, una alta inflación que empobrece a los rusos y la caída del curso del rublo.
"La inflación es difícil, pero ¿qué se le va a hacer?", dice Peshcherkin, que piensa que estas dificultades serán "temporales".
Durante la Segunda Guerra Mundial "no teníamos nada que comer y la gente sobrevivió. Nosotros todavía tenemos comida", dice.
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