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Lavar la ropa de andar por casa: cada cuánto debe hacerse y recomendaciones

No es necesario lavar cada pieza de ropa con cada puesta, pero sí que debemos ser conscientes de la frecuencia ideal de lavado de cada tipo de prenda

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Cuánto placer da llegar a casa y, automáticamente, ponerse ropa cómoda tras la jornada laboral. O usar este tipo de prendas durante el día con el teletrabajo, práctica que vino con la pandemia y que ha permanecido parcialmente en muchas empresas. O que llegue el ansiado fin de semana y decidas pasarlo disfrutando del calor del hogar.

Sin embargo, puede que no tengamos claro con qué frecuencia lavar esa ropa, a diferencia de la que utilizamos para salir a la calle.

En nuestra casa también compartimos espacio con bacterias, gérmenes y células muertas, a los que no solemos tener tanto en cuenta como la suciedad que procede del exterior. Cuidar la higiene de estas prendas es importante ya que el hogar puede convertirse en un caldo de cultivo de bacterias y ácaros.

Por otro lado, hay que mantener un equilibrio a la hora de lavar la ropa de casa. Si lo hacemos con excesiva frecuencia se puede acortar la vida de la prenda. Los lavados frecuentes pueden hacer que las prendas más delicadas se desgasten más rápidamente.

También hay que tener en cuenta la conservación del medio ambiente, porque con cada lavado se liberan millones de micropartículas de plástico en los óceanos al no poder filtrarse en las plantas de tratamiento de agua. Además, si lavamos teniendo esto en cuenta, podremos ahorrar este preciado líquido.

No es necesario lavar cada pieza de ropa con cada puesta, pero sí que debemos ser conscientes de la frecuencia ideal de lavado de cada tipo de prenda.

Lo que sí se debe hacer con cualquier prenda, incluidas las que utilizamos en casa, es lavarlas antes de la primera vez que nos las ponemos para eliminar la suciedad que se haya acumulado en el transporte, almacenamiento y manipulación en la tienda.

Otro consejo es no sobrecargar la lavadora ya que al hacer coladas más grandes y menos frecuentes puede reducir la cantidad de tiempo que estás pendiente de la lavadora, pero puede que la ropa no quede tan limpia.

Pijama

La prenda casera por antonomasia. Al dormir nos deshacemos de piel muerta, así que hay que tener en cuenta que en los pijamas se acumulan bacterias. La frecuencia ideal para lavar el pijama es cada tres o cuatro días, es decir una media de dos veces por semana. De este modo, nos aseguraremos de manetener una buena higiene.

Las personas que tengan afecciones en la piel como eccema o psoriasis deben de estar más pendientes de esta cuestión.

En verano, las noches se vuelven calurosas y húmedas y puedes sudar más. En ese caso, es probable que necesites lavar tus camisones de algodón más a menudo para asegurarte de que la humedad que acumula tu ropa de dormir no vuelva a tu cuerpo. En ese caso, puede ser necesario un lavado diario, como otras prendas.

Hay que tener en cuenta a la hora del lavado el tejido de los pijamas. Por ejemplo, si son de franela se mantiene en buen estado por más tiempo si los lavas del revés, mientras que los de seda deben lavarse a mano.

Bata

Otra de las prendas que llevamos por casa es la bata. Esta prenda de ropa nos ayuda a no pasar frío en invierno y, al mismo tiempo, protege la ropa que llevamos debajo. Algunas de ellas, además, pueden tener un tacto muy gustoso y ahora hay todo tipo de diseños que nos permiten encontrar la ideal para nosotros.

Justo al tratarse de una pieza de ropa que utilizamos encima de otras y no tener contacto directo con nuestra piel su frecuencia de lavado disminuye. Dicha frecuencia también depende si se utiliza para estar en casa sin más o si nos las ponemos con el objetivo exclusivo de limpiar la casa. En el primer caso podría lavarse cada quince días, mientras que en el segundo debería ir al cubo de la lavadora directamente.

Chándal

Otra prenda socorrida y cómoda para estar por casa es el chándal. Normalmente, la ropa deportiva debe lavarse después de una sesión intensiva de ejercicio en la que se haya sudado mucho. Pero en el caso de utilizarlo como prenda casera el ritmo de lavado puede equivaler al del pijama y meterlo en la lavadora después de usarlo dos o tres días.

Zapatillas de estar por casa o calcetines nórdicos

La frecuencia con la que debes lavar tus zapatillas de andar por casa depende del uso que les des en casa. En general, se recomienda lavarlas al menos una vez al mes para mantenerlas limpias y libres de bacterias.

Si las usas todos los días o en condiciones de alta humedad, puedes lavarlas cada dos semanas. Mantener una rutina regular de limpieza ayuda a prolongar la vida útil de tus zapatillas o calcetines nórdicos y a mantener un ambiente saludable en casa.

A la hora de lavarlos, la lavadora es un método eficiente que nos permite limpiar varias zapatilas o calcetines nórdicos a la vez. Además, la lavadora garantiza una limpieza profunda, eliminando tanto la suciedad como las bacterias. En el caso de que esté indicado el lavado a mano es importante tener en cuenta utilizar un cepillo suave, enjuagarlas con agua fría y dejarlas secar al aire libre.

Si las pantuflas huelan mal se les puede espolvorear bicarbonato de sodio y dejarlas reposar durante la noche. El bicarbonato de sodio es excelente para absorber olores y eliminar bacterias. Hay que sacudirlo antes de volver a usarlas.

Recomendaciones

Os recordamos una serie de recomendaciones a la hora de lavar estas piezas de ropa. Como con cualquier otra prenda es importante separar los colores oscuros de los claros para evitar que destiñan y manchen la ropa. También hay que verificar la etiqueta para comprobar las condiciones de lavado específicas de cada prenda y, así, evitar dañar las fibras del tejido.

Por otro lado, se recomienda el uso de un detergente suave para mantener la comodidad de la ropa de casa y, en cambio, no utilizar suavizante ya que puede disminuir la capacidad del tejido para absorver la humedad y, de paso, la capacidad para mantener la piel seca y fresca.

Por último, para mantener la frescura y comodidad del pijama lo mejor es secarlos en secadora a temperatura baja o, directamente, al aire libre, que es la mejor opción.

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