La Mari de Chambao: «Con el cáncer me puse una capa de 'superwoman' y me olvidé de cuidarme»
Tras ocho años alejada de la música como Chambao, La Mari regresaba hace un año publicando un álbum bajo el nombre con el que inició su carrera en la industria hace más de dos décadas. 'En la Cresta del Ahora' es si cabe el trabajo más personal de la malagueña dentro de lo propio en que tornó su trayectoria desde que el resto de la formación la abandonase al poco tiempo de emprender el camino al éxito. El Flamenco Chill de Chambao pasó a tener en 2005 a La Mari como única representante reconocible por una voz y una presencia que firmaba con la calma de todo lo bueno que fluye en la naturaleza. Pero lo cierto es que en la historia de María del Mar Rodríguez, una crisis personal hizo que se replantease su manera de ser y estar en la vida desde la atención plena y vivir el presente. Primero plasmó su cambio en el disco de regreso pero antes se embarcó en la escritura de un libro con el mismo nombre, su segundo después de 'Enamorá de la vida aunque a veces duela' (2006), para contar su experiencia en el camino hacia la reconstrucción de su vida. «Somos muchas personas las que estamos intentando hacer un cambio. El mío es como una hoja de ruta, si a mí me sirvió y me sirve hacer esto, a lo mejor a otros también», explica La Mari sobre el objetivo de la obra 'En la cresta del ahora' que vio la luz en septiembre. ABC ha conversado con la cantautora acerca de los episodios personales que relata en el libro, el camino al cambio y su florecida vida. Para llegar a sentirse plena, La Mari pasó por varias caídas «que le pueden pasar a cualquier persona» tras las que hizo un ejercicio de evaluación para darse cuenta que necesitaba romper con lo que definía una vida que la incomodaba. «Observé que me encontraba en un momento de mendigar amor y de depositar en la otra persona el ser feliz. También qué tipo de hábitos diarios tenía, como el uso del móvil, la queja, el juzgar a otra persona en vez de mirarme a mí, la mala alimentación y descanso o el alcohol», indica la malagueña. Aprender a vivir la vida en el momento presente no es algo sencillo y requiere implicarse en uno mismo a través de muchas facetas para las que se necesitan herramientas que la propia María utilizó y utiliza y que ahora comparte con los lectores para 'ir' «a la acción». «Hay un montón de herramientas para vivir la vida como tú quieras vivirla, diseñando tu día a día. No tengo la fórmula exacta de nada, a mí me sirvieron y a lo mejor a otro le sirven», expresa la cantante. Además de la gratitud, el ejercicio físico, la alimentación saludable o el descanso, de la que más ha aprendido durante todo el proceso La Mari «ha sido de la escucha y la observación», puesto que descubre «más cosas del mundo que me rodea». Gracias a una amplia formación y la propia experiencia de enfrentarse a ellas, la artista sólo ha encontrado beneficios en aplicar todas esas herramientas en su vida. Fue sin embargo el cáncer de mama el episodio vital que jugó un papel crucial en su crisis personal y le hizo cambiar radicalmente su forma de pensar. «El cáncer de mama me enseñó que no por ser joven te pertenece la salud. Fue un jarro de agua fría para mi familia que la pequeña de cuatro hermanos tuviera un cáncer de mama a los 30 años», reflexiona sobre la inesperada noticia que recibió en un importante momento profesional y cómo sobrellevó la enfermedad con sus familiares. «Me puse la capa de 'superwoman' y de 'yo puedo con todo' para animar a mi familia. Pero estos son disfraces que uno se pone, que no es más que tu ego, y te olvidas realmente de que lo más importante es que uno debe invertir su tiempo y su esfuerzo en cuidarse», reconoce sobre el papel que trató de jugar en la convivencia con el cáncer. Donde también tuvo que cambiar sus planes debido a la enfermedad fue con su trabajo. «Le conté todo lo que mi oncólogo me dijo a mi productora y a la banda de músicos y me dijeron que me tomase el tiempo que fuese necesario, lo que importaba era mi salud. Esperamos a mi operación y después a la primera quimio para ver cómo reaccionaba mi cuerpo y tal como reaccioné le pedí al oncólogo si podía retomar la promoción y la gira del disco», relata La Mari. «Llegué con mi oncólogo a un consenso de que si las defensas no me bajaban y siempre con analíticas y revisión, podía hacer mi vida. Era aconsejable seguir con mi vida para no ser solo la enferma», asegura sobre la decisión que tomó entonces en la que también fue relevante el miedo, que considera muy útil. «El miedo cuando llega arrasa con todo. No soy persona de tenerle miedo al miedo, he pasado etapas diferentes de sentir miedo que me llevaron a tomar acción», cuenta. Las experiencias del pasado de La Mari le han ayudado a aprender la importancia de no estar «en mil cosas» sino en el presente y con todos los sentidos. «Me importa lo que estoy haciendo ahora, la calidad, la pulcritud y la elección que hago», expresa sobre la necesidad de darle valor a lo que la sociedad actual no suele dar. «Estoy en un momento de absorber de la vida y diseñar la mía propia. Estaría guay que uno entrase en conversación en soledad consigo mismo de qué quieres comprar de todo lo que nos venden, qué va contigo, qué tipo de hábitos tienes que te limitan o te potencian. Es como una invitación a hablar contigo y a despojarte en vez de adquirir más cosas», recomienda como consejo para poder empezar a modificar cómo se es. Aunque es consciente de que puede ayudar a sus lectores, a la artista la influencia le «da mucho respeto». «Como una se puede cuidar no lo va a hacer nadie. De hecho, invito a cada persona a encargarse de su cuidado. Así, creo que el mundo iría a mejor», se sincera La Mari. «Muy selectiva» con quien comparte su tiempo, hoy puede decir «con la boca llena» que no tiene ninguna carencia. «Estoy bastante satisfecha, tranquila y en paz. Vivo todas las experiencias vivibles en primera persona», afirma quien encuentra felicidad en «como mueve el rabito un perro cuando está contento, en ver un atardecer, en agradecer que estás viva, en coger tomar aire o reflexionar cómo me ha ido el día». Para el futuro solo sabe que le espera presentar su libro en Málaga, cantar «a todos los temas que la vida tiene», seguir con la gira por Latinoamérica y Europa, «cuidarme, cuidar de mis perros y ver más a mis padres», termina la conversación.