Un experto desvela el truco para lavar el plumífero y que su acolchado quede como nuevo: este es el objeto que te ayudará
Desde hace décadas las chaquetas de plumas se han convertido en imprescindibles de todo armario de invierno. Aunque han ido variando de estilos, pasando de plumíferos finos y cortos a grandes abrigos con acolchados vistosos y largos, lo cierto es que los múltiples estilos de la prenda no pasan de moda y son garantía segura para prevenirse del frío. En lo que también existe una gran unanimidad es que su almacenaje, ya que por sus dimensiones no siempre es fácil, así como en su limpieza y cuidado . Este último apartado merece un caso aparte porque lo cierto es que algunos van pasando la temporada ventilando el abrigo y, por lo general, muchos temen ponerlo en la lavadora o llevarlo a una tintorería y perder la esencia, y las dimensiones, del relleno de plumas, ya sean naturales o sintéticas. En este sentido, todo consejo al respecto puede ser de especial interés y los que aporta Andy Morningstar pueden ser cruciales. Él es especialista en cuidado de productos de la firma de ropa deportiva Columbia y en la web oficial de la marca desvela trucos de gran utilidad para poder seguir conservando el producto como el primer día y que sus plumas no queden afectadas. «La esponjosidad o la suavidad del plumón o del aislamiento sintético es lo que permite que la chaqueta atrape el aire y retenga el calor», remarca él, que al mismo tiempo destaca la importancia de lavar periódicamente este tipo de prendas para que el relleno tampoco se aglomere y para que la suciedad, polvo o sudor no puedan contribuir a descomponer los materiales de protección del agua. Teniendo en cuenta que los detergentes y un lavado frecuente también pueden afectar a la chaqueta, lo ideal es limpiarla solo cuando sea necesario, no con una excesiva frecuencia ni tampoco con productos muy fuertes. Dicho esto, el experto recomienda usar siempre lavadoras de carga frontal (puesto que las de carga superior pueden atrapar el producto) y cerrar todas las cremalleras y solapas, así como darle la vuelta, antes de lavarla. En la lavadora, lo mejor es usar un ciclo suave o delicado, que sea largo, con agua fría y con un detergente suave . Morningstar insta a no usar suavizantes ni tampoco ningún tipo de lejía, así como a no usar la opción de centrifugado (o en caso de ponerlo que sea de lo mínimo). A la hora de secar, por mucho que pueda sorprender a muchos, el experto aconseja usar la secadora , con aire frío o a temperatura muy baja. Morningstar habla en este punto de un objeto insólito que tiene la clave del éxito: una pelota de tenis. En realidad él habla de usar dos o tres pelotas para que, durante un secado de unos 20 o 30 minutos, redistribuyan el relleno de la chaqueta al funcionar el programa de secado. La alternativa al lavado a máquina es hacerlo a mano y aquí el experto de Columbia también tiene recomendaciones, como remojar la chaqueta entre media hora y una hora en agua tibia y luego lavar suavemente la chaqueta con un detergente apto para estas prendas delicadas. El agua se tiene que escurrir pero sin retorcer demasiado el abrigo Por otro lado, Morningstar recuerda que también es muy importante guardar correctamente este tipo de prendas de exterior, ni comprimiéndola demasiado ni sin que quede bien colgada porque pueden llevar a apelmazarlas y a dejar zonas sin aislamiento en las que se pueda colar el frío.